Bush III en la Casa Blanca

Ha escrito el libro porque quiere que su padre sepa cuánto le quiere y cuánto le quieren los demás. El ex presidente George W. Bush desea también rendir un tributo a la presidencia de su padre, a pesar de que sólo duró cuatro años y de que en muchas ocasiones quedó eclipsada por los dos mandatos de su antecesor, Ronald Reagan. «Es una historia de amor. No es un análisis objetivo», reconoció ayer el líder republicano sobre el libro escrito de su puño y letra, titulado «41: A Portrait of My Father», en referencia a la cuadragésimoprimera presidencia de Estados Unidos. La intención es que este testimonio de amor filial pueda leerlo el propio homenajeado. Bush padre tiene 90 años y su salud se ha deteriorado durante los últimos años. Como no puede, andar utiliza silla de ruedas para desplazarse. Aun así, decidió celebrar su cumpleaños hace unos meses con un salto en paracaídas. Padre e hijo han sido mil veces comparados y a menudo se resalta la gran brecha entre la personalidad de ambos, humilde y tranquilo el padre, orgulloso y visceral el hijo.

Bush Jr. asegura que este relato «es una historia de un hombre extraordinario, a mi juicio, el presidente más excelente de una legislatura que nuestro país ha tenido». En el libro habla de los errores de su padre en política, de su decisión de atacar Irak en 1991 y de la pérdida de la carrera por la Casa Blanca contra Bill Clinton en 1992. En el relato también reconoce que su padre se planteó retirarse de la contienda electoral para no dañar aún más la imagen de su hijo Neil, que en ese momento se enfrentaba a una demanda federal como director de un banco de Colorado que quebró a finales de los años ochenta. En el documento se incluyen anécdotas personales que describen a Bush padre como «un hombre de familia ante todo», muy afectado por la muerte por leucemia de su hija Robin en 1953. También rememora los sollozos de su progenitor cuando miraba a través del cristal de la sala de maternidad a su hija recién nacida, Dorothy, seis años después del fallecimiento de Robin.

El insigne autor de esta especie de memoria familiar aprovechó ayer, durante la presentación del libro, para desmentir cualquier rumor sobre disputas con su padre durante su presidencia. Además, negó que su decisión de ir a la guerra en Irak en 2003 fuera una cuestión de honor familiar: «Yo no intentaba ‘terminar lo que mi padre había comenzado’, como algunos dejaron entrever», ha dicho Bush Jr, quien se atrevió a bromear sobre su nivel cultural, tan cuestionado en el país, sobre todo en California y Nueva York. «Sé que no se me puede considerar un escritor. He escrito un libro, lo que ha sorprendido a muchas personas de este país», apuntó el ex líder republicano. Algunos analistas sostienen que el autor apenas arroja luz sobre su paso por la Casa Blanca y que los detalles que ofrece sobre la presidencia de su padre ya son de sobra conocidos.

El que fuera gobernador de Texas reconoció que él y su padre creen que su hermano Jeb, ex gobernador de Florida, debería presentarse a las elecciones presidenciales de 2016. «Te puedo decir que puedo hablar por 41. (Ambos creemos que mi hermano) tiene que presentarse. Sería un gran presidente», recalcó Bush durante la presentación del libro en el centro de la biblioteca presidencial en la Universidad Texas A&M. «Podemos presionarle todo lo que queramos. Pero no va a importar. No se puede presionar a alguien para que tome una decisión tan importante. No va a hacer que tome una decisión u otra si continuamos acosándole. Sólo él puede decidir», explicó el ex presidente Bush, que se encontraba a pocos metros de sus padres, invitados al acto.

«La idea de que la presidencia del país pueda seguir la sucesión Bush, Clinton, Bush, Obama, Bush, le preocupa, lo cual habla a favor de su gran integridad», dijo. «Pero yo le pregunté: “Entonces, ¿cómo suena esto: Bush, Clinton, Bush, Obama, Clinton?”», ironizó el republicano sobre la posible candidatura de la ex secretaria de Estado Hillary Clinton y su eventual victoria en la carrera presidencial.

Los republicanos ganan el escaño de Alaska

Las elecciones legislativas del pasado 4 de noviembre que tiñeron el mapa político estadounidense de rojo republicano, tuvieron su desenlace ayer, al terminar el recuento de votos por correo en el estado de Alaska, la victoria republicana de Dan Sullivan se hizo esperar a pesar de haber manteniendo una ventaja de más de 8.100 votos sobre el demócrata Mark Begich. Las elecciones se cierran, a la espera de una segunda vuelta en Luisiana el 6 de diciembre, con 53 senadores republicanos y 46 demócratas.

La cita fallida entre G. W. Bush y Tricia Nixon

Bush intentó emparejar a su hijo con Tricia Nixon. Cuando era joven, George W. Bush quedó una vez con la hija del entonces presidente de EE UU. En el libro revela que aquella cita fue un desastre.