Crisis

Italia se aboca a unas elecciones anticipadas tras la descomposición del Gobierno de unidad

El Movimiento Cinco Estrellas debate la salida de sus ministros antes de la comparecencia de Mario Draghi en el Parlamento lo que precipitaría la convocatoria de las urnas

Mario Draghi llega al funeral del periodista italiano Eugenio Scalfari en Roma
Mario Draghi llega al funeral del periodista italiano Eugenio Scalfari en RomaANGELO CARCONIAgencia EFE

Italia se enfrenta a una nueva crisis política que podría concluir con la convocatoria de elecciones anticipadas a la vuelta del verano. Y los partidos ya comienzan a jugar sus cartas. Mientras la derecha aspira a “devolver la palabra a los italianos” lo antes posible, la izquierda espera que el primer ministro Mario Draghi pueda dar marcha atrás y retirar su dimisión. La pelota está ahora en manos del Movimiento Cinco Estrellas, que podría retirar a sus ministros del Ejecutivo antes de la comparecencia del ‘premier’ en el Parlamento la próxima semana. Una decisión que condenaría al país transalpino a volver a las urnas.

El amplio Gobierno de unidad nacional que apoya a Draghi desde febrero de 2021, después de que otra crisis sepultara el segundo Ejecutivo presidido por Giuseppe Conte, actual líder del Movimiento Cinco Estrellas, nació con el objetivo de ayudar a Italia a recuperarse de los efectos de la pandemia y gestionar los fondos europeos. Los últimos meses, con la inflación desbocada y el aumento constante del precio de la energía a causa de la crisis provocada por la invasión rusa en Ucrania, transformaron al ex presidente del BCE en el único capaz de afianzar el rol del país transalpino en la UE y garantizar la estabilidad política en un contexto de fuertes turbulencias. Pero fue un espejismo. La decisión del M5E de abstenerse en una votación fundamental para mostrar su descontento por la política económica del Ejecutivo del que forma parte acabó con la paciencia del economista.

A diferencia de otras crisis a las que se han enfrentado en el pasado los Ejecutivos italianos, esta vez, la aritmética no es un problema, ya que Draghi cuenta con los apoyos suficientes para seguir gobernando incluso con la salida de los ‘grillinos’, pero la abstención del primer partido de la coalición abrió un dilema político que el primer ministro no podía obviar. Ya lo había advertido sólo unos días antes en una rueda de prensa: “No se gobierna con ultimátums”.

El presidente de la República, sin embargo, no aceptó la renuncia del primer ministro y le invitó a presentarse ante el Parlamento el próximo miércoles para “comunicar” su decisión. La elección de Mattarella es un deber democrático y de transparencia hacia el país, pero también, aseguran los analistas, una forma de ganar tiempo para evitar las elecciones anticipadas en un momento de fuertes turbulencias económicas.

¿Draghi bis?

La presencia el próximo miércoles en el Parlamento del ex presidente del BCE alimenta las esperanzas de quienes esperan que el ‘premier’ de marcha atrás en su decisión y acceda a seguir al frente del Gobierno, quizá con otra mayoría parlamentaria. Una opción que nadie descarta aún porque la dimisión del primer ministro no iba acompañada del epíteto “irrevocable” y para la que los socialdemócratas del PD y otras formaciones como Italia Viva, liderada por el ex primer ministro Matteo Renzi, ya están trabajando. También en la UE y Washington cruzan los dedos. Desde la Comisión Europea evitaron pronunciarse, pero una portavoz de la presidenta Ursula von der Leyen reconoció la “estrecha y constructiva cooperación” con el primer ministro italiano en los últimos meses.

El problema es que el primer ministro sólo tendría en cuenta esta opción si obtuviera el apoyo compacto de todas las formaciones de su alianza. Una hipótesis que sólo se confirmaría si el M5E decide dar marcha atrás en su pulso al economista. En el caso de que Draghi decida confirmar su dimisión, la pelota volvería a las manos de Mattarella. El jefe del Estado podría disolver las Cámaras y convocar elecciones anticipadas, que se celebrarían a principios del otoño, o proponer un nuevo gobierno de unidad nacional dirigido por otro técnico. En este caso, los medios italianos apuntan al actual ministro de Economía y mano derecha de Draghi, Daniele Franco.

“Creo que en este momento sería muy importante la continuidad del Gobierno”, dijo el líder del PD, Enrico Letta. La crisis política también pasará factura a los socialdemócratas ya que amenaza con hundir la posible alianza con el M5E con la que aspiraban a desafiar al centroderecha en los próximos comicios para los que todos los sondeos pronostican una victoria de los conservadores.

Consulta a las bases

Más allá de lo que decida Draghi en los próximos días, el futuro próximo de Italia depende también del M5E, dividido entre seguir apoyando al primer ministro o dar por rota definitivamente la experiencia de Gobierno retirando a sus ministros del Ejecutivo. Una decisión que podrían delegar a las bases del partido antes del miércoles y que no todos los pesos pesados de la formación comparten.

El M5E está en plena desintegración tras la escisión protagonizada por quien fuera uno de sus líderes más carismáticos, Luigi Di Maio, actual ministro de Exteriores, que se llevó con él a medio centenar de parlamentarios disidentes. “El M5E ya no existe, ahora se llama el partido de Conte. Si retira a sus ministros significa el fin del Gobierno”, advirtió ayer Di Maio. La crisis abierta en el Gobierno está pasando factura a la formación, profundamente dividida. Si finalmente la corriente más extremista dentro del partido --que aspira a recuperar el espíritu antisistema con el que nació para rescatar parte de los votos perdidos-- se sale con la suya, no se excluye que algunos parlamentarios que hasta ahora se han mantenido fieles a Conte se unan al ministro de Exteriores, quien lanzará en otoño un nuevo partido de centro.

Poco después del anuncio de la dimisión de Draghi, Conte reivindicó su decisión, pero advirtió que su intención no era hacer caer el Ejecutivo. Una toma de posición que obtuvo el beneplácito del fundador del partido, Beppe Grillo, a quienes horas antes de consumar la abstención, algunos diputados que desean permanecer en el Gobierno trataron de contactar sin éxito para evitar la crisis. “El Movimiento Cinco Estrellas está haciendo del Movimiento Cinco Estrellas”, zanjó Grillo.

Por su parte, la coalición conservadora ya no disimula su deseo de celebrar elecciones anticipadas. La Liga de Matteo Salvini y Forza Italia de Silvio Berlusconi, las dos fuerzas de centroderecha que forman parte del Gobierno Draghi, emitieron un comunicado conjunto en el que condenan la “irresponsabilidad” del M5E y cierran la puerta a una nueva mayoría parlamentaria que incluya a los ‘grillinos’. La más tajante fue Giorgia Meloni, la tercera socia en la coalición: “No excluyo que se pueda convencer a Mario Draghi a permanecer en el cargo, pero sería escandaloso un cuarto gobierno impuesto desde arriba”, denunció la líder de Hermanos de Italia, el único gran partido en la oposición y la única a quien favorece un adelanto electoral.