Entrevista

Andrew Young: "Luther King estaría feliz con el progreso social y racial en Estados Unidos"

Icono del movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos, ha recibido en Madrid el premio de la Paz y la Libertad de la Asociación Mundial de Juristas

Entrevista con Andrew Young, primer embajador afroamericano de Estados Unidos ante la ONU, además de uno de los líderes en los años 60 junto a Luther King que ha recibido este lunes el Premio Mundial de la Paz y la Libertad
Entrevista con Andrew Young, primer embajador afroamericano de Estados Unidos ante la ONU, además de uno de los líderes en los años 60 junto a Luther King que ha recibido este lunes el Premio Mundial de la Paz y la LibertadAlberto R. RoldánLa Razón

A sus 91 años Andrew Young ha estado en Madrid para recoger el Premio de la Paz y la Libertad que concede la Asociación Mundial de Juristas (WJA en sus siglas en inglés), considerado "el Nobel del Derecho", de manos de Felipe VI. “Me impresionó vuestro rey, es una persona muy cercana. Además, es alto y apuesto, parece un jugador de baloncesto”. Young fue uno de los activistas más destacados de la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos en los años sesenta y trabajó codo con codo al lado de Martin Luther King, a cuyo lado estaba cuando fue asesinado en 1968.

Años después entró en política como congresista por el estado de Georgia. Fue, además, el primer embajador negro de su país ante la ONU y más tarde alcalde de Atlanta (1982-1990) cuando celebró las Olimpiadas de 1996. Ya retirado, en 2003 creó la Fundación Andrew Young, destinada a promover la educación, la sanidad y los derechos humanos en Estados Unidos, África y el Caribe.

¿Cuál es la lección más importante que aprendió de su padre y de Martin Luther King?

Mi padre me dijo esta frase que siempre me ha acompañado: no te enfades, sé inteligente. Si pierdes los estribos en medio de una pelea, entonces has perdido la cabeza. Nunca vas a ser más grande después de pegar a alguien, me dijo. Necesitas calma y dejar que la cabeza busque soluciones a los problemas. Y le hice caso. Mi familia vivía en un barrio de New Orleans en el que había una tienda irlandesa en una esquina, un bar italiano en la otra y la sede del partido nazi en la tercera esquina. Yo vivía en el medio. Era 1932. En mi barrio todos éramos diferentes y eso me enseñó a ser un ciudadano internacional. Iba a una escuela solo para negros. En mi bloque no había niños, mi hermano y yo éramos los únicos chavales negros. Había algunas chicas, pero los niños de cuatro y cinco años no jugaban con niñas. Crecer allí me hizo consciente de mi entorno y de mis diferencias con otras personas. Aprendí a respetarles y a no sentirme amenazado por ellos. Puedo decir que tuve una buena infancia. Ahora bien, yo siempre he estado en medio de la polémica.

¿Debido a su temperamento?

No, debido a mi falta de temperamento. Cuando otros van corriendo hacia un incendio, yo me acerco despacio. Incluso cuando estaba con Martin Luther King yo era siempre el que tendía puentes.

¿Cree que los negros en Estados Unidos siguen sufriendo discriminación racial en muchos ámbitos?

Hemos hecho progresos enormes. Hay casi un millón de universitarios en el estado de Georgia. Teníamos un sistema de becas que establecía que cualquier estudiante con una calificación determinada en el instituto podría ir a cualquier universidad privada. La educación gratuita era una tradición estadounidense hasta que Ronald Reagan empezó a cambiarlo. Mi primera mujer se sacó una licenciatura en la Universidad de Queen de Nueva York y solo pagaba 16 dólares al semestre. Totalmente gratis. Después, algunos políticos empezaron a pensar que había mucha gente en la universidad. En realidad, querían que esa gente siguiera siendo pobre y sin formación académica. Pero todos sabemos que se necesita una buena educación para tener un buen trabajo,

¿Ha conocido algún presidente estadounidense racista?

