Política

Estado Islámico

Daesh hace un llamamiento a los “lobos solitarios” para que venguen su derrota

Incertidumbre ante lo que pueda hacer en el futuro la banda yihadista

Combatientes del ISIS durante los enfrentamientos con el Ejército sirio
Combatientes del ISIS durante los enfrentamientos con el Ejército siriolarazon

No es una casualidad que en el último mensaje que Daesh ha emitido antes de perder su último bastión en Siria, los terroristas hagan un llamamiento a sus actores (“lobos”) solitarios para que venguen la derrota haciendo correr “ríos de sangre”. Expertos antiterroristas, consultados por LA RAZÓN, señalan que la banda yihadista se va a dedicar a a partir de ahora a lo que se ha dado en llamar “insurgencia”, que no es otra cosa que el terrorismo puro y duro.

Esos mismo expertos reconocen, sin embargo, que existe “incertidumbre” ante lo que va a hacer el grupo yihadista. «No sabemos cómo se va a modelar Daesh tras la pérdida del “califato”, de los territorios que había conquistado en Siria e Irak a partir de 2014; si se va a quedar en la “insurgencia”, a esperar a que pase el “chaparrón”, o va a hacer otra cosa”, declaró recientemente a este periódico un alto mando de la Guardia Civil especializado en la lucha contra el yihadismo.

Daesh se ha convertido en una amenaza global mediante la utilización masiva del ciberespacio para captar, de manera indiscriminada, a nuevos adeptos, con la generación de una dinámica yihadista, de odio a los «cruzados», a los «infieles». La amenaza es «espontánea, individual e imprevisible» (los “lobos”)», agregó.

Lo que preconiza Daesh es «universalizar» la amenaza y utiliza de forma masiva el ciberespacio, donde también se lucha contra los terroristas.

Subrayó que «Daesh está ahí, no ha desaparecido, con su amenaza. Ha podido perder el territorio, pero no la dinámica terrorista para seguir atacando a occidente. No sabemos cómo se va a organizar a partir de ahora, si optará por trasladar su estructura de mando a algún país como Afganistán, o se organizarán en la insurgencia». En definitiva, al haber sido derrotado en la guerra convencional, dedicarse ahora a la guerra subversiva.

Prueba de las intenciones de los terroristas está el llamamiento, adelantado por LA RAZÓN, lanzado recientemente por la banda en la revista «Shabaak al Khilafah» (Jóvenes del Califato) para que individuos adolescentes, o que superan con poco los 18 años, se conviertan en «lobos solitarios». La publicación pretende la captación de los jóvenes con el fin de que se unan a la banda yihadista y, para ello, insertan en las páginas de la revista, que se difunde a través de internet, en especial Telegram, imágenes «impactantes» más que largas peroraratas teóricas.

Los cabecillas saben que los jóvenes, sobre todo si tienen escasa formación, no son partidarios de leer largos textos que a la postre les aburren.

Los mensajes les entran mejor a través de imágenes o titulares que son interiorizados con facilidad, lo que contribuye a la fanatización de los individuos a los que va destinada la revista. Les llenan la cabeza con historias, reales o no, de supuestos «héroes» que, pese a su juventud, ya han cometido atentados suicidas y se han ganado el paraíso, con su componente de mujeres vírgenes, manjares de todo tipo y los tópicos al uso ya conocidos.

Más recientemente, fue difundido un manual, del que también se publicó una referencia en este diario, del «Emirato Islámico de Afganistán» en el que se anima a los yihadistas a seguir utilizando las redes, a las se considera tan importante como las armas en el campo de batalla. Se trata, explican, de hacer la yihad por otros medios, con una adecuada cobertura mediática que permiten la «penetración» en la opinión pública. En definitiva, el adoctrinamiento y contrarrestar los ataques de los «infieles» a través de esas mismas redes. «El trabajo yihadista es estar en la brecha. Las dimensiones del jihad mediático» son fundamentales y no se pueden limitar a meras traducciones o «buenas palabras», agrega el manual. «No estás aquí para estar sentado en una silla, sino para gestionar el trabajo y difundir el mensaje de los muyahidines, el llamado de los musulmanes. Y para incitarlos a la yihad por el bien de Allah». «Eso es trabajar para Dios. Hay cientos de personas que esperan ser educadas. Así que trabaje y preste atención a Dios y será recompensado por su diligencia», añade. Cientos o miles. Eso es lo que tienen en la cabeza los dirigentes yihadistas.

Daesh ha perdido el territorio pero mantiene sus objetivos estratégicos de un “califato mundial” y, para ello, utilizará, sin ningún tipo de freno, siempre que pueda, el terrorismo.