Estados Unidos
López Obrador se rinde ante Trump y militariza la frontera con EE UU
Estados Unidos cancela los aranceles que iba a imponer a todos los bienes mexicanos tras pactar con México un plan que frene la llegada de inmigrantes
Estados Unidos cancela los aranceles que iba a imponer a todos los bienes mexicanos tras pactar con México un plan que frene la llegada de inmigrantes
Y a la semana de conversaciones, después de amenazar con unos aranceles del 5%, extensibles al 25% en los próximos meses, Donald Trump anunciaba un acuerdo con México. “México ha aceptado empezar a comprar de forma inmediata grandes cantidades de productos de agricultura de nuestros grandes y patriotas granjeros, tuiteaba, eufórico, Trump.
Hasta donde sabemos México acepta que EEUU pueda devolver a México todos los inmigrantes que lleguen ilegalmente. Al mismo tiempo México acepta de nuevo a hacerse cargo de todos aquellos inmigrantes centroamericanos que aguardan en México a que se resuelva su expediente. De esta forma López Obrador y su gobierno salvan la entrada en vigor de los primeros aranceles, que entraban en vigor mañana lunes.
El país también desplegará a la guardia nacional en todo el país y especialmente en la frontera con Guatemala, punto de entrada de la mayoría de los inmigrantes. “Me alegra informar de que los EEUU ha llegado a un acuerdo firmado por México”, escribía Trump. “Los aranceles programados a partir del lunes contra México quedan suspendidos indefinidamente.
México a cambio ha asumido adoptar fuertes medidas para contener la inmigración”. Y poco después afirmaba su “agradecimiento” al presidente Obrador y al ministro de Asuntos Exteriores, Marcelo Ebrard, junto con todos los representantes de ambos países por trabajar tanto y durante tanto tiempo para conseguir alcanzar un acuerdo en inmigración”.
La alegría estaba más que justificada. No tanto porque las medidas alcancen a ser algo más que brindis al sol o porque realmente sea posible revertir la avalancha humana que sale casi todas las semanas desde Guatemala, sino porque ningún otro presidente, al menos no en las últimas décadas, había logrado imponer de tal forma su agenda a un gobierno del país vecino.
Sin duda que las tarifas perjudicarían de forma brutal a las empresas estadounidenses y también canadienses, dada la casi irrompible cadena comercial entre los tres países, pero la evidencia de que Trump estaba dispuesto a dañar a las empresas y consumidores de su país sin duda condicionó todo. Prueba de la Casa Blanca parecía decidida a llevar a término sus amenazas fue el conato de rebelión de la bancada republicana, atemorizada por la hipótesis de que el presidente disparase el precio de la cesta de la compra.
La cuestión ahora es saber si las exhibiciones militares de México servirán de algo. Pero al menos de momento no ha trascendido un número, unas cifras, unos datos que permitan ir más allá de la operación cosmética. La embajadora de México en EEUU, Martha Bárcena, aseguraba el viernes que México proveerá de educación, manutención, oportunidades de trabajo y salud a todos los inmigrantes que esperan en su país a que los tribunales de EEUU decida sobre su futuro. Unas 8.000 personas. Pocas, en realidad, comparadas con las 132.000 capturadas en la cercanía de la frontera de EEUU durante el mes de mayo.
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