Guerra en Irak
Respaldo a la unidad de Irak frente a las aspiraciones kurdas
Esta es la segunda visita de Mattis a Irak, después del viaje que realizó el pasado febrero al inicio de la ofensiva contra el EI en la mitad oeste de la ciudad de Mosul.
Mattis supervisará el desarrollo de la ofensiva contra el EI en el norte del país que EEUU apoya como líder de la coalición internacional y buscará reforzar la coordinación con las fuerzas iraquíes.
Mientras las tropas iraquíes rompían ayer el cerco de Tel Afar y avanzan ya hacia el centro de la ciudad, tomada por el Estado Islámico en el verano de 2014, en Bagdad la guerra era sustituida por la diplomacia. En dos jornadas de ofensiva, las fuerzas iraquíes, apoyadas por las Unidades de Movilización Popular o fuerzas paramilitares, han recuperado varios barrios del extrarradio de Tel Afar y se enfrentaban ayer a los yihadistas en el barrio de Jadra, donde estos respondieron con coches bomba y suicidas. Mientras, en una visita sorpresa a Irak, el secretario de Defensa de EE UU, James Mattis, mostró su optimismo con los progresos de la guerra contra el EI y confió en la derrota definitiva del grupo terrorista.
Mattis aclaró que, aunque la derrota sobre el grupo no se producirá pronto –en sus propias palabras, «no va a pasar esta noche»–, sí que «habrá una amplia retirada» por parte de los combatientes de Abu Baker Al Baghdadi. A su juicio, al EI no le quedará más remedio debido a la presión de las fuerzas iraquíes, que ya se ha traducido en la reconquista de Mosul, la otra «capital» iraquí del autoproclamado califato. Además, los actuales combates en Tel Afar limitarán los movimientos de los yihadistas y reducirán el control del grupo de la localidad de Hawika, en Kirkuk.
Asimismo, el Estado Islámico está siendo castigado en la vecina Siria, donde los esfuerzos se centran ahora en Raqa, la «capital» siria del EI, y Deir Ezzor. Washington interviene con apoyo aéreo a las Fuerzas Democráticas Sirias, una alianza rebelde de tropas árabes y kurdas.
Durante su reunión con el primer ministro iraquí, Haider al Abadi, el jefe del Pentágono le manifestó el apoyo de Washington a la unidad de Irak, a casi un mes del referéndum de independencia del Kurdistán iraquí. Precisamente, la consulta kurda, a la que EE UU ya ha manifestado su rechazo, se convirtió ayer en el principal tema de discusión, ya que plantea la amenaza de la fragmentación sectaria de Irak una vez concluida la guerra. A este respecto Mattis aseguró que «EE UU apoya la unidad de Irak, rechazando cualquier acto de división o desestabilización». En la reunión Al Abadi y Mattis también conversaron sobre la colaboración entre ambos países en el campo de entrenamiento militar, armamento y en general sobre la guerra contra el terrorismo. Desde Bagdad, el secretario de Defensa de EE UU continuó su visita a Erbil, capital de la región autónoma del Kurdistán para reunirse con el presidente regional, Masud Barzani.
El 11 de agosto el secretario de Estado, Rex Tillerson, telefoneó a Barzani para pedirle que aplace la celebración del referéndum de independencia, pero el líder kurdo declinó esa petición. En un discurso en Erbil, Barzani reiteró ayer su intención de celebrarlo el 25 de septiembre, pese a la oposición de Bagdad, que lo consideran anticonstitucional.
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