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Detenido en Málaga por suministrar armas para los atentados de París

La Policía arresta a Antoine Denevi y le relaciona con el ataque al supermercado judío en 2015

Antoine Denevi, en una imagen de la Policía
Antoine Denevi, en una imagen de la Policíalarazon

La Policía arresta a Antoine Denevi y le relaciona con el ataque al supermercado judío en 2015.

El ciudadano francés Antoine Denevi, detenido ayer en Rincón de la Victoria (Málaga), continuaba en España, donde residía provisto de documentación falsa, con sus actividades ilícitas de tráfico de armas, según informaron a LA RAZÓN fuentes antiterroristas. Se trata de una operación de la Comisaría General de Información de la Policía en colaboración con sus homónimos galos. Sobre este individuo pesaba una Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) emitida por las autoridades judiciales del país vecino.

Los investigadores tratan ahora de determinar qué planes tenía para el futuro inmediato y cuáles eran sus «clientes» en la actualidad, aunque todo parece indicar que lo hacía para diversas bandas terroristas yihadistas.

Chequia

Denevi, de 27 años, nacido en Sainte Catherine, Departamento de Paso de Calais (Francia), adquiría las armas sobre todo en Chequia, a través de un sistema de venta por catálogo que incluye fusiles de asalto, subfusiles, pistolas, etcétera. También se le relaciona con individuos de origen serbio, quienes podrían haber facilitado su acceso a armas y municiones. En el registro de su domicilio han sido intervenidos diferentes documentos falsos utilizados por el detenido, un pasaporte europeo válido de otra persona, así como numerosos aparatos informáticos, entre ellos algunos de almacenamiento.

Las autoridades francesas le identificaron en su momento como el responsable de la red criminal que suministró armas y municiones de guerra al terrorista francés Amedy Coulibaly, uno de los autores de los atentados de París del 8 y 9 de enero de 2015, en concreto de una agente de la policía municipal y de varios clientes en un supermercado judío, en una clara acción criminal de carácter antisemita. Coulibaly, terrorista del Daesh, disparó a dos agentes de la Policía Municipal en Montrouge, en la periferia de París, resultando uno de ellos muerto y el otro herido. Posteriormente, se dio a la fuga. Al día siguiente, accedió fuertemente armado al supermercado «Hyper Cacher» de París y tomó como rehenes a varias personas que se encontraban en su interior.

Asesinó a cuatro de ellas e hirió a otras cuatro. Las fuerzas especiales de la Policía francesa, el RAID, asaltaron el lugar y abatieron a Coulibaly.

En el momento de morir, tenía en su poder dos fusiles de asalto AK 47, dos pistolas semiautomáticas y un cuchillo de combate.

Además, en el lugar se encontraron también 20 cartuchos de dinamita industrial, dos mechas lentas y dos detonadores.

El terrorista francés había visitado España días antes de llevar a cabo los atentados para acompañar a su pareja sentimental al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas con el fin de que ésta tomara un vuelo hacia Estambul (Turquía) y pasara después a Siria.

Actualmente, se encuentra integrada en la estructura operativa en el Daesh, el Estado Islámico.

Según una nota de Interior, «tras este viaje a España, Amedy Coulibaly regresó a Francia con la firme intención de llevar a cabo tantas acciones terroristas como le fuera posible, asumiendo su entrega total en este proceso, tal y como quedó patente en los atentados que llevó a cabo en París».

Por su parte, el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco decretó ayer mismo el ingreso en prisión incondicional de Denevi, que ha accedido a ser entregado a Francia, donde tendrá que responder de las imputaciones que pesan sobre él. La Fiscalía mostró su conformidad con la entrega una vez se constate que la Audiencia Nacional no es competente sobre estos hechos y nuestro país no tiene abierta una investigación sobre los mismos.

El ministro del Interior de Francia, Bernard Cazeneuve, se puso ayer en contacto con su homólogo español, Jorge Fernández Díaz, para agradecerle personalmente el arresto en España de Denevi.

Ambos mandatarios mantuvieron una conversación telefónica en la que el ministro galo mostró su alegría por la «muy buena noticia» y subrayó la «valiosa y amistosa ayuda» española.