Conflicto en Oriente

El régimen sirio retira sus tropas del enclave druso tras un segundo alto el fuego

Esta madrugada y en un discurso televisado, el presidente interino sirio, Ahmed al Sharaa, confirmaba el fin de la operación de seguridad llevada a cabo en Sueida y la retirada de sus fuerzas

Ascienden a 360 los muertos por los combates en Sueida y los bombardeos de Israel contra Siria
Ascienden a 360 los muertos por los combates en Sueida y los bombardeos de Israel contra SiriaEuropa Press

Después de dos días de bombardeos israelíes sobre la provincia de Sueida y la capital, Damasco, el nuevo régimen sirio -el poder se encuentra desde diciembre en manos del antiguo combatiente de Al Qaeda y líder del islamista radical Hayat Tahrir al Sham (HTS) Ahmed al Sharaa- ha retirado sus tropas del enclave druso del sur de Siria tras haber anunciado en la víspera un segundo alto el fuego alcanzado gracias a la mediación, sobre todo, de Estados Unidos y Turquía.

Desde el fin de semana se venían enfrentando en Sueida milicias beduinas -radicales suníes- apoyadas por las fuerzas de seguridad de Damasco y grupos armados drusos, minoría étnica que apenas representa un 2% de la población total siria pero que es mayoritaria en la citada provincia meridional. La escalada había comenzado con un toma y daca de secuestros y ataques entre miembros de tribus beduinas y facciones drusas armadas hasta la intervención de las fuerzas vinculadas al aparato de seguridad del nuevo régimen durante el fin de semana.

Se trata del peor episodio de violencia sectaria de los últimos años -teniendo en cuenta que la comunidad fue objeto de atrocidades durante la guerra civil a manos de los yihadistas- contra los drusos, una minoría altamente apreciada en Israel por su lealtad al Estado. El Gobierno de Benjamin Netanyahu ha dejado claro que actuará en defensa de los drusos en Siria, como hizo el pasado miércoles al bombardear el cuartel general del Ejército sirio y el Palacio Presidencial, y ya había hecho el pasado mes de abril al atacar a grupos armados hostiles a los drusos en Jaramana, al sur de Damasco.

Los enfrentamientos y los bombardeos de la aviación israelí dejan, por el momento, al menos 516 muertos, según el balance facilitado ayer por el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, ONG con sede en Londres y colaboradores sobre el terreno. Según la entidad, 276 de los fallecidos son miembros del Ministerio de Defensa y Seguridad Pública, de los cuales 15 han fallecido como resultado de los ataques aéreos israelíes. Además, el Observatorio ha confirmado la muerte de 150 drusos, incluidos 71 civiles -entre ellos cuatro niños y 83 ejecutados por las fuerzas de seguridad-, y de 18 beduinos implicados en los combates en Sueida. También ha indicado que los milicianos drusos han ejecutado a tres civiles beduinos, incluido un niño.

Según medios estatales sirios, milicias drusas han lanzado ataques contra comunidades beduinas en Sueida en venganza por las agresiones sufridas en los últimos días a pesar del alto el fuego en vigor -que obliga a las facciones drusas y a sus líderes religiosos a garantizar la seguridad- desde la tarde del miércoles. Una circunstancia que ha obligado a miembros de comunidades beduinas a abandonar sus hogares en busca de otras zonas de Siria más seguras. De la misma manera, el estallido de violencia contra los drusos provocaba un movimiento en dos direcciones en las últimas jornadas: desplazamientos de población drusa desde Siria hacia los Altos del Golán buscando refugio de las autoridades israelíes y también la llegada de drusos israelíes a suelo sirio en auxilio de sus correligionarios. Una circunstancia inesperada para las autoridades israelíes, que fueron incapaces de impedir la salida de sus ciudadanos hacia la ratonera siria a pesar de las llamadas del primer ministro Benjamin Netanyahu el miércoles.

Por su parte, esta madrugada y en un discurso televisado, el presidente interino sirio, Ahmed al Sharaa, confirmaba el fin de la operación de seguridad llevada a cabo en Sueida y la retirada de sus fuerzas, así como la asignación de la seguridad a “algunas facciones locales y jeques religiosos” de la provincia drusa. Una decisión que el mandatario, un exyihadista que promete guiar al país hacia una democracia -aunque advierte de que habrán de pasar cinco años hasta la celebración de elecciones libres- y que se manifiesta ahora en favor de la convivencia armónica de suníes, alauíes, chiíes, cristianos y drusos, defendió la decisión ante el “grave riesgo para la unidad nacional” y “evitar una nueva guerra a gran escala”.

“Nos enfrentábamos a dos opciones: una guerra abierta con Israel a costa de nuestro pueblo druso y su seguridad, desestabilizando Siria y toda la región, o darles a los líderes y jeques drusos la oportunidad de recapacitar y anteponer el interés nacional por encima de aquellos que buscan mancillar la reputación de nuestro honorable pueblo de las montañas”, explicó Al Sharaa en su comparecencia ante las cámaras. Las próximas horas serán clave para saber si esta vez el alto el fuego no será quebrado a diferencia de lo ocurrido tras el primer anuncio, el martes, del cese de las hostilidades entre las facciones armadas suníes y grupos drusos y la entrada en Sueida de las milicias gubernamentales.