Desabastecimiento

Ómicron puede paralizar la cadena de suministros mundial tras aniquilar la política de “covid cero” de China

El gigante asiático supone una gran parte del PIB global, y el endurecimiento de restricciones contra el coronavirus preocupa al comercio internacional

Transportistas, fabricantes y personas del sector de la cadena de suministros se preparan para un parón económico y productivo que, según afirman, puede colapsar al resto del mundo
Transportistas, fabricantes y personas del sector de la cadena de suministros se preparan para un parón económico y productivo que, según afirman, puede colapsar al resto del mundolarazonAgencia AP

A menos de un mes de que comiencen los Juegos Olímpicos de Invierno que se celebrarán en Pekín, la variante Ómicron de coronavirus se está expandiendo a gran velocidad en China, lo que ha obligado a varias ciudades del país a tomar medidas de prevención ante los riesgos que supone la enfermedad.

Los organismos encargados de la gestión de la pandemia en la capital exhortaron a todos los responsables a “no relajarse” y a “fortalecer el trabajo” para prevenir “la propagación oculta”, para lo cual se llevarán a cabo pruebas de ácido nucleico entre “sectores clave”, mientras se pide a todos los ciudadanos que mantengan “un estado de emergencia”. En la capital china, las autoridades sanitarias abogaron por que los empleados que trabajan en Pekín pero residen habitualmente fuera del límite municipal de la ciudad realicen su trabajo desde casa en la medida de lo posible.

Además, también se acerca el Año Nuevo Lunar, celebración en la que los chinos acostumbran a volver a sus lugares de origen. Las autoridades chinas han pedido que intenten evitar lo máximo posible los trayectos innecesario para evitar una fuerte ola de contagios, así como que pasen las fiestas en sus ciudades. Pero los fabricantes y la cadena de suministro también está sufriendo un gran nerviosismo, puesto que las restricciones pueden generar disrupciones no vistas hasta el momento.

Transportistas, fabricantes y personas del sector de la cadena de suministros se preparan para un parón económico y productivo que, según afirman, puede colapsar al resto del mundo. En los dos años anteriores, la estrategia “covid-cero” de China permitió que las fábricas pudieran permanecer abiertas durante la pandemia para producir todos los productos. No obstante, según publica la agencia financiera Bloomberg, esta variante es muy contagiosa y es probable que se necesiten restricciones aún más estrictas para frenar su propagación, con consecuencias fatales para la cadena de suministros, así como puertos y fábricas, comerciantes y fabricantes, vendedores y compradores y demás personas relacionadas.

China supone ya más de una sexta parte del PIB global, y cualquier movimiento que implique uncierre de mercados o fábricas en el país puede provocar un “efecto dominó” para el resto de los países. Si China para, el mundo sufrirá las consecuencias. El pasado mes de octubre, las autoridades asiáticas ya alertaron de un posible colapso que, por fortuna, no llegó a calar de una forma extrema. El atasco del Ever Given en el Canal de Suez ya retrasó durante semanas el comercio internacional el pasado mes de marzo. Pero ahora, las consecuencias podrían ser “mucho más mayores”.

Más del 86 por ciento de la población de China ha recibido ya la pauta completa de las vacunas que el país administra contra la covid-19, según datos oficiales hechos públicos este sábado por la Comisión Nacional de Sanidad. Hasta el viernes China había inoculado las dosis necesarias para la vacunación completa de más de 1.220 millones de personas, es decir, el 86,4 % de los 1.412 millones de habitantes que tiene el país, indicó hoy en rueda de prensa el portavoz de la comisión sanitaria, Mi Feng.

Hasta ahora, China se ha mantenido implacable en su política de tolerancia cero contra la covid, con estrictas restricciones a la movilidad, confinamientos selectivos o completos para atajar los rebrotes activos en el país. Pero Ómicron ha cambiado las reglas del juego, y los eventos cercanos aumentan la tensión entre las autoridades sanitarias, que ven cómo el país está inmerso en una carrera contrarreloj para “garantizar la seguridad del país”.

En Pekín se han puesto en marcha medidas más estrictas, mientras en la ciudad septentrional de Tianjin, donde se detectó un brote de ómicron, se han llevado a cabo varias rondas de test masivos a la población, y también se han decretado confinamientos parciales y prohibiciones para salir de la ciudad. Las tareas para controlar el virus en la ciudad central de Xi’an, que se encuentra completamente confinada desde el pasado 23 de diciembre, han entrado en su “etapa final”. Al margen de Xi’an y Tianjin -que hoy contabilizaron 4 y 39 nuevos contagios locales-, también se notificaron este sábado casos de covid por transmisión comunitaria en las provincias de Henan (centro, 52), Cantón (sur, 8) y Zhejiang (este, 1).