Opinión
Los retos de la oposición mexicana para superar al populismo en 2024
Xóchitl Gálvez debe desmarcarse de los partidos tradicionales que despiertan el hastío entre los indecisos y abstencionistas
Según una encuesta del medio de comunicación mexicano "El Universal", la candidata a la presidencia del gobierno, pupila de Andrés Manuel López Obrador -actual presidente-, Claudia Sheinbaum, aventaja por 30 puntos a la candidata opositora Xóchitl Gálvez. Faltando nueve meses para las elecciones, la diferencia resulta importante.
Los dos grandes retos de la oposición para acotar la distancia son: en primer lugar reconstruir la imagen de Gálvez a partir de un ejercicio de diferenciación y revalorización de virtudes que le permitan establecer una identidad propia. Hoy, es difícil competir contra Sheinbaum por el simple hecho de que es la hija política de un presidente que cuenta con el 60% de apoyo popular. Por ahora, los números positivos del primer mandatario mexicano empujan, casi por inercia, a la candidatura de Sheinbaum.
En segundo lugar, Gálvez deberá deslindarse, en términos comunicacionales, de los partidos políticos tradicionales que la apoyan. El divorcio de la mayoría de los mexicanos hacia los partidos históricos es de tal magnitud, que la marca de los partidos ahuyenta a buena parte de electores potenciales; por ejemplo, a los indecisos o los abstencionistas. A ellos, precisamente, deberá conquistar si pretende ganar las presidenciales. De lo contrario resultará prácticamente imposible.
Gálvez tendrá que «ciudadanizar» su candidatura. Esto es, lograr que sea identificada como una líder alejada de las estructuras partidistas, alejada de malas prácticas y centrada en los problemas de la gente. Hoy en día sus recorridos por el país no han cesado, su atención a los medios es constante y su participación en las redes es permanente. Sin embargo, no se visualiza, por ahora, una estrategia clara que anime a pensar que el populismo mexicano no seguirá gobernando en el 2024.
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