Reino Unido
Dimite la ministra del interior de May por la polémica migratoria
La debilitada premier Theresa May perdió anoche un gran apoyo dentro de su Gobierno. La ministra del Interior, Amber Rudd, vista en su día como su sucesora, presentó su dimisión por la polémica generada por el “caso Windrush”, la generación de caribeños llegados al Reino Unido después de la Segunda Guerra Mundial, que ahora se han visto en situaciones desesperadas, en incluso muchos de ellos han sido repatriados, por las estrictas normas antiinmigración introducidas en 2012.
Fue la propia May quien introdujo la normativa cuando era titular de Interior con la anterior legislatura de David Cameron. Pero fue a Rudd a quien la polémica le explotó en las manos generando un escándalo que alimenta el temor sobre el destino de los ciudadanos europeos tras el Brexit.
Durante la campaña de las elecciones del año pasado, Rudd tomó un gran protagonismo dentro del Partido Conservador siendo considerada por los analistas incluso como la futura líder. Sin embargo, en los últimos días, su situación se había vuelto insostenible. Especialmente cuando, en medio de la crisis de inmigración, tuvo unos desafortunados comentarios respecto a la posición del Ejecutivo con la unión aduanera tras el Brexit, asegurando que el Gabinete aún no había decidido qué hacer al respecto. Aquello enfureció a los euroescépticos y fue la gota que colmó el vaso.
Según publicó ayer The Guardian, la ex ministra explico en una carta a May explicando su objetivo “ambicioso” de deportar un 10% más de inmigrantes ilegales “en los próximos años” y hoy lunes estaba previsto que compareciera en la Cámara de los Comunes para explicar su plan.
Sin embargo, tras la gran presión, a última hora de la noche de ayer, llamó a May para presentarla su renuncia, una decisión que la premier aceptó según confirmó un portavoz de Downing Street.
La dimisión supone otro varapalo para la debilitada primera ministra en medio de las negociaciones del Brexit, donde los derechos de los comunitarios que viven actualmente en el Reino Unido suponen una de las cuestiones más polémicas.
La propia May cuando era ministra de Interior puso en marcha en 2012 las controvertidas políticas de “ambiente hostil”. La idea era forzar a empresarios, caseros y funcionarios públicos a comprobar el estatus migratorio de los ciudadanos, para persuadir a los inmigrantes en situación irregular de abandonar el país. La normativa ha colocado en situaciones extremas a muchas de las personas que llegaron de países caribeños para paliar la escasez de mano de obra tras la Segunda Guerra Mundial. (fin).
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