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El viaje fantasma de Kim a China

Pekín ha estado dos días blindado por la visita de una misteriosa comitiva que podría ser la del dictador

En Pekín se ha apreciado la existencia de un importante dispositivo de seguridad -con accesos cortados y mucha presencia policial- en torno a la Residencia de Jefes de Estado de Diaoyuta
En Pekín se ha apreciado la existencia de un importante dispositivo de seguridad -con accesos cortados y mucha presencia policial- en torno a la Residencia de Jefes de Estado de Diaoyutalarazon

Pekín ha estado dos días blindado por la visita de una misteriosa comitiva que podría ser la del dictador.

Tan sólo dos horas después de que el tren acorazado que supuestamente habría llevado el lunes hasta Pekín al líder norcoreano, Kim Jong Un, abandonara ayer la capital china, los alrededores de la Plaza de Tiananmen y de la residencia de huéspedes oficiales –conocida como Diaoyutai– volvían a la normalidad. El convoy partió de regreso al reino Ermitaño sobre las tres de la tarde dejando a su paso un halo de misterio y ninguna imagen de sus ocupantes.

Como si de una de las grandes citas para el país se tratara, la metrópoli china quedó blindada durante dos días mientras una supuesta delegación de alto nivel procedente de Corea del Norte se reunía con las autoridades del gigante asiático. Los integrantes de dicha comitiva: desconocidos. El posible motivo: mejorar las relaciones entre ambos países dañadas en los últimos meses por las continuas pruebas balísticas y nucleares de Kim y por el respaldo del presidente chino, Xi Jinping, a las sanciones impuestas al régimen Juche por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Pese a que a última hora de ayer ningún Gobierno lo había confirmado o desmentido, dos fuentes del diario hongkonés «South China Morning Post» (SCMP) aseguraban que se trataba del propio Kim que, desde que asumió el poder en 2011, no ha realizado ninguna salida al extranjero. Las especulaciones sobre la identidad de los visitantes comenzaron el lunes, cuando los medios japoneses revelaron que un tren verde y amarillo procedente de Corea del Norte y similar al que el padre del actual líder, Kim Jong Il, utilizó en su viaje a Pekín en 2011, había cruzado la frontera con China. Mientras algunos medios extranjeros apuntaron que se trataba del líder del país comunista, los medios surcoreanos indicaron que podría ser la hermana del dictador, Kim Yo Jong, quien el mes pasado ya mantuvo un encuentro con el presidente surcoreano, Moon Jae In, en el marco de los Juegos Olímpicos de Invierno celebrados en Pyeonchang.

Fue durante aquella visita cuando se fraguó la reunión que Kim mantendrá a finales del mes de abril con el presidente surcoreano, Moon Jae In, antesala del sorprendente encuentro también apalabrado para mayo con su homólogo estadounidense, Donald Trump. Con este panorama por delante, la visita de Kim supondría un fuerte espaldarazo a la relación entre los dos aliados comunistas y al papel de Pekín, que busca proteger sus intereses estratégicos en la península coreana, en todo el entramado diplomático que se vive en la región. «El mero hecho de que [Kim] esté allí, si está allí, y de que tenga reuniones con Xi Jinping es en sí mismo una señal muy poderosa hacia Moon y Trump sobre la aparente voluntad de China de ofrecerles, al menos, algún tipo de apoyo político», declaró al SCMP Bates Gill, profesor de Estudios Estratégicos para Asia y el Pacífico en la Universidad Nacional de Australia. «[Kim] entiende que al entrar en estas reuniones estratégicas de gran potencia, necesita a todos los amigos que pueda conseguir», añadió.

Mientras, otros analistas han señalado que este posible acercamiento busca relajar la mala situación económica que el país atraviesa debido a las diferentes rondas de sanciones impuestas por diversos países. Para ellos, ahora que el país ya ha demostrado poseer misiles de largo alcance e incluso la obtención de bombas atómicas, Kim estaría buscando rebajar unos castigos que han hecho mella en la población y ganar tiempo para aliviar una economía resentida que necesita de la ayuda de China y de su vasto mercado.

A la espera de que se conozcan los detalles sobre esta misteriosa expedición –algunas fuentes indicaron que se harán públicos hoy por la tarde cuando el tren se encuentre ya en territorio norcoreano–, el mutismo reinaba entre las autoridades de los dos lados del río que separa China y Corea del Norte. «No estoy al tanto de ninguna información en este momento. Si tenemos algo, lo divulgaremos a su debido momento», manifestó en rueda de prensa la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Hua Chunying.