Londres

El Rey jordano aprueba un tratado con el Reino Unido para extraditar a un clérigo radical

El rey jordano, Abdalá II, aprobó hoy un tratado alcanzado con Reino Unido el pasado marzo para facilitar la extradición a Jordania del clérigo radical Abu Qatada, al que Ammán reclama por delitos de terrorismo.

El rey jordano, Abdalá II, aprobó hoy un tratado alcanzado con Reino Unido el pasado marzo para facilitar la extradición a Jordania del clérigo radical Abu Qatada, al que Ammán reclama por delitos de terrorismo.

El llamado acuerdo de asistencia legal mutua entre Jordania y el Reino Unido para asuntos criminales recibió el consentimiento real tras ser ratificado por las dos cámaras del Parlamento jordano.

El gesto de Abdalá II se produce antes de que el monarca visite mañana el Reino Unido para analizar con líderes británicos el conflicto sirio y la posibilidad de extraditar a Abu Qatada a Jordania y garantizarle un juicio justo.

Este viaje coincide con la cumbre del G8 (EEUU, Japón, el Reino Unido, Francia, Italia, Canadá, Alemania y Rusia), que entre hoy y mañana se celebra en Irlanda del Norte.

El primer ministro británico, David Cameron, dijo el pasado 12 de junio que mantiene su determinación "de poner en un avión hacia Jordania"tan pronto como sea posible al clérigo radical islámico Abu Qatada

Abu Qatada es reclamado por Jordania, que quiere juzgarle otra vez por su supuesta participación en dos conspiraciones terroristas en 1999 y 2000, por las que ya fue condenado en rebeldía.

Este clérigo fundamentalista huyó a Reino Unido en 1993 y obtuvo asilo político, alegando torturas en su país, pero en los últimos años el Gobierno británico ha tratado infructuosamente de deportarle al considerarle una amenaza para la seguridad nacional.

En Reino Unido el clérigo ha sido encarcelado y puesto en libertad bajo fianza en varias ocasiones, al tiempo que distintos tribunales han cuestionado abiertamente su largo encarcelamiento por no haber sido imputado en este país.

En un sorprendente cambio de postura, Qatada, de 52 años, aceptó finalmente el mes pasado regresar a Jordania si las autoridades de ese país se comprometen a no usar en su juicio pruebas obtenidas bajo tortura.