No, hemos tenido muy buenos presidentes. Yo he votado a presidentes republicanos y demócratas. Voté al republicano Eisenhower, que ayudó a ganar la Segunda Guerra Mundial. Luego voté a Kennedy, que era demócrata. Ahora no sé qué demonios ha pasado dentro de Partido Republicano, están teniendo muchos problemas.

¿Creen que la democracia en Estados Unidos está en peligro tras el asalto al Capitolio?

Creo que Estados Unidos está mejor ahora que lo que yo he vivido en toda mi vida. Lo del Capitolio fue muy triste, pero esa gente está siendo procesada y serán castigados.

¿Qué sintió cuando el Tribunal Supremo de EEUU eliminó el derecho constitucional al aborto después de casi 50 años?

No entiendo bien lo que quieren conseguir con esto. Yo soy pastor, así que la gente me cuenta cosas que no les cuentan a otros. Hace poco una adolescente de 13 años me dijo que a los dos meses de quedarse embarazada el médico le dijo que el feto no tenía vida. En estos casos les dan una píldora para limpiar y expulsar el feto. Ella no quiso hacerlo y estuvo un mes así porque tenía miedo de las consecuencias legales que podría tener debido a la decisión del Tribunal Supremo. Un médico no debería ir a un taller y decirle al profesional cómo arreglar un coche, igual que un abogado que tiene cero conocimientos de biología no creo que deba decidir sobre estos asuntos.

¿Cuál sería ahora el sueño de Martin Luther King si viviera?

Martin Luther King estaría feliz con el progreso que se ha hecho en materia social y racial. El progreso ha producido en la educación y en la política, pero no tanto en la economía. Su lema era redimir el alma de América de los tres demonios: el racismo, la guerra y la pobreza. Hemos avanzado mucho en la lucha contra el racismo, pero no tanto en los otros.

¿Cree que Joe Biden entiende mejor que otros presidentes el problema de los afroamericanos en EEUU?

Mejor que cualquier otro candidato a las elecciones de EEUU. Cuando estuve en 1973 en la Cámara de Representantes de EEUU, Joe Biden ya era senador. Viajamos juntos a África en dos ocasiones. Lleva muchos años en política y conoce bien todos los problemas mundiales. Está muy comprometido con la educación, sus dos mujeres han sido profesoras. Cree también en la sanidad pública. Me gusta y creo en él. Tiene 80 años, pero está mucho mejor que yo.

¿Cree que Estados Unidos perderá la hegemonía frente a China?

Hay cierta paranoia con que los chinos serán más grandes que Estados Unidos. Tenga en cuenta que este móvil que tiene aquí se fabrica en China, pero se diseña en Estados Unidos. Los japoneses y los coreanos son muy buenos en tecnología, los chinos también, pero ellos son muy dependientes de otros países. Han aprendido mucho de EEUU en algunas cosas pero nada de otras. Algo que no han aprendido es que la gente es capaz de convivir y ser al mismo tiempo diferente.

¿Eso es porque es una dictadura?

No. China es una dictadura porque no cree que la gente tenga el derecho a decidir.

¿Le preocupa la posibilidad de una guerra mundial si la guerra de Ucrania se extiende?

No, pero debería estarlo. Confío mucho en la gente ucraniana y en la OTAN y en cómo se están defendiendo de un país más poderoso y grande, pero con el apoyo que tiene Ucrania de Estados Unidos y la OTAN podrán imponerse, aunque no va a ser una lucha fácil. Los ciudadanos rusos estarían del lado ucraniano si tuvieran la libertad de tomar sus propias decisiones. No creo que los rusos hubieran votado ir a la guerra contra ningún país. Yo pasé varias semanas en Rusia para reunirme con su comité olímpico cuando preparábamos las Olimpiadas de Atlanta.

¿Tuvo una buen experiencia?

Muy buena, el único problema es que no podía beber vodka (risas).