Perfil

Un “Maharajá” en Downing Street

Rishi Sunak es el primer “premier” de origen indio y de religión indú en un país anglicano. También tiene una fortuna mayor a la de Carlos de Inglaterra tras casarse con una rica heredera india

Rishi Sunak durante un acto de campaña en las primarias del Partido Conservador de este mes de agosto en las que perdió frente a Liz Truss
Rishi Sunak durante un acto de campaña en las primarias del Partido Conservador de este mes de agosto en las que perdió frente a Liz TrussNEIL HALLAgencia EFE

En medio del caos que se vive en el Reino Unido desde el polémico triunfo del Brexit y el particular bochorno de las últimas semanas, resultaba casi poético que Rishi Sunak se convirtiera precisamente este lunes en el primer inquilino de Downing Street de origen indio, justo cuando comenzaban las celebraciones del Diwali, un periodo para celebrar el triunfo de la luz sobre la oscuridad, del saber sobre la ignorancia y del bien sobre el mal.

El nombramiento de Sunak (1980, Southampton) es relevante en muchos sentidos. El hecho de que sea el quinto desde la salida de la UE evidencia el agotamiento de una formación tras doce años en el poder. Pero más allá del mundo `tory´, su mudanza al Número 10 es histórica.

Se trata del primer responsable de Gobierno de religión hindú en un país donde el monarca no es sólo jefe de Estado, sino que representa también la máxima autoridad de la Iglesia Anglicana. Su nombramiento, evidencia, por tanto, el cambio de una sociedad multirracial, muy distinta a la de los años 70, donde en Londres aún existían anuncios de alquiler de habitaciones donde se excluía a musulmanes e hindúes.

En cualquier caso, el hecho de que sea más rico que el propio Carlos III, al estar casado con la hija de un multimillonario indio, es lo que puede causarle realmente un hándicap para conectar con el electorado en un momento en el que muchos hogares tienen ahora que decidir entre comer o calentarse.

El pasado mes de abril, sufrió uno de los varapalos más grandes a su popularidad cuando salió a la luz que su esposa, Akshata Murthy, era ‘non-dom’; es decir, tenía un estatus fiscal no domiciliado que le permitía ganar dinero en el extranjero libre de impuestos en Reino Unido. Se trata de una fórmula diseñada para aquellos cuyo hogar permanente no se encuentra en el Reino Unido. Ella alegó que India, su país de origen, no permite que sus ciudadanos tengan doble nacionalidad.

Tras la abrupta dimisión de Sajid Javid, un desconocido Sunak fue nombrado ministro del Tesoro cuando no había cumplido los 40 años. Era inicios de 2020 y pocos podían prever entonces que el covid iba a paralizar al mundo. “Los gobiernos, y mucho menos las personas, rara vez eligen los momentos que los definen. La elección viene en la respuesta que ofreces”, aseguraba entonces.

Tensión con Boris

Y no cabe duda de que su eficaz respuesta le convirtió en uno de los ministros más populares del Gabinete. Fue entonces cuando comenzaron las primeras tensiones con Boris Johnson. Pese a que los sondeos ya le veían entonces como claro sucesor, muchos ponían en duda si tendría los “instintos asesinos” que se necesitan para los cargos de alto rango. Pero los demostró el pasado mes de julio cuando, tras una serie de escándalos protagonizados por “la ambición rubia”, presentó dimisión quitándole su confianza, lo que precipitó la salida de Boris. Muchos afiliados le consideran un traidor, de ahí que en las primarias del pasado verano, pese a ser el favorito de las filas, eligieran a Liz Truss.

Cuando Sunak ganó su primer escaño en 2015, la prensa local le bautizó como el “Maharajah de Yorkshire Dales”. Casado con la hija de un billonario indio, el que fuera “hedge funder” celebró su entrada en Westminster por todo lo alto con una gran fiesta con los miembros de su circunscripción al norte de Inglaterra con champagne y canapés. Realizó su juramento parlamentario a la Reina sobre la escritura hindú, el Bhagavad Gita.

Lo cierto es que a simple vista, Sunak podría pasar perfectamente como “tory de manual”: educado en el selecto colegio de Winchester, pulido luego en Oxford y con fortuna amasada posteriormente en la City. Con todo, son pocos los que en el verano previo a entrar en una de las universidades más selectas del mundo, tienen que trabajar como camarero en un restaurante indio cercano al puerto de Southampton (sur de Inglaterra). “Rishi, tú vas a llegar a ser alguien importante”, le dijo Kuti Miah, propietario del local.

Indios emigrados a África

Miah es amigo de sus padres, Yashvir y Usha Sunak, ambos Punjabis hindúes nacidos en Kenia y Tanzania respectivamente, cuyos progenitores habían emigrado de la India. Después de la independencia, ambas familias abandonaron el este de África hacia Inglaterra a mediados y finales de la década de 1960.

Yashvir y Usha se conocieron en Southampton y se casaron. Él se convirtió en médico de cabecera y ella comenzó a dirigir una farmacia. Sunak es el mayor de los tres hijos que tuvo la pareja. Es un enamorado del cricket y apoya fervientemente a Inglaterra cuando le toca jugar contra India. La entrada en el elitista colegio de Winchester no fue fácil. Consiguió plaza, pero no beca, por lo que sus padres tuvieron que hacer frente a más trabajos para pagar una matrícula que ronda los 32.000 euros anuales.

En cualquier caso, la política no estuvo en un principio en su punto de mira. En la universidad se convirtió en presidente de la Sociedad de Inversión de Oxford, donde jóvenes estudiantes entusiastas invitaban a los banqueros a darles una conferencia sobre cómo triunfar en la City. Tras su graduación en 2001, fue directamente a Goldman Sachs. Luego pasó dos años en California completando un MBA, donde conoció a la que es hoy su esposa y madre de sus dos hijos. A su regreso a Londres trabajó en importantes hedge-fund.

Sello “Tory”

En cualquier caso, su vinculación con el Partido Conservador siempre estuvo de alguna manera presente en su vida. Sus años escolares coincidieron con la gran victoria del laborista Tony Blair en 1997. La noche de las elecciones en el propio colegio se respiraba euforia. Pero para Sunak no había nada que celebrar. La historia de su familia estaba más cerca de la de Margaret Thatcher.

Al ver los primeros resultados del recuento, comenzó a escribir un artículo para la revista escolar, “The Wykehamist”, lamentando la noticia. Su principal queja: Europa. “[Blair] se deleita con la etiqueta de un patriota, pero tiene planes para la posible ruptura del Reino Unido y la membresía de un eventual Superestado europeo”. Las semillas del Brexit ya estaban en su mente.

Por lo que todos aquellos que le acusaron de subirse al carro del euroesceptismo en el último momento están equivocados. Cuando el entonces premier David Cameron se enteró de que Sunak había decidido hacer campaña por la salida del bloque en el histórico referéndum de 2016 dijo: “Si hemos perdido a Rishi, hemos perdido al futuro del partido”.

Lo cierto es que Sunak sigue siendo para la gran mayoría un enigma. Se trata de un político cauteloso, rígido y callado, que pasa más bien poco o nada por el bar de Westminster, ya que nunca ha probado el alcohol.