Combates
Los repetidos ataques ucranianos contra objetivos militares en Rusia demuestran la ineficacia de las defensas rusas contra los drones
La base aérea de Engels, 600 kilómetros frontera adentro, ha sido atacada varias veces, dos de ellas esta semana en apenas tres días
Si los primeros ataques realizados por las fuerzas armadas ucranianas contra bases aéreas en el interior de Rusia provocaron sorpresa incluso entre los aliados y un profundo shock en Rusia, por que se trataba de bombardeos a objetivos a mucha distancia de las líneas fronterizas, poco a poco Kyiv ha demostrado que no fue algo casual y que han demostrado que tienen capacidad para asestar golpes fronteras adentro con cierta regularidad.
Estos ataques contra contra objetivos militares legítimos en la retaguardia rusa, puesto que nunca se ha ido contra infraestructuras civiles ni han sido ataques indiscriminados, demuestran, en cualquier caso, la ineficacia de las defensas aéreas rusas contra los drones.
Las fuerzas ucranianas atacaron la base aérea de Engels con un vehículo aéreo no tripulado (UAV) el 29 de diciembre, dentro de los tres días posteriores a los informes de que la defensa aérea derribó un UAV ucraniano sobre Engels y mató a tres militares rusos.
El Ministerio de Defensa del Reino Unido declaró el 29 de diciembre que está “cada vez más claro” que Rusia “está luchando para contrarrestar las amenazas aéreas en lo profundo [de su territorio]”: las defensas aéreas probablemente están luchando para satisfacer la gran demanda de este tipo de armamento para proteger los cuarteles generales de campo cerca de la línea del frente en Ucrania, al mismo tiempo que protegen sitios estratégicos, como la base aérea de Engels.
Los repetidos ataques a esta base probablemente exacerbarán las críticas de los milblogger de que Rusia no puede defender su propio territorio de los ataques ucranianos. Un destacado milblogger ruso cuestionó cómo los vehículos aéreos no tripulados y los misiles ucranianos cruzan tales distancias y entran en territorio ruso con “tal impunidad” y cuestionó la honestidad de la respuesta del Ministerio de Defensa ruso.
En Moscú, analistas militares consideraban ya que después de la explosión en el puente de Crimea por parte del Ejército ucraniano no existe ningún lugar seguro dentro del territorio ruso.
Este misma semana la base aérea de Engels volvió a ser atacada. Tres soldados rusos murieron después de una explosión en este aeródromo militar en Saratov. Según el Ministerio de Defensa ruso, fueron asesinados por fragmentos de un dron que fue derribado. Fuentes no oficiales de Rusia afirman que un incendio envolvió unos 120 metros cuadrados del aeródromo y que cuatro soldados también resultaron heridos. Rusia insiste en que ningún avión resultó dañado.
Al igual que en el caso anterior, Ucrania no ha admitido oficialmente haber llevado a cabo el ataque, aunque no hay duda de que estuvo involucrada. No hay información incontrovertible sobre qué armas pudo haber utilizado, aunque algunas fuentes afirman que los drones Tu-141 modernizados de la época soviética pueden haber sido utilizados para el ataque. En cualquier caso, el ataque repetido demuestra la incapacidad de Rusia para proteger sus objetivos militares de importancia estratégica en las profundidades de su territorio.
Analistas ucranianos, como Sergiy Grabskyi, subrayan que la cantidad de bombarderos estratégicos que tiene Rusia es limitada y no se puede reponer rápidamente ya que su producción es extremadamente complicada y costosa. El anterior ataque ucraniano redujo en 8 la cantidad de misiles que Rusia puede lanzar contra Ucrania. Por lo tanto, Grabskyi espera que tales ataques continúen, ya que es probable que los socios del país le proporcionen las armas de largo alcance necesarias en el futuro si aún no lo han hecho. El analista explica que puede ser más lógico disminuir la capacidad de Rusia para atacar a Ucrania que permitir que el sistema energético del país sea completamente destruido.
Las autoridades ucranianas indican que a Rusia le quedan suficientes misiles para dos o tres ataques masivos. Aún así, está produciendo misiles como “Kalibr” y X-101 mientras también busca obtener misiles balísticos de Irán, informa Yuriy Ignat, el portavoz de las Fuerzas Aéreas. También expresó la esperanza de que algunos pilotos rusos, que participaron en los ataques contra Ucrania, pudieran haber resultado heridos o muertos en el evento. Ignat también recordó que un avión Mig-31k, capaz de transportar misiles “Kinzhal”, se incendió y resultó dañado a finales de la semana pasada en Bielorussia.
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