Balázs Jarábik: «La imagen de Hungría y de su política sufrirá»

El experto en Europa del Este ha evaluado con LA RAZÓN si el referéndum sobre los refugiados de Hungría es otra muestra más de cómo Europa se resquebraja

Balázs Jarábik, experto en Europa del Este del "think tank"Carnegie Endowment For International Peace, ha evaluado con este medio los resultados del referéndum de Hungría sobre las cuotas de refugiados, y qué impacto va a tener la celebración de esta votación en clave interna del país y en clave externa, europea.

- ¿Servirá el referéndum Húngaro como un ejemplo a seguir para el grupo de Visegrado?

Poco probablemente. La Hungría de Orban es en cierto modo el "chico malo"de Europa Central, incluso los políticos polacos electos han evitado este tipo de retórica que estamos viendo. Este referéndum no era necesario: la UE se ha ido acercando hacia las políticas de Hungría y reconsiderando las cuotas. El referéndum sólo sería una recomendación para el Gobierno (cuya posición está, de todos modos, bastante clara). Además, la campaña que el Ejecutivo ha hecho para esta votación ha sido absurda en los ojos de la mayor parte de los europeos y ha estado basada en la poca participación.

- ¿Qué puede hacer la Unión Europea para tener una política común y eficiente con respecto a los refugiados?

La Declaración de Bratislava está compuesta por una serie de acuerdos a los que está llegando la Unión. Probablemente, respecto a este tema, la política común será una mezcla de protección de fronteras y un esfuerzo extra por las medidas de integración. De todos modos, a largo plazo, se necesita hacer mucho más con respecto a las políticas económicas globales, el cambio climático, los conflictos de Oriente Próximo y más allá. Creo que Budapest ha intentado poner el foco sobre estos asuntos (como advertencia), aunque esta manera de hacerlo sólo crea confusión. La imagen del país y de su política sufrirá.

- ¿Es éste referéndum otra muestra, cómo el Brexit, de cómo la UE se está resquebrajando?

La importancia de esta votación está bastante alejada de la que tuvo la del Brexit. Pero ha mostrado cómo los húngaros (y esto sería válido para el resto de Centro Europa) podrían aprobar cómo su Gobierno afronta el asunto de los refugiados (especialmente, en lo que concierne a la protección de fronteras) pero no cómo maneja sus relaciones con la UE. La UE debería tomarse esto como una petición a favor de una reforma interna.

- ¿Qué puede hacer la UE para reintegrar al grupo de Visegrado?

Habría que distinguir entre los ciudadanos de a pie y las élites que gobiernan. Los húngaros y los polacos están entre los ciudadanos que apoyan con más ahínco a la Unión a pesar de haber votado a Gobiernos conservadores. Bruselas debería tener en cuenta esta paradoja en lo que respecta a sus relaciones con la región. De acuerdo con las encuestas, hay una resistencia significativa hacia una Unión todavía más unida, pero las élites no han sido capaces de llevar a cabo un Plan B. Esto no puede ser una receta para una Europa unida.