Diario de dos años de guerra

"Mi hijo quiere venir a verme en primavera pero Kyiv dejará de ser segura por la falta de misiles"

La euforia por el éxito militar de Ucrania en 2022 hizo que Occidente repensase su envío de armas en vez de acelerarlo

Kyiv (Ukraine), 09/02/2024.- Locals clean their flat from debris two days after a Russian missile strike in Kyiv, Ukraine, 09 February 2024, amid the Russian invasion. At least four people were killed and 38 others were injured after a Russian shelling hit the Ukrainian capital Kyiv on 07 February, the Kyiv City Military Administration said. (Rusia, Ucrania, Kiev) EFE/EPA/SERGEY DOLZHENKO
Communal workers repair damage after missile strike in KyivSERGEY DOLZHENKOAgencia EFE

Hace dos años me despertó a las 5 de la mañana una llamada telefónica de mi amigo con una pregunta:"Maksym, ¡¿ha empezado la guerra?!". A las 8 de la mañana ya estaba dando una entrevista en la televisión ucraniana, intentando explicar a los espectadores lo que estaba pasando. A las 10 estaba dando una conferencia en línea a mis estudiantes en la universidad de toda Ucrania, incluyendo los que pronto serían territorios ocupados. Fue una conferencia especial: les di consejos sobre cómo sobrevivir y lo que deberían hacer en esta nueva y terrible realidad, que hace sólo unos días para la mayoría de los ucranianos y la gente de todo el mundo parecía un escenario apocalíptico de película de Hollywood.

Hoy parece que ha pasado una eternidad desde entonces, pero no solo han sido dos años. Han tenido lugar muchos acontecimientos trágicos e irreales: la evacuación de mi hijo de 9 años de Kyiv el 24 de febrero de 2022, luego la evacuación más complicada de mi madre y mi hermana de la sitiada Mariupol bajo constantes bombardeos después de dos semanas de silencio mortal. Días en los que no supimos si estaban vivas o muertas. Donde un Kyiv totalmente vacío, con el ruido de las explosiones de proyectiles y cohetes rusos, parecía un lugar bastante seguro comparado con las imágenes que nos llegaban del asedio ruso a Mariupol. Los cientos de civiles, en su mayoría mujeres, niños y ancianos que perdieron la vida en el teatro de la ciudad portuaria a pesar de que se había escrito "NIÑOS" en letras mayúsculas para alertar a los pilotos rusos.

Sólo después de varios meses y miles de muertes inocentes y aterradoras historias de millones de ucranianos, los líderes de EE UU y de la UE aprobaron el envío de armas a Ucrania. No sólo salvando así cientos de miles de vidas de ucranianos de las torturas y violaciones en los sótanos, que tuvieron lugar en Bucha y muchas otras ciudades, que las tropas rusas lograron ocupar durante los primeros días y semanas de la invasión a gran escala. Estoy seguro de que hemos visto solo una pequeña parte de los miles de crímenes de guerra cometidos por los soldados rusos después de que perdieran la batalla por Kyiv y tuvieran que huir a toda prisa de las regiones de la capital, Chernigiv, Zhytomyr y Sumy en el norte de Ucrania.

Sólo al lado de una Mariupol en ruinas se identificaron con la ayuda de fotos de satélite más de 10.000 tumbas sin nombre. Solo números en los palos de madera sobre ellas. Las cifras de civiles muertos en Mariupol varía de 10.000 hasta 90.000. Nadie puede decirlo con certeza. Durante el año y medio que ha pasado desde la ocupación, los asesinos rusos han hecho todo lo posible para ocultar las pruebas de sus crímenes contra la humanidad. La decisión más cínica fue reconstruir el Teatro Drama en el mismo lugar con el mismo edificio. Justo sobre las tumbas de los inocentes asesinados por sus bombas. Con el olor de los cuerpos descompuestos desafiando el hormigón.

Después de que nuestros socios occidentales nos suministraran armas, las Fuerzas Armadas ucranianas demostraron la increíble eficacia de su uso en otoño de 2022, cuando desocuparon la región de Jarkiv y obligaron a las tropas rusas a abandonar Jersón, la única capital regional que lograron ocupar desde el 24 de febrero de 2022. Una docena de sistemas Himares permitieron arruinar la logística y desocupar 300.000 ciudades habitadas, que los comandantes rusos prometían convertir en un "Segundo Stalingrado".

Los éxitos de la contraofensiva ucraniana en 2022 hicieron creer a nuestros socios en la victoria de Ucrania. A diferencia de antes de la invasión rusa a gran escala en febrero, cuando sus inteligencias estaban haciendo pronósticos de que Kyiv habría caído durante 3 días y Ucrania habría sido ocupada en 2 semanas. No sucedió y parece todavía hoy un verdadero milagro. Lo fue teniendo en cuenta la diferencia de potencial militar entre el "segundo ejército del mundo" y el ucraniano. Fue el coraje y el espíritu de millones de ucranianos que no querían convertirse en esclavos del zar ruso Putin, ni perder su libertad, que es la verdadera religión del pueblo ucraniano, lo que impidió que se realizaran todos esos escenarios apocalípticos de los servicios de inteligencia occidentales.

Al mismo tiempo, a finales de 2022 Putin se dio cuenta de lo equivocados que estaban él y sus generales sobre los ucranianos y su voluntad y capacidad para luchar por su independencia. Y cambiaron la estrategia. Ahora el objetivo principal era