USS Ohio
Así es el submarino nuclear enviado por EE UU a Corea del Sur para disuadir a Kim Jong-un
El presidente surcoreano Yoon Suk-yeol visita en el puerto de Busan el USS Ohio que Biden prometió en abril
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, recibió el pasado mes de abril en la Casa Blanca a su homólogo surcoreano, Yoon Suk-yeol, en plena escalada de las tensiones en la península de Corea por los continuos ensayos armamentísticos de Pyongyang. El régimen ermitaño de Kim Jong-un había batido el récord de pruebas en 2022 con el lanzamiento de casi 70 misiles, la mayoría dirigidos hacia Japón y su vecino del sur. En noviembre, uno de ellos llegó a caer a menos de 60 kilómetros de distancia de la costa surcoreana.
La hiperactividad militar de Corea del Norte inquietaba hace tres meses, y lo sigue haciendo ahora, más allá del paralelo 38. Por eso, empezaban a ganar fuerza en Seúl las voces que pedían igualar fuerzas con el siempre conflictivo Norte y convertirse en potencia nuclear. Pero Estados Unidos quería evitar este escenario a toda costa para frenar la proliferación y dejar la puerta abierta a restaurar el acuerdo de 1991, por el que las partes se comprometieron a no producir armamento atómico. Pyongyang, sin embargo, ha violado de forma sistemática los términos del pacto.
La solución a medio camino que desbloqueó Yoon en su visita a Washington fue el refuerzo de su cooperación en materia de defensa con Estados Unidos y, como colofón a este nuevo marco de seguridad, el envío del primer submarino nuclear de fabricación estadounidense a sus costas desde 1981, que ha llegado precisamente esta semana al puerto de Busan, hasta donde se ha desplazado Yoon expresamente para revisarlo. La Administración Biden dio entonces su visto bueno, a pesar de sus reticencias iniciales, convencido de que podría disuadir las continuas amenazas del régimen norcoreano.
El sumergible militar de clase Ohio es uno de los 14 submarinos nucleares con los que cuenta la flota de Estados Unidos. Cada uno transporta un máximo de 20 misiles balísticos Trident II, con un alcance de 7.400 kilómetros. Tiene la capacidad de alcanzar un objetivo en Corea del Norte a miles de kilómetros de distancia. Un motivo por el que muchos analistas habían cuestionado su despliegue en aguas surcoreanas, menos si cabe teniendo en cuenta que compromete las características de un arma que está diseñada para no ser detectada.
Cada uno de los misiles transportaría hasta cuatro cabezas nucleares, según los analistas militares. Esto significa que cada submarino podría llevar consigo unas 80 cabezas nucleares. Para ponerlo en perspectiva, un solo submarino nuclear tendría la capacidad suficiente para reducir Corea del Norte a cenizas.
El USS Ohio está diseñado para pasar una media de 77 días en el mar, seguidos de 35 días en puerto para su mantenimiento, recoge en un informe el Ejército de Estados Unidos. Tiene, además, dos tripulaciones, denominadas «azul» y «dorada», que rotan para que los 155 submarinistas de cada sección descansen y puedan entrenar entre patrulla y patrulla.
En respuesta a la llegada del sumergible, el ministro de Defensa de Corea del Norte, Kang Sun-nam, amenazó con una respuesta nuclear, asegurando que la presencia del submarino podía «entrar dentro de las condiciones de uso de armas nucleares especificadas en la ley de la RPDC sobre la política de fuerza nuclear», aludiendo a Corea del Norte por su nombre oficial.
El pronunciamiento de Kang llegaba tan solo unas horas después de que el presidente surcoreano visitara el puerto de Busan, desde donde recordó a su vecino del Norte de que, si utilizaba armas nucleares contra el Sur, propiciaría «la desaparición de su régimen».
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