El fundador de Wikileaks, Julian Assange, ha sido la estrella de la última entrega del programa de Jordi Évole. El australiano recibió al equipo de 'Salvados' en su refugio en la embajada de Ecuador en Londres, donde permanece desde junio de 2012 para evitar su extradición a Suecia.

El fundador de Wikileaks, Julian Assange, ha sido la estrella de la última entrega del programa de Jordi Évole. El australiano recibió al equipo de 'Salvados' en su refugio en la embajada de Ecuador en Londres, donde permanece desde junio de 2012 para evitar su extradición a Suecia, país que quiere juzgarle por presuntos delitos sexuales.

El australiano habló con Évole sobre la importancia de la transparencia en democracia. Más que una cuestión de leyes, la transparencia parece más una cuestión de actitud, pues según explica el activista, en EEUU tienen una ley al respecto, pero se sigue abusando de los ciudadanos. "Se están encontrando maneras para hacer que todo sea clasificado y esconderlo al público", explicó.

Según su opinión, la futura Ley de Transparencia de España debe incluir también a las empresas que trabajan para el Gobierno, pues al final son las que hacen el trabajo sucio.

Pero todo tiene un límite, incluso para el Robin Hood de la información. Assange aseguró a Évole que "por defecto, el Estado debe ser completamente transparente", aunque reconoce que en casos concretos, "puede retener la información por un tiempo determinado".

Wikileaks y la guerra de Irak

Assange y Évole también charlaron sobre las consecuencias que tuvo la publicación de los documentos secretos por parte de Wikileaks. "Nunca han provocado daño físico a nadie", afirmó el australiano. Sobre el soldado que proporcionó a Wikileaks la mayoría de imágenes sobre los delitos cometidos por las tropas aliadas durante la invasión de Irak, afirmó que la única denuncia que tiene es por "por informar a la ciudadanía". Manning, considerado un traidor por EEUU, va a ser juzgado por hacer llegar a la organización de Assange el vídeo en el que se ve el asesinado de 2 periodistas y varias personas desde un helicóptero aliado en Bagdad.

Esa filmación, según Assange, "cambió la percepción política sobre la guerra de Irak. El Gobierno de Irak decidió que si las fuerzas de EEUU iban a permanecer en Irak no podían tener inmunidad", pero "EEUU se fue de Irak"precisamente porque dejaron de tenerla.

Assange continúa refugiado en la embajada ecuatoriana en Londres. Asegura que se encuentra bien y que aunque algunos periodistas parezcan querer escuchar que está "sufriendo terriblemente", en realidad está haciendo "el trabajo de su vida".

Aunque no se siente seguro del todo, al menos en lo que a sus comunicaciones se refiere. Explicó a Évole que no escribe correos electrónicos, se encargan sus abogados -entre los que está Baltasar Garzón- porque los e-mails pueden ser utilizados en un caso de espionaje.

Algunos medios británicos como «The Guardian» señalan que durante la entrevista Assange ha leído unos correos electrónicos de una Agencia de Espionaje Electrónico del Reino Unido, la GCHQ, en los que se revelan algunas conversaciones «desclasificadas» sobre los cargos de violación que tiene Assange en Suecia. «Intentan arrestarlo por eso... parece definitivamente un montaje...», señalaban los espías.

Escándalo sexual

A la pregunta del presentador sobre si no temía que WikiLeaks acabase convertido en un medio más de la prensa amarilla o del corazón, su creador se defendía con sólidos argumentos: «Llevamos seis años publicando y lo hemos hecho bien en todos y cada uno de los casos». Assange, que permanece en la residencia del embajador ecuatoriano ante la amenaza de detención también por parte del gobierno sueco, por un supuesto delito de violación, asegura: «Si salgo sería inmediatamente arrestado».