
Elecciones en EE UU
Elon Musk mantiene contactos regulares con Putin desde finales de 2022
Según ‘The Wall Street Journal’, el hombre más rico del mundo tiene una relación fluida con el presidente ruso, con quien ha discutido sobre política internacional, negocios y otras cuestiones

Elon Musk mantiene contactos regulares con Vladimir Putin desde finales de 2022. Según adelantó ayer The Wall Street Journal, el hombre más rico del mundo tiene una relación fluida con el presidente ruso, con quien ha discutido sobre política internacional, negocios y otras cuestiones sin el conocimiento de la Administración de Joe Biden.
El Kremlin, sin embargo, niega la existencia de dichos contactos. El portavoz de Putin, Dmitri Peskov, aseguró este viernes en rueda de prensa que ambos solo han conversado en una ocasión «anterior a 2022», como recoge el periódico. «La conversación fue más bien de carácter informativo. Hablaron sobre tecnologías visionarias, soluciones tecnológicas para el futuro, (...) direcciones del desarrollo tecnológico que Musk considera prometedoras. Putin habló de cómo nos van las cosas a nosotros», subrayó Peskov, quien tachó de «absolutamente falsas» unas informaciones que, en su opinión, responden a una «feroz» campaña electoral en Estados Unidos.
«La carrera electoral ha entrado en su fase final y, por supuesto, los contrincantes no le hacen ascos a nada. Recuerden que hace una semana decían que Putin supuestamente habla con Trump todo el día, ahora supuestamente habla con Musk», sentenció el portavoz del Kremlin. «Todo eso es mentira».
Dueño de la plataforma X y consejero delegado de Tesla y SpaceX, Musk se ha convertido en uno de los principales apoyos de Donald Trump en su carrera hacia la Casa Blanca. El magnate ha inyectado más de 75 millones de dólares en la campaña electoral del republicano y la pasada semana anunció que sortearía un millón de dólares a diario hasta la jornada electoral entre los votantes registrados de Arizona, Pensilvania, Carolina del Norte, Georgia, Míchigan, Nevada o Wisconsin, los siete estados clave que decidirán el resultado de las elecciones.
Las condiciones para llevarse el botín pasan por firmar una petición que afirme su apoyo a los derechos a la libertad de expresión y a portar armas. Musk ya ha realizado tres sorteos –en condiciones irregulares– a pesar de que el Departamento de Justicia de Estados Unidos le ha advertido que esos pagos podrían violar la ley electoral.
A cambio, Trump ha ofrecido a Musk un cargo en su más que probable segunda Administración. El magnate controlaría una agencia pública dedicada a la «eficiencia gubernamental», organismo que se encargaría –en palabras del propio Trump– de llevar a cabo una «auditoría financiera y de rendimiento completa de todo el Gobierno federal» y de hacer «recomendaciones para reformas drásticas».
Fuera o dentro de la Administración, lo cierto es que Musk ya ha forjado estrechos lazos comerciales con las agencias militares y de inteligencia de Estados Unidos. SpaceX, que opera el servicio Starlink, obtuvo un contrato clasificado de 1.800 millones de dólares en 2021 y es el principal lanzador de cohetes para el Pentágono y la NASA. De hecho, según The Wall Street Journal, Musk tiene una credencial de seguridad que le permite acceder a información clasificada. Por eso, la relación que el multimillonario pudiera tener con Putin cobra si cabe mayor importancia para la seguridad nacional de Estados Unidos.
En público, Musk ha calificado de «absurdas» las críticas de algunos sectores acerca de sus posturas prorrusas y ha asegurado que sus empresas «han hecho más para socavar a Rusia que cualquier otra cosa». Pero las informaciones de The Wall Street Journal dejan dudas al respecto. El magnate lleva mucho tiempo fascinado por Rusia y sus programas espaciales y de cohetes. Según la biografía de Musk escrita por el periodista Walter Isaacson, el empresario viajó a Moscú en 2002 para negociar la compra de cohetes para su incipiente programa espacial, pero «se desmayó durante un almuerzo repleto de vodka». Al final, la venta fracasó, aunque sus anfitriones rusos regalaron a Musk una botella de vodka con su imagen.
Putin no sería ni mucho menos el primer líder internacional con el que Musk conversa con relativa frecuencia. El presidente argentino Javier Milei y el exmandatario brasileño Jair Bolsonaro son dos figuras políticas próximas a él. Sin embargo, a diferencia de esos contactos, los presuntamente mantenidos con Putin sorprenden por la postura inicial de Musk sobre la invasión rusa de Ucrania de febrero de 2022.
El magnate respaldó públicamente a Kyiv en los primeros meses del conflicto. Publicó «Hold Strong Ukraine», flanqueado por banderas ucranianas en lo que entonces era Twitter. Y poco después desafió a Putin a un combate cuerpo a cuerpo. Además, donó varios cientos de terminales Starlink a Ucrania. En julio de 2022, unos 15.000 terminales proporcionaban acceso gratuito a Internet a amplias zonas del país destruidas por los ataques rusos. Pero cambió de parecer a partir de septiembre de ese mismo año, inducido por sus contactos con el entorno del Kremlin, desliza The Wall Street Journal.
Otra de las revelaciones del diario afirma que, a finales del año pasado, el Kremlin pidió por primera vez a Musk que no activara Starlink sobre Taiwán, la isla autónoma sobre la que Pekín defiende su soberanía. El presidente ruso quería así contentar a su homólogo chino, Xi Jinping, uno de sus principales aliados. Sin embargo, Starlink nunca ha obtenido permiso para ofrecer servicios de Internet en Taiwán, cuyo Gobierno –democráticamente elegido– impone restricciones a los operadores de satélites no taiwaneses. En la actualidad, Taiwán figura como «próximamente» en el mapa de Starlink de los lugares en los que presta servicio.
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