Argentina

El atentado fallido contra Cristina Kirchner se convierte en un arma política del peronismo

El Congreso argentino aprueba una condena contra la violencia política pero las acusaciones del presidente Alberto Fernández aumentan la división del país

Miles de personas se manifiestaron ayer en apoyo a la vicepresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner tras el atentado en su contra
Miles de personas se manifiestaron ayer en apoyo a la vicepresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner tras el atentado en su contraJuan Ignacio RoncoroniAgencia EFE

“No queremos que este hecho gravísimo sea utilizado con el objetivo de generar más división, asignar culpables y mucho menos convertirse en una tribuna para atacar a la oposición política, Poder Judicial y los medios de comunicación como lamentablemente venimos escuchando en las últimas horas”. El diputado Cristian Ritondo de Propuesta Republicana (PRO), aliado en la coalición Juntos por el Cambio del expresidente argentino, Mauricio Macri, ha comparecido este sábado junto a varios compañeros de su bancada en el salón de los Pasos Perdidos para explicar por qué los parlamentarios del PRO han abandonado la Cámara de Diputados durante la sesión extraordinaria para condenar el intento de asesinato contra la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández Kirchner.

Tras un intenso debate para modificar la resolución de condena presentada por el gobierno argentino, todos los partidos han confirmado su presencia y su voto favorable. La coalición gobernante Frente de Todos ha acordado con la oposición modificar la crítica a los “discursos de odio” y la “violencia política” para sustituirlas por una llamada a construir “paz social”. La Cámara de Diputados ha aprobado por unanimidad este sábado una resolución que condena el intento de asesinato de Kirchner la noche del jueves cuando Fernando Andrés Sabag Montiel, un hombre de 35 años nacido en Brasil con nacionalidad argentina, tatuado con simbología nazi, apretó el gatillo dos veces apuntando a su cara. Afortunadamente, su pistola Bersa 380 calibre 40 arma no se disparó al no tener ningún proyectil en la recámara de salida. Tras la votación, los diputados del PRO han salido del hemiciclo hacia la rueda de prensa en el salón de los Pasos Perdidos: “Quedarnos en el recinto, volviendo a escuchar lo que escuchamos en las 24 horas previas, no era un aporte a la paz social sino todo lo contrario, era volver a discutir un mensaje que no le hace bien a la sociedad”.

Estrategia ante el acoso judicial

El intento de mostrar unidad por parte de la clase política argentina se ha convertido en un tenso debate sobre la utilización política del atentado del gobierno argentino. El diputado de Avanza Libertad, José Luis Espert, ha mostrado su “más enérgico repudio y preocupación sobre lo sucedido en el domicilio de la vicepresidenta de la nación”, pero ha criticado la convocatoria de la sesión: “No entiendo por qué la Cámara de Diputados se encuentra sesionando un día sábado para tratar un hecho de índole policial y que tiene que ser dilucidado por la justicia”. Tras escucharse un grito de protesta por las palabras de Espert, la presidenta del Congreso argentino pide “silencio”. Espert continuó: “No hemos sido capaces de sesionar para solucionar los problemas tremendos que tiene la gente a que representamos como diputados”.

El diputado ultraderechista, Javier Milei, es el líder político que ha condenado con más tibieza el intento de asesinato de Kirchner al rechazar “todo acto de violencia política”. La diputada del Frente Frente de Izquierda-Unidad (FIT-U), Romina del Plá, denunció una “campaña fascistizante” y justificó su abstención a la votación del texto acordado entre oficialismo y oposición en que considera que “no está en juego la democracia o la paz social”. El catedrático de la Facultad de Ciencias Sociales de Latinoamérica, Arturo Laguado, explicaba a LA RAZÓN que “el Gobierno está utilizando políticamente el atentado para continuar su estrategia de movilización del peronismo para respaldar a Kirchner”.