Elecciones
La campaña electoral olvida la lacra de los feminicidios en México
Las candidatas a presidir México no han presentado propuestas para combatir la violencia que mata a once mujeres al día
Es la gran paradoja de las elecciones presidenciales en México del próximo domingo. La principal preocupación de los mexicanos, la violencia y la inseguridad, se han quedado sin promesas electorales concretas. Dentro de un contexto generalizado de brutalidad, especialmente cruel y creciente es la violencia contra las mujeres. El año pasado, 3.411 mujeres murieron de forma violenta en México. De ellas, solo 848 fueron clasificadas como feminicidios; las 2.591 restantes fueron consideradas como homicidio dolosos. Entre 10 y 11 mujeres muertas cada día.
A pesar de lo alarmante del dato el ambiente en la sociedad es de anestesia colectiva, como si fuese parte de la realidad inevitable del país americano. Los medios de comunicación solo se hacen eco de los casos más llamativos. El próximo 2 de junio se elige a la primera mujer presidenta de México, pero la violencia de género no ha sido uno de los temas principales en la campaña electoral.
Ni Claudia Sheinbaum, candidata por la oficialista Morena y favorita para ganar los comicios, ni Xóchitl Gálvez, líder de la coalición de oposición han presentado estrategias de Gobierno para frenar esta lacra.
El dato de mujeres que mueren es solo la punta del iceberg en el contexto mucho más amplio de violencia de género: víctimas de trata o desapariciones forzosas. El 90% de los delitos no se denuncia. Es la cifra negra de la violencia en México. Miles de casos más permanecen sin reportar a las autoridades. Y cada vez más jóvenes. En 2022, 139 menores de edad fueron víctimas de feminicidio. Más de 8.000 niñas de 0 a 17 años sufrieron una violación, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Entre las causas del aumento de la violencia contra las mujeres durante el mandato de Andrés Manuel López Obrador –que hizo bandera de la causa feminista mientras buscaba la elección– están los severos recortes presupuestarios a los programas de ayudas a las mujeres y el cambio de estrategia para combatir la delincuencia organizada.
En 2019, había 129 programas gubernamentales dirigidos a las mujeres, y en 2021 quedaban solo 39, con fondos muy reducidos. Entre ellos, el polémico cierre total de las estancias infantiles, espacios públicos para el cuidado de niños. Un apoyo fundamental para que las mujeres pudieran salir a trabajar y dejar a sus hijos en un lugar seguro. El argumento del presidente AMLO para cerrarlas es que eran un foco de corrupción.
«Tener un Gabinete paritario no es avance feminista, si todo el poder lo concentra y lo amasa y lo ejerce un solo hombre, desatendido de lo que les pasa las mujeres del país que gobierna», analiza la politóloga y profesora del Instituto Tecnológico Autónomo de México Denise Dresser.
La violencia contra las niñas y mujeres está entrelazada con la delincuencia organizada. «En este sexenio se ha producido una falta de coordinación entre el Gobierno de la Federación con los Estados y municipios. Si no frenas la delincuencia desde lo local, la delincuencia escala. López Obrador nunca se ha quitado la camiseta de Morena y a los municipios y Estados que están gobernados por otro partido los ha desprotegido mucho», explica a LA RAZÓN Daniela de los Santos, candidata en los comicios del próximo domingo a la reelección como diputada local de Michoacán por PRI. De los Santos es impulsora del Centro de Justicia para Niñas, Niños y Adolescentes de Michoacán, un organismo de atención integral a la infancia afectada por algún tipo de delito o en situación de riesgo.
No parece que el futuro para las mujeres después del 2 de junio vaya a mejorar de forma inminente. «No puedes cambiar algo que no miras y [las candidatas a liderar México] no están mirando a las mujeres ni sus demandas. Y si no miran a las mujeres, tampoco miran a las infancias», asegura a LA RAZÓN, Nuria Gabriela Hernández, investigadora en derechos humanos.
El camino para resolver esta lacra no es directo ni corto, pero hay algunas medidas prácticas que se pueden poner en marcha para comenzar a contener estas cifras alarmantes. «Las mujeres necesitan autosuficiencia económica –explica Hernández–. Si entran a un refugio y luego salen pero siguen siendo dependientes económicamente, regresan a su misma realidad con su agresor». Y en segundo lugar, facilitar el acceso efectivo a la justicia. «Lo que ocurre es que van a Fiscalía y es la primera pared con la que se encuentran. El proceso para denunciar es largo. Tienen que perder un día de trabajo en acudir a las instancias judiciales. Y una vez ahí, no las toman en serio. Esuna revictimización».
En la cuenta atrás para las elecciones más importantes de México, la cantautora Vivir Quintana le canta a la que será la nueva inquilina del Palacio Presidencial. El sencillo «Compañera Presidenta» recoge el abandono que sienten las mujeres mexicanas y es un recordatorio a la futura presidenta para que haga justicia. «Compañera presidenta, seas quien seas, es preciso que te llames compañera. Es preciso que te llamen compañera», dice la canción.
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