Francia resucita el Formato de Normandía para solucionar la crisis de Ucrania

El Cuarteto de Normandía se vuelve a activar para intentar resolver la crisis de Ucrania. En una primera toma de contacto y a nivel muy discreto y técnico, representantes diplomáticos de Rusia, Ucrania, Alemania y Francia se han reunido este miércoles a mediodía en París con un doble objetivo. Por un lado preparar el terreno de los encuentros bilaterales entre líderes que tendrán lugar en los próximos días, es el caso de la entrevista que mantendrán Macron y Putin por teléfono este viernes por la mañana. Y por otro, lograr pequeños gestos políticos tanto del lado ruso como del lado ucraniano en el corto plazo que logren rebajar la tensión. Fuentes diplomáticas señalan que algunos de esos pequeños gestos ya habían sido tratados en anteriores reuniones del Cuarteto, la última presencial hace justo un año en Berlín. A Ucrania se le pide que retire la ley que califica de “estado agresor” a Rusia, y a los rusos que acepten un intercambio de prisioneros con Kiev. Este tipo de modestas aproximaciones serían la primera etapa del plan que Emmanuel Macron ha propuesto a su homólogo alemán, Olaf Scholz, y del que lo hizo partícipe el pasado martes por la tarde en una visita relámpago a Berlín. El objetivo final sería el de crear un clima más estable para pasar a una fase superior, más a medio plazo, en el que las partes se sienten a renegociar el estatus de la región fronteriza del Donbás.

Los líderes del Cuarteto ya subrayaron el pasado 18 de enero la importancia de reavivar las negociaciones para, en opinión de la nueva ministra alemana de Exteriores, Annalena Baerbock, progresar en los acuerdos de paz de Minsk, con los que en 2014 y 2015 se intentaron sentar unas bases que sirvieran de solución al conflicto del Donbás. Pero a tenor de lo conseguido hasta ahora, las esperanzas de un arregló se antojan complicadas. Desde entonces, la violencia en la región no ha cesado y la ONU estima un total de 14.000 muertos

El nombre del Cuarteto proviene de la reunión que los aliados sostuvieron por vez primera el 6 de junio de 2014 en el castillo de Bénouville en Normandía (Francia), con motivo de la conmemoración del 70º aniversario del famoso desembarco de la II Guerra Mundial. En esa cita estuvieron también presentes el ruso Vladimir Putin y el ucraniano Petro Poroshenko.

En la primera y última reunión entre los presidentes actuales de Rusia,Vladímir Putin, y de Ucrania, Volodímir Zelenski, se acordaron nueve puntos, entre ellos el intercambio de prisioneros según el principio de “todos por todos”, la separación de fuerzas en tres zonas de la línea de contacto y la celebración de elecciones y la concesión de un estatus especial a los territorios separatistas prorrusos. Los primeros de esos puntos, el intercambio de prisioneros, sería uno de los que podría figurar en el plan multifase que Macron ha diseñado para volver a retomar protagonismo en esta crisis. Ucrania ha ido insistiendo en una nueva cumbre, pero Rusia considera que Kiev debe sentarse a negociar no con Moscú, sino con los rebeldes apoyados por el Kremlin en Lugansk y Donetsk, dado que considera que lo que ocurre en el este de Ucrania es una “guerra civil” y que Rusia no forma parte de la misma.