Después de un primer tiroteo, el negociador de la policía trató de comunicar con el secuestrador pero no lo logró. Al entrar en el edificio, los agentes encontraron los cuerpos sin vida del secuestrador y de sus tres rehenes.

Un hombre armado secuestró a tres mujeres en una residencia militar para veteranos de guerra en California y se atrincheró en una de las habitaciones y tuvo un final trágico. Cuando la policía logró acceder al edificio, encontró el cadáver del secuestrador y de sus tres rehenes.

El senador Bill Dodd explicó a los periodistas que el pistolero era miembro de Pathway Home, un programa para veteranos que sufren estrés postraumático. Las primeras hipótesis indican que las rehenes eran empleadas que habían trabajado con él en el centro. "Es una noticia trágica, de las que nunca nos gustaría tener que contar", dijo el portavoz de la Patrulla de Caminos de California, Chris Childs, frente a las instalaciones en Yountville, un pintoresco pueblo ubicado en el corazón de la región vitivinícola del Valle de Napa a unos 97 km al norte de San Francisco.

A pesar de los repetidos esfuerzos de los negociadores de la policía para comunicarse con el sospechoso durante todo el día, las autoridades dijeron que no habían podido contactar con él después del intercambio de disparos con un ayudante del alguacil. El suceso se produce menos de un mes después de que un ex alumno matara a 17 personas con un rifle de asalto en una escuela secundaria de Florida. Esa masacre desencadenó una campaña liderada por estudiantes en busca de nuevas restricciones sobre la venta de armas para frenar los tiroteos masivos que ocurren con una frecuencia aterradora en Estados Unidos en los últimos años.

El Veterans Home of California, una residencia para aproximadamente 1.000 veteranos militares, es la instalación más grande de este tipo de Estados Unidos. El edificio donde se produjeron los hechos está separado del campus. Todo el complejo, su personal y los residentes fueron protegidos durante el asedio, que comenzó aproximadamente a las 10:30 a.m. hora local (18:30 GMT del viernes) y terminó casi ocho horas después.

El incidente comenzó cuando el pistolero entró con un rifle al edificio de Pathway Home, donde se celebrara una fiesta de despedida para uno de los empleados, explicó uno de los empleados cuya mujer estaba en el edifició con el secuestrador. Así, narró que su mujer le había relatado que el pistolero la había permitido a ella y a otras tres mujeres abandonar la sala en la que se celebraba la fiesta, mientras que otras tres empleadas fueron retenidas.

Un residente de la casa, identificado como Rod Allen por la filial de televisión de CBS KPIX-TV, dijo que el hombre armado tomó a los rehenes después de permitir que algunas personas en la fiesta se fueran. Después, realizó unos 30 disparos, dijo el residente.

James Musson, un veterano del ejército de 75 años y residente de la instalación, dijo a Reuters que muchos de los que vivían allí expresaron su preocupación por la laxitud de las medidas de seguridad, y explicó que los visitantes podían entrar y salir sin restricciones y que los oficiales de seguridad pública no estaban armados. "Puede haber algo que pueda proporcionar un mayor grado de seguridad, no sé si un hecho como este desencadenará algo así", dijo.

Reuters