General Gordon Davis

"Las transiciones de poder en Rusia siempre han provocado violencia e inestabilidad”

El general estadounidense retirado Gordon “Skip” Davis asegura que no se dan las condiciones para que el Ejército ruso apoye un golpe contra Putin

El general retirado Gordon B. "Skip" Davis
El general retirado Gordon B. "Skip" DavisLa RazónLa Razón

"Ucrania conserva la iniciativa y la superioridad moral, pero necesitará un apoyo militar, político, financiero y humanitario occidental para ganar la guerra", asegura Gordon B. “Skip” Davis, general de división retirado del Ejército de EEUU en una entrevista con LA RAZÓN. Subsecretario general adjunto de la División de Inversión en Defensa de la OTAN, a la que se unió después de retirarse del Ejército de EEUU con más de 37 años de servicio, Davis cree que Vladimir Putin perdería mucho más de lo que ganaría con el hipotético uso de las armas nucleares tácticas estacionadas en Bielorrusia.

¿Cree que Rusia puede emplear armas nucleares tácticas en Ucrania si comienza a perder la guerra?

La probabilidad de que Rusia emplee armas nucleares tácticas en Ucrania es muy baja. A pesar de la continua retórica de los líderes rusos, la última de ellas de Medvedev el 3 de julio, Putin y sus fuerzas militares tienen poco que ganar y mucho que perder con el uso de armas nucleares. Una decisión así sería incoherente con la doctrina de Rusia, que solo contempla el uso de esas armas cuando esté en juego la supervivencia de la nación o la de su gobierno. Las armas nucleares tácticas no aportarían ningún beneficio y sólo provocarían una condena internacional y una respuesta más contundente por parte de Occidente, incluidas represalias militares. Los dirigentes rusos esperan que sus amenazas asusten a la opinión pública y a los gobiernos occidentales y provoquen una reducción del apoyo a Ucrania. El empleo real de armas nucleares supondría la asunción de los fracasos tácticos de Rusia y de la debilidad de sus fuerzas convencionales. Algo así provocaría un aumento de la determinación occidental y ucraniana de ganar.

Sin Wagner, Putin pierde una parte sustancial de su posición en África y Ucrania. ¿Es este episodio el principio del fin de la guerra?

Parece que Putin está haciendo todo lo posible para retener la lealtad de Wagner después de Prigozhin. Putin y su portavoz han asegurado a los líderes africanos que las tropas de Wagner continuarán con su presencia y apoyo en lugares como República Centroafricana, Libia, Malí y Sudán. Las operaciones de mercenarios de Wagner en el extranjero representan una fuente de ingresos y un tentáculo de la influencia rusa. En Ucrania, las tropas de Wagner han sido las más efectivas. Putin y la cúpula militar rusa han ofrecido a los comandantes y a tropas de Wagner una amnistía y varias opciones: integrarse en las fuerzas armadas rusas, desmovilizarse y regresar a casa, o ir a Bielorrusia. Queda por ver si Putin respetará esta amnistía. Independientemente de lo que quede de las fuerzas de Wagner en Ucrania, es poco probable que vuelva a ser punta de lanza de futuras operaciones rusas; tampoco gozará de la atención y los elogios que la gente le brindó hasta ahora. Aparte del motín de Wagner, estamos viendo muchas señales que indican problemas para Rusia en su objetivo de retener territorio y derrotar la contraofensiva ucraniana. De hecho, este puede ser el comienzo del fin de la guerra en Ucrania, pero estamos muy lejos de ese final y sigue siendo incierto en términos de cómo se desarrollará ese final. Ucrania conserva la iniciativa y la superioridad moral, pero necesitará un apoyo militar, político, financiero y humanitario occidental continuo para ganar.

¿Cómo puede ser una transición en Rusia? ¿Será inevitablemente violenta?

En una futura transición entre Putin y su sucesor hay demasiadas variables a considerar sobre el cuándo y el cómo. Los acontecimientos recientes han demostrado cuán errónea fue la decisión de Putin de apoyarse en el uso de mercenarios en Ucrania y permitir que señores de la guerra como Prigozhin y Kadirov tengan libertad de acción y puedan desafiar el liderazgo militar ruso y la política estatal con casi total impunidad. A lo largo de su historia, Rusia ha experimentado inestabilidad interna y violencia en los procesos de transición, a menudo relacionados con derrotas militares como la sufrida en la guerra ruso-japonesa de 1905, la retirada rusa de la Primera Guerra Mundial en 1917 y la retirada rusa de Afganistán en 1989. La ausencia de éxitos en la actual guerra rusa contra Ucrania está generando tensiones internas. El motín de Prigozhin es solo una de ellas.

¿Qué tipo de líder podría reemplazar a Putin en un futuro, uno más democrático y pro-occidental o por el contrario uno más nacionalista y autoritario?

Eso es algo que desconocemos. No sabemos si las tensiones actuales y el control interno de Putin debilitarán su posición en el largo plazo y si acelerarán su salida. Putin ha demostrado ser un dirigente audaz a la hora de superar los desafíos personales durante sus más de 23 años en el poder. Es revelador el hecho de que ninguna unidad militar rusa importante se unió a la causa de Wagner durante la marcha hacia Moscú. Ningún miembro de la otra élite rusa (los llamados "siloviki") se hizo eco o apoyó sus llamamientos para acabar con Shoigu y Gerasimov: así es el poderoso general ruso que está entre Putin y el botón nuclear

¿Prigozhin resurgirá en un futuro cercano para enfrentarse a Putin y Shoigu?

Putin ya está actuando para socavar el apoyo social de Prigozhin. Está cortando el apoyo financiero a Wagner, purgando a los partidarios de Prigozhin y sentando las bases para lanzar acusaciones de corrupción. Putin también ha rechazado la exigencia de Prigozhin para cambiar la cúpula militar y ha seguido apoyando claramente a Shoigu. Un escenario probable es que Putin amenace a Prigozhin aún estando en el exilio en Bielorrusia. Incluso si Putin no amenaza a Prigozhin, éste aún enfrenta un futuro complicado. Prigozhin es una figura desagradable, un matón brutal desde el punto de vista de la mayoría de la gente y un criminal de guerra. Sigue bajo sanciones internacionales y podría enfrentar cargos por crímenes de guerra en base a su papel al frente de Wagner durante su combate en Ucrania.

¿Cree que los altos mandos militares rusos apoyarán a Putin en otro golpe?

Prigozhin y sus tropas de Wagner se amotinaron. No pidieron el derrocamiento del gobierno ruso, sino un cambio en el liderazgo militar ruso debido a la ineptitud y la corrupción en la guerra contra Ucrania. Dicho esto, las presiones sobre los líderes militares rusos continúan aumentando. Desde arriba, Putin y los altos mandos militares presionan para cosechar éxitos en el campo de batalla en medio de pérdidas, fracasos y sacrificios. Históricamente, los rusos han tenido una tolerancia muy alta al dolor y la violencia. Y aunque hemos visto incidentes de tropas rusas que se niegan a luchar o se retiran ante los avances ucranianos, no se dan las condiciones para que los altos mandos militares rusos arriesguen su vida en apoyo de un golpe. Para que el ejército ruso apoye un golpe de estado hacen falta algunas señales que ahora no hemos visto como la indignación de los rusos, disturbios en las calles, la ruptura de los “siloviki” con Putin y grandes fracasos militares en Ucrania

¿Tiene el gobierno de EEUU un plan en caso del colapso de Rusia? ¿Cuál es la posición de la administración Biden?

El gobierno de EEUU, como muchos otros, tiene planes de contingencia para múltiples escenarios, incluida una situación de inestabilidad y cambios en Rusia. El presidente Biden mencionó en una reciente conferencia de prensa que había ordenado a su equipo de Seguridad Nacional que se preparara para distintos escenarios, lo que probablemente incluya revisar y revisar los planes para responder a posibles cambios en Rusia. Cualesquiera que sean estos preparativos o planes, generalmente se clasifican y no se divulgan públicamente. En cuanto a la posición de la administración Biden con respecto a la situación actual en Rusia, Biden y sus líderes han enfatizado la importancia de mantener la estabilidad estratégica, gestionar las relaciones con Rusia y confrontar a Rusia donde haya desacuerdos importantes, como Ucrania. Estados Unidos, sus aliados y la OTAN han explicado que “no tienen nada que ver” con el grupo mercenario de Wagner y su desafío al presidente Putin. Tanto el presidente Biden como el secretario general de la OTAN, Stoltenberg, han declarado que se trata de un asunto interno que deben resolver los rusos. Las repercusiones del motín liderado por Prigozhin continúan y llevará tiempo comprender cuánto daño ha causado o causará a la imagen de Putin y al control sobre el estado y el ejército rusos.