Alfredo Semprún
Banco de datos: Donald Trump sí da miedo
Las presiones del inquilino de la Casa Blanca a México y los países centroamericanos para que controlen los flujos migratorios están dando resultado. De lo contrario, se arriesgan a sufrir limitaciones comerciales
Ha bastado que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazara al Gobierno de México, que ahora dirige un clásico de la izquierda populista latinoamericana, Andrés Manuel López Obrador, con imponerle una batería de aranceles comerciales si no vigilaba mejor sus fronteras para que la policía de fronteras azteca se haya puesto las pilas. De julio a agosto, cuando se cumplía el plazo dado por la Casa Blanca, se ha detenido a más de 52.000 emigrantes, la mayoría centroamericanos, que trataban de llegar a la frontera del norte. La consecuencia inmediata es la reducción de las interceptaciones de emigrantes en suelo norteamericano, lo que indica una reducción del flujo migratorio. En efecto, si en mayo «la migra» había detenido a unos 144.000 ilegales, la última cifra disponible, referida a agosto, se ha quedado en 64.000 irregulares capturados. Muchos han conseguido pasar, pero Trump se da por satisfecho y considera que su política de mano dura, que incluye amenazas de corte de las ayudas financieras a los principales países emisores, como Honduras y Guatemala, está dando resultados. En México, dado que la izquierda exquisita está ahora al mando, no se escuchan demasiadas protestas, pese a que en algunos casos hay denuncias contra la brutalidad policial en el trato a los inmigrantes interceptados. Hay, también, otras víctimas, pero estas no son solo atribuibles a Trump. Se trata de los cubanos, que se han quedado sin las ventajas que tenían para establecerse en Estados Unidos tras los acuerdos que firmó el ex presidente Barack Obama con la dictadura comunista de los Castro. La restricciones, que entraron en vigor en 2017, han hecho que 18.000 cubanos se hayan visto rechazados en la frontera entre México y Estados Unidos, mientras que otros 37.000, que sí lograron pasar, están en trámite de expulsión. Lo que sí ha hecho Trump, también con amenazas de reimponer sanciones a La Habana, es intensificar las devoluciones a la isla de los residentes que habían conseguido escapar. Se ha pasado de 64 devueltos en 2016 a más de 800 en lo que llevamos de 2019. Malos momentos para echarse en balsa al Caribe.
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