Política

Reino Unido

El marido de May entra en la guerra del Brexit

Philip May presiona a su mujer para buscar un pacto con la UE que satisfaga a los "brexiters"y al DUP

La «premier» Theresa May y su marido Philip acuden ayer a misa a su parroquia de Maidenhead
La «premier» Theresa May y su marido Philip acuden ayer a misa a su parroquia de Maidenheadlarazon

Philip May presiona a su mujer para buscar un pacto con la UE que satisfaga a los "brexiters"y al DUP.

Theresa May siempre ha sido una mujer completamente hermética. Durante sus años como ministra del Interior jamás se tomó una copa en el bar de Westminster. Cuando se mudó a Downing Street, sus habilidades sociales no mejoraron. En los momentos más tensos con las negociaciones del Brexit, ni siquiera su Gabinete sabe exactamente qué le pasa por la cabeza. Solo hay una persona en la que confía plenamente: su marido. Philip May siempre ha sido su gran apoyo. Pero el hecho de que haya tomado ahora parte activa en la guerra civil que se vive en Downing Street no está facilitando las cosas para que el Ejecutivo logre consensuar con los diputados una estrategia de salida del bloque.

Tras cosechar la peor derrota parlamentaria en Reino Unido al presentar el acuerdo de retirada, la «premier» deberá presentar mañana un «plan B», pero los diputados de todos los partidos han presentado numerosas enmiendas que pueden cambiar las reglas de juego. Philip, cuya opinión ejerce una gran influencia sobre May, está persuadiendo a su mujer para que intente buscar un pacto con Bruselas que pueda garantizarle el respaldo de los «brexiters» de su partido y los norirlandeses del DUP, de cuyo apoyo depende el Gobierno.

Su postura ha enfurecido a Gavin Barwell, el jefe de personal del número 10, que acusa al marido de la «premier» de frustrar los planes para dejar a Reino Unido dentro de la unión aduanera, una opción que sí podría contar con el respaldo de la mayoría de la Cámara de los Comunes. May es consciente de que si el Ejecutivo plantea una alternativa en esta línea, los diputados laboristas acabarían aceptándola. Asimismo ya no sería necesaria una salvaguarda para evitar la frontera dura en Irlanda.

Este plan estaría muy en la línea con el modelo Noruega Plus, opción en la que desde hace meses trabajan conjuntamente un grupo de diputados «tories» y laboristas y que cuenta incluso con el apoyo de algunos miembros del Gabinete. El gran problema es que dejar a Reino Unido dentro de la unión aduanera es una opción que podría acabar definitivamente con el Partido Conservador. Los «brexiters» más radicales han adelantado que abandonarían su formación antes de apoyar esta medida.

Por lo tanto, May sigue sin moverse de sus «líneas rojas». Pero el tiempo se acaba y el Ejecutivo debe tomar una decisión antes del 29 de marzo, fecha de salida del club. La «premier» no desea salir de la UE sin un acuerdo, aunque se niega a descartar esta posibilidad de la mesa. En este sentido, el ministro de Educación, Damien Hinds, concedió ayer una entrevista a Sky en la que matizó que no prevé que «la opción del no acuerdo se convierta en política gubernamental». «No sería un buen resultado», señaló. En todo caso, recalcó que, de momento, «es importante que siga siendo una posibilidad, porque, por otro lado, hay gente que está intentado frustrar el Brexit completamente».

El ministro «tory» se refería a las enmiendas que los diputados presentarán mañana de cara a la votación clave para el divorcio. Aunque las enmiendas no serán legalmente vinculantes, pueden agregar presión sobre el Gobierno para tomar una dirección determinada durante las próximas semanas.

Entre las cláusulas que se han presentado hasta la fecha, destacan la petición para extender el plazo para abandonar la UE o bloquear la posibilidad de una salida sin acuerdo. Los parlamentarios críticos con el plan de salida quieren, además, que se elimine o se limite con una fórmula «legalmente vinculante» la llamada salvaguarda para evitar una frontera dura entre las dos Irlandas, ya que, en su opinión, puede dejar a Reino Unido integrado en las estructuras comerciales europeas durante años.