Alemania

El ascenso del partido xenófobo en Alemania inquieta a Europa

Los ultranacionalistas de la AfD aspiran a entrar por primera vez en los tres parlamentos regionales con un discurso antiinmigración. Los sondeos arrojan un retroceso de las formaciones tradicionales. El SPD puede ser el gran derrotado, seguido por la CDU de Merkel

La canciller pronunció ayer un último mitin en el estado clave de Baden-Wuerttemberg antes de las elecciones regionales de hoy
La canciller pronunció ayer un último mitin en el estado clave de Baden-Wuerttemberg antes de las elecciones regionales de hoylarazon

Los ultranacionalistas de la AfD aspiran a entrar por primera vez en los tres parlamentos regionales con un discurso antiinmigración. Los sondeos arrojan un retroceso de las formaciones tradicionales. El SPD puede ser el gran derrotado, seguido por la CDU de Merkel

Tres importantes «länder» alemanes (Sajonia Anhalt, Baden Wüttemberg y Renania Palatinado) celebran hoy el primer gran examen electoral desde que la canciller Angela Merkel abriera las puertas del país a los refugiados. Los sondeos más recientes de estos comicios, que han adquirido importancia a escala nacional, muestran fuertes caídas de la Unión Cristianodemócrata (CDU) que lidera la canciller Angela Merkel, quien podría verse en la cuerda floja por vez primera desde que llegara al poder hace un decenio. En cambio, se prevé viento a favor para la derecha populista, representada por el partido euroescéptico y antiinmigración AfD (Alternativa para Alemania), que espera conseguir esta noche índices de aceptación de entre el 10 y el 15% .

La política de asilo ocupa el núcleo de estos comicios, muy esperados por los detractores de la cultura de la bienvenida que abandera el Ejecutivo alemán. Merkel, una canciller acostumbrada a contar con el favor de la opinión pública con cuotas de popularidad estables en torno al 70%, ha visto cómo su hospitalidad con los refugiados le costaba cada vez más apoyos, incluso de su propio partido. A pesar de las voces disonantes, la líder de la CDU se niega a abandonar la política aperturista. La expectación reina en el país a la espera de los resultados de esta noche, que probablemente castigarán significativamente a los partidos tradicionales. Mientras los cristianodemócratas mantendrían, con dificultades, su liderazgo en al menos dos de los tres estados, el partido socialdemócrata (SPD), que gobierna en coalición junto a la CDU, se erigiría como el gran perjudicado con dramáticos resultados. Las encuestas más recientes muestran una caída en el partido de Merkel en los tres «länder», aunque es en la próspera y conservadora Baden Württemberg donde se llevaría el mayor batacazo, con pérdidas de más de diez puntos porcentuales respecto a las elecciones de 2011. Ligeramente superados por la formación Los Verdes, que gobierna en coalición aunque no fue la fuerza política más votada, reunirían 33,5%. Tampoco en Renania Palatinado, un pequeño estado en el oeste del país, la popular candidata Julia Klöckner, vicepresidenta de la CDU, aglutinaría un número altísimo de votos: se quedaría en el 35%. En Sajonia Anhalt, una región más pobre y con altos índices de paro, los datos aún sitúan a la CDU como fuerza dominante con una cómoda ventaja (con el 29%) frente a la izquierda radical. Sin embargo, es en el «land» donde hay más apoyo a la formación populista emergente Alternativa para Alemania, la cual podría incluso desbancar a los socialdemócratas. Si se confirma esta noche este vertiginoso ascenso, con cuotas cercanas al 20%, AfD conseguirá las cifras más altas de su historia y el récord de mayor intención de voto para un partido tan nuevo. En Baden Würtemberg y Renania Palatinado la aprobación se sitúa en el 11% y 9% respectivamente.

Estos datos muestran que Alemania podría inaugurar un nuevo ciclo turbulento. Ningún partido extremista había estado representado en los parlamentos desde 1945. AfD se creó a principios de 2013 como protesta por las políticas de rescate del euro. Comenzó con pobres índices de voto, pero encontró en la crisis de los refugiados una oportunidad de oro para crecer y se limitó a ir recogiendo los votos de todos los ciudadanos descontentos por las propuestas migratorias de Merkel. Supo hacerse escuchar por la derecha decepcionada y sacar su máxima tajada política a la inquietud creciente en el país por la afluencia masiva de refugiados. AfD, definido por la canciller como una formación que «aviva y polariza los prejuicios», ha sido polémico desde el inicio, pero cruzó todas las líneas cuando su líder, Frauke Petry, sugirió en enero la autorización de armas de fuego contra los refugiados que ilegalmente trataran de cruzar las fronteras. Además de la integración de este partido en los nuevos parlamentos regionales, preocupa la mala imagen que el ascenso de la ultraderecha está dando en el extranjero. La inquietud no se oculta en Europa. Wolfgang Schäuble, el ministro de Hacienda, reconoció que era una «vergüenza para Alemania» y el diario New York Times describió recientemente en un artículo la «nueva cara del racismo en Alemania». «Criticamos el flujo masivo e incontrolado de migrantes, pero no apoyamos la violencia contra ellos», se defendió Syvia Gross, la candidata para AfD en Renania Palatinado. Sin embargo, las altas cifras de actos hostiles contra refugiados e incendios en sus albergues de acogida han alcanzado índices sin precedentes. Al millar de ataques de 2015, se suman 231 actos xenófobos sólo en el primer mes de este año.

Los politólogos alemanes consideran que el partido populista conseguirá aún más votos que los que muestran los sondeos, ya que la extrema derecha es aún un gran tabú en Alemania y no todos dan su sincera opinión ante el encuestador. Además, un tercio de los encuestados seguían indecisos hace dos días y se esperan altas cifras de abstención, que jugarán en favor de AfD. «Será difícil formar coaliciones», vaticina el politólogo Jürgen Falter, «el panorama es políticamente inestable».