
Nuevo marco presupuestario
Bruselas quintuplica el gasto en Defensa y recorta el 20% de los fondos agrícolas
La Comisión Europea quiere movilizar 2 billones de euros entre 2028 y 2034
La Comisión Europea ha presentado este miércoles su propuesta para que el marco presupuestario pluarianual 2028-34 ascienda a dos billones de euros. Según ha asegurado la propia presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, son los presupuestos europeos más ambiciosos hasta la fecha.
El Ejecutivo comunitario ha hecho encaje de bolillos no solo para financiar las nuevas prioridades europeas, como la competitividad o la defensa, sino también para devolver el dinero movilizado en los fondos post-pandemia Next Generation EU. De esta forma, el techo de gasto pasa del 1,13% del PIB del bloque al 1,26%, aunque un 0,11% de esta cantidad se destinará a pagar los planes de recuperación y resiliencia puestos en marcha para hacer frentes a los estragos económicos del coronavirus.
Esta propuesta parte ya con polémica debido al recorte que ha sufrido la partida destinada a la Política Agrícola Común (un 20%) mientras que los fondos destinados a Defensa se quintuplican respecto al marco anual. El Ejecutivo comunitario no solo se limita a cambiar los números sino a poner en marcha un nuevo enfoque que fusiona las partidas de Agricultura y los fondos de cohesión destinados a las regiones. Se trata de un revolución en el tradicional reparto de las partidas europeas ya que casi la mitad del presupuesto (48%) se destina a cheques nacionales y el desembolso del dinero estará sujeto al cumplimiento de las reformas.
Bruselas asegura que, de esta forma, se simplifican los programas y se agilizará la llegada de los fondos, pero ya han comenzado las primeras críticas por parte de las asociaciones agrarias y del propio Partido Popular Europeo en la Eurocámara. (fuerza política a la que pertenece la presidenta). Fruto del descontento con este nuevo enfoque de la Comisión Europea, se ha producido este miércoles en la capital comunitaria una coreografía con tintes surrealistas. Mientras el comisario de presupuestos, Piots Sefarin, presentaba el plan ante la Eurocámara, su jefa, la presidenta de la Comisión Europea, lo hacía de manera simultánea en rueda de prensa ante los medios de comunicación.
Von der Leyen ha tenido que empezar a defenderse de los ataques. “Lo que hemos salvaguardado son los pagos directos a los agricultores. Se trata del 80% o el equivalente a 300.000 millones de euros. Es una parte que está claramente salvaguardada y asegurada. Con los planes de asociación nacionales y regionales hay potencialmente mucha más financiación accesible”, ha explicado la política alemana, quien ha remarcado que los 52 programas actuales se reducirán a 16, lo que aumentará la eficacia en la designación de los fondos.
Estos fondos nacionales también deberán destinarse a la política social ya que el 14% deberá financiar reformas para luchar contra la pobreza, promover la inclusión social e impulsar las zonas rurales. Además, dentro de estos cheques nacionales se incluyen las partidas para mejorar la gestión de fronteras, la seguridad y la gestión de los flujos migratorios que triplican su financiación frente al marco actual.
Tras estos cheques nacionales, la segunda partida más amplia (451.000 millones de euros) corresponde a un fondo de competitividad que tiene como objetivo impulsar la renqueante economía europea y que incluye también el dinero destinado a la industria de la defensa. Dentro de este fondo se ha incluido el programa Erasmus y una nueva partida denominada Agora EU en apoyo de la cultura, los medios de comunicación y las organizaciones de la sociedad civil.
Además, se ha añadido un instrumento de flexibilidad que permitirá a los Estados europeos responder a sucesos imprevistos a través de préstamos blandos que se movilizarán a través del presupuesto comunitario. De esta forma, se intenta aprender de las lecciones aprendidas de la pandemia, cuando fue necesario negociar un nuevo fondo. En este caso, no se contempla recurrir a una emisión de deuda conjunta. Asimismo, en este nuevo periodo, también se ha fijado un fondo de reserva de 100.000 millones de euros para asistir a Ucrania.
Pero no solo se trata de gastar sino también de ingresar. A partir de 2028, será necesario empezar a devolver el dinero de los fondos post-pandemia. Por eso, lo nuevos presupuestos no solo se financiarán con las aportaciones directas de los Estados sino que también será necesario recurrir a los denominados recursos propios que incluyen cinco nuevos impuestos. Según el Ejecutivo comunitario, habrá que devolver 24.000 millones de euros anuales, 168.000 en total en estos siete años.
Estos cinco nuevos impuestos son: un ajuste de carbono en frontera para gravar las importaciones; el dinero del sistema de emisiones de dióxido de carbono; una tasa a los residuos eléctricos; una nuevo impuesto a las empresas europeas con un volumen de negocio de 100 millones de euros anuales; y un impuesto al tabaco.
Las negociaciones se adivinan arduas, ya que es necesaria la unanimidad de las capitales europeas y la luz verde de la Eurocámara. Von der Leyen ha asegurado que no es partidaria de comenzar estos contactos con “líneas rojas”.
✕
Accede a tu cuenta para comentar