Reino Unido
Cameron apuesta por la federalización
El Gobierno de David Cameron presentó ayer en Westminster un polémico plan para dotar a Inglaterra de mayor autonomía política dentro del Reino Unido. Se trata de un proyecto que los críticos ven como el primer paso hacia una federalización. El líder «tory» en la Cámara de los Comunes, William Hague, fue el encargado de detallar las opciones que baraja el primer ministro para cumplir con un plan que anunció en septiembre, sólo horas después de que se celebrase el histórico referéndum de Escocia.
Nada más conocerse los resultados del plebiscito, Cameron se congratuló porque el 55 por ciento del electorado votara por la unidad. Entonces prometió que a Edimburgo se le transferirían más competencias, tal y como se habían comprometido las tres principales formaciones en el conocido como «The Vow», que publicaron días antes de la consulta. Pero acto seguido señaló que también lucharía para que las leyes que afecten sólo a Inglaterra fueran votadas exclusivamente por los diputados ingleses, una de las demandas que durante años vienen pidiendo desde sus propias filas.
Con el proyecto presentado ayer, el «premier» cumple ante su partido. Pero sabe de sobra que el debate no tiene ninguna posibilidad de salir adelante antes de las elecciones de mayo, ya que cuenta con el rechazo de la oposición laborista. Con todo, Cameron está dispuesto a incluirlo en su programa electoral de cara a los comicios. «Así como los escoceses tendrán mayor poder sobre sus propios asuntos, es lógico que la opinión de los ingleses, galeses y norirlandeses tenga mayor peso sobre los suyos», recalcó Hague.
El líder de la oposición, Ed Miliband, que tradicionalmente depende de los escaños escoceses para formar mayorías en la Cámara de los Comunes, señaló que el proyecto va «en favor del Partido Conservador, más que del país». Entre otras cosas, porque en Inglaterra los «tories» gozan de mayoría. Por este motivo, los laboristas estudiarán las propuestas aunque recalcan que la unidad del país es más importante que la unidad del Partido Conservador.
La primera de las tres medidas sugeridas por Hague consiste en vetar a los diputados elegidos por circunscripciones escocesas, galesas y norirlandesas en las votaciones sobre leyes inglesas. Una segunda opción daría a los parlamentarios de Inglaterra mayor peso en la elaboración de ciertas leyes, antes de permitir que se pronuncie la Cámara al completo, mientras que la última propuesta de los conservadores otorgaría a los diputados ingleses poder de veto sobre ciertas legislaciones. «Así como los escoceses tendrán mayor poder sobre sus propios asuntos, es lógico que la opinión de los ingleses, galeses y norirlandeses tenga mayor peso sobre los suyos», dijo Hague.
Por su parte, los liberaldemócratas, socios en el Gobierno de coalición, pusieron sobre la mesa una cuarta opción, por la cual se formaría un comité de diputados ingleses que estudiaría las leyes que afecten a Inglaterra.
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