Conmoción

El intento de asesinato de Cristina Kirchner sacude a una Argentina dividida

La vicepresidenta argentina sobrevive al magnicidio. Es el hecho “más grave que ha sucedido” desde el regreso de la democracia al país, reconoce el presidente argentino, Alberto Fernández

Fernando Andrés Sabag Montiel, un hombre de 35 años nacido en Brasil con nacionalidad argentina, se acercó entre la multitud con una pistola Bersa 380 a pocos centímetros de la vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández Kirchner, apuntó a su cara y apretó el gatillo dos veces la noche del jueves mientras Kirchner era arropada por sus simpatizantes a las puertas de su casa en el centro de Buenos Aires. Pese a estar cargada con cinco balas, su arma no se disparó. Kirchner se asustó, miró al suelo desconcertada, se agachó y recogió un libro mientras sus guardaespaldas y seguidores se lanzan hacia el atacante a las nueve de la noche en Recoleta, uno de los barrios más ricos y anti kirchneristas de Buenos Aires. Instantes más tarde, la Policía detuvo al agresor, aficionado a grupos de odio en redes sociales.

Poco antes de la medianoche, el presidente argentino, Alberto Fernández, se dirigía a la nación en un mensaje televisado: “Cristina permanece con vida porque, por alguna razón, el arma que contaba con cinco balas no se disparó pese a haber sido gatillada”.

Fernández, ha calificado el intento de magnicidio como el hecho “más grave que ha sucedido” desde el regreso de la democracia al país.

Las autoridades argentinas han explicado que el agresor había cargado un cartucho con cinco balas, pero no tenía el arma lista para disparar ya que la pistola Bersa 380 calibre 40 no tenía ningún proyectil en la recámara de salida. Las autoridades se han mostrado sorprendidas por el error del atacante, con antecedentes penales por tener un cuchillo en su coche que dijo a la Policía que utilizaba “para defenderse”.

Justo antes del doble disparo fallido, un hombre gritaba: “Cristina te amo”. Montiel apretó el gatillo apuntando a Kirchner mientras la vicepresidenta argentina saludaba sonriente a sus seguidores en la décima primera noche consecutiva de vigilia “en estado de alerta y movilización” frente a su casa tras la petición de la Fiscalía de 12 años de prisión por asociación ilícita por presuntas irregularidades en las adjudicaciones para la construcción de carreteras en Santa Cruz, cuna del kirchnerismo, durante el mandato de la ex presidenta argentina (2007-2015).

El intento de magnicidio se produce en un momento en el que Kirchner está en el centro del debate político argentino por estas acusaciones que ella denuncia que son “una persecución judicial contra todo el peronismo”.

La Policía ha registrado la casa de Sabag gracias a que su casero se presentó a las 3 de la mañana ante las autoridades tras reconocer su cara por televisión. El hombre les informó que le alquilaba un apartamento desde hace ocho meses en Buenos Aires y que no tenía ningún problema con su inquilino. Las autoridades hallaron 100 balas calibre 9 milímetros y requisaron una tableta electrónica. En la puerta de la casa, un cartel colgado rezaba: “Esta no es la casa de Fernando”, con el fin de evitar agresiones, según han informado varias fuentes al diario “Página 12″.

Las redes sociales de Instagram y Facebook del atacante, cerradas la madrugada del viernes, mostraban que era seguidor de grupos de odio y de páginas en defensa de “órdenes masónicas”, según publican varios medios argentinos. Una foto del agresor muestra que tiene tatuado en uno de sus codos el sol negro, un símbolo ligado al ocultismo nazi, y una cruz de hierro, símbolo de las Fuerzas Armadas de Alemania desde 1870 a la actualidad y uno de los principales símbolos del régimen nazi.

Apariciones en televisión

Sabag fue entrevistado hace semanas en Crónica TV y criticaba duramente la política de planes sociales y la llegada de Sergio Massa al ministerio de Economía: “Se sale adelante trabajando, no cobrando planes sociales. La gente que viene de afuera a ocupar una villa y vivir gratis, a vivir de planes sin trabajar y venden droga, habría que extraditarlos”. A las pocas semanas, Sabag volvía a ser entrevistado de forma espontánea en la calle por esta medio: “Ni Masa, ni Cristina. Ni a palos”.

Oleada de solidaridad internacional

El atentado contra Kirchner ha despertado una ola de solidaridad internacional con la ex presidenta de Argentina. El presidente de Chile, Gabriel Boric, ha rechazado “el intento de asesinato a la vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández”: “Merece el repudio y condena de todo el continente. Mi solidaridad con ella, el Gobierno y el pueblo argentino”. El ex presidente brasileño Lula da Silva, favorito para las elecciones presidenciales de octubre, ha expresado su “solidaridad con nuestra compañera Cristina Kirchner, víctimas de un fascista criminal que no sabe respetar las divergencias y la diversidad”. Lula se unía a las muestras de apoyo llegadas desde Chile, Perú, Ecuador, Cuba, Bolivia, México, Colombia y el resto de países latinoamericanos.

El Gobierno estadounidense expresó su condena a través de su secretario de Estado, Antony Blinken: “Estados Unidos condena enérgicamente el intento de asesinato de la vicepresidenta Cristina Fernández Kirchner”. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha expresado su “rotunda condena a este intento de magnicidio”: “Es consecuencia de la manipulación y los discursos de odio”. La Unión Europea ha expresado su “firme condena” y ha llamado a “combatir el odio”.

El Papa Francisco ha subrayado su “cercanía y solidaridad” con Kirchner. El presidente argentino ha pedido rebajar la crispación política: “Estamos obligados a recuperar la convivencia democrática que se ha quebrado por el discurso del odio que se ha esparcido desde diferentes espacios políticos, judiciales y mediáticos”.