Francia
Crece la tensión en Francia por el campamento de inmigrantes en Calais
Aunque el problema está hace tiempo enquistado, la inestabilidad se ha recrudecido en el campamento de Calais
Aunque el problema está hace tiempo enquistado, la inestabilidad se ha recrudecido en el campamento de Calais.
La tensión política y social en Francia acerca del campamento de inmigrantes situado en Calais aumentó en las últimas horas por la construcción de un muro y por el aprovechamiento electoral de esta dramática situación.
Aunque el problema está hace tiempo enquistado, la inestabilidad se ha recrudecido en el campamento de Calais, popularmente conocido como "La Jungla", y cuyos cerca de 10.000 habitantes siguen en un insoportable limbo legal, denunciaron a EFE cooperantes en el terreno y habitantes del emplazamiento.
Según estas mismas fuentes, ha contribuido a enturbiar el ambiente tanto la construcción del nuevo muro en los alrededores del recinto, como el uso político que el Gobierno socialista y la oposición conservadora hacen de este emplazamiento cuando restan apenas ocho meses para las elecciones presidenciales.
Oficialmente, la construcción de un muro al sur del espacio que ocupan hoy miles de demandantes de asilo y emigrantes de Sudán, Afganistán, Eritrea o Somalia tiene como objetivo proteger a los camioneros que circulan con destino al Reino Unido de los frecuentes abordajes.
Los emigrantes montan obstáculos en la carretera para forzar a los camiones a que se paren y, en ese momento, aprovechan para meterse en los bajos de los vehículos, cuyo destino final es el Reino Unido, país a menos de dos horas de la norteña Calais.
Sin embargo, según han denunciado fuentes del campamento, en la práctica la valla es un gasto caro e innecesario y aisla aún más a los miles de emigrantes que ya viven apiñados.
Además -advierten- no evitará nuevos abordajes y se les envía un mensaje negativo con consecuencias imprevisibles.
"Los políticos son los culpables. Hay un doble rasero. Cuando muere un niño de 13 años afgano cruzando al Reino Unido no pasa nada, pero si es uno europeo se pone el continente patas arriba. En mis país acogemos con los brazos abiertos a los extranjeros", lamentó a EFE Whise, un afgano con permiso de residencia en la UE, pero sin uno para trabajar legalmente.
El joven, que huyó en el 2011 de la peligrosa e inestable Afganistán, reprochó a los políticos que estén solo interesados en los votos y en el dinero que el poder les reporta.
Precisamente visitó hoy la portuaria Calais el expresidente francés Nicolas Sarkozy, uno de los favoritos para ser el candidato conservador a las presidenciales de abril-mayo de 2017.
En plena campaña en las primarias de su partido, Sarkozy aprovechó el tirón mediático del campamento de Calais para posicionarse como el adalid de la seguridad y el orden: "Evitaré que Francia se convierta en un coladero para los inmigrantes", dijo en uno de los actos en los que participó.
Además, el actual presidente, el socialista François Hollande, también irá a Calais, pero el próximo lunes, en lo que muchos ven también como una maniobra electoralista.
Junto al plan de desmantelamiento del asentamiento, confirmado ayer mismo por el Ejecutivo como una forma de preservar el orden y respetar los derechos humanos, el levantamiento de un muro de un kilómetro de longitud y cuatro metros altura ha echado más leña al explosivo ambiente de "La Jungla".
La policía francesa volvió hoy mismo a lanzar gases lacrimógenos en las cercanías del campo para dispersar a las varias decenas de inmigrantes que buscaban introducirse en los camiones que van al Reino Unido.
Pero la nueva valla no parece haber cohibido a los más jóvenes, que seguirán arriesgando sus vidas para meterse en los bajos de los vehículos, como pretende hacer el sudanés Youssef, de 17 años.
"Me llamo Youssef y soy británico (risas). Bueno, dentro de dos días lo seré, cuando me cuele en un camión hacia el Reino Unido", confesó a EFE este risueño muchacho de 17 años de agradable e inocente sonrisa.
Compatriota de Youssef es Halal, de 20 años. "En Francia no gustamos porque somos negros. Hay racismo. Lo que yo quiero es pasar al Reino Unido y más tarde a Estados Unidos. ¿Sabías que allí tienen un presidente negro?", relató.
Los sudaneses, cuyo país atraviesa un largo periodo de inestabilidad, son ahora la mayoría, por delante de los afganos, en un campamento sin saneamiento básico en el que cerca del 10 % (unos 900) son menores de edad solos y entre un 15 y un 20 % mujeres, muchas de ellas en situación vulnerable.
EFE
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