Autoritarismo

Orban decreta el estado de emergencia en Hungría por la guerra de Ucrania

El líder ultranacionalista podrá gobernar por decreto tras una reforma exprés de la Constitución magiar

El "premier" húngaro, Viktor Orban, posa junto a su Gobierno, en que solo hay una mujer
El "premier" húngaro, Viktor Orban, posa junto a su Gobierno, en que solo hay una mujerZOLTAN FISCHER / HUNGARIAN PM PRAgencia EFE

Sin perder tiempo, Viktor Orban, ha inaugurado su cuarto mandato consecutivo como primer ministro de Hungría decretando el estado de emergencia para hacer frente a las amenazas que supone la guerra de Ucrania. Horas antes, el Parlamento magiar, donde su partido, el ultranacionalista Fidesz cuenta con una amplísima mayoría tras las elecciones del 3 de abril, aprobó por con 136 votos a favor y 36 en contra una reforma constitucional que autoriza al Gobierno a adoptar esta medida excepcional en caso de “conflictos armados, guerra o desastre humanitario en un país vecino”.

“El mundo está al borde de una crisis económica. Hungría debe mantenerse fuera de esta guerra y proteger la seguridad financiera de sus familias”, justificó Orban a través de un vídeo en Facebook. “Para esto, hace falta disponer de margen de maniobra y actuar de inmediato. El Gobierno, en ejercicio del derecho que le confiere la Ley Fundamental, declara el estado de emergencia por causa de guerra a partir de medianoche”, aseguró el líder ultraderechista.

Orban, en el punto de mira de la Comisión Europea por su deriva autoritaria, podrá gobernar por decreto Hungría sin necesitar consultar siquiera al Parlamento. Este miércoles el Gobierno anunciará las medidas que piensa adoptar para proteger al país de las consecuencias del conflicto ucraniano.

En realidad, Hungría se encuentra ya ahora en estado de emergencia por la pandemia de coronavirus que expira el próximo 31 de mayo. Ya en el pasado, durante la crisis de refugiados de 2015, el Gobierno ultraconservador también decretó otro régimen especial para hacer frente a la ola de sirios que atravesaban Hungría para trasladarse a otros países europeos, especialmente Alemania. que acogió a más de un millón de personas.

Orban, que ha condenado la invasión rusa de Ucrania, pero se niega enviar armas a Kiev o permitir que las de otros países atraviesen por su territorio, alerta de que en los próximos años Europa se enfrenta a tiempos turbulentos. “En una era así, Hungría no se puede permitir el lujo de la irresponsabilidad, la desunión y la debilidad”, zanjó el líder ultranacionalista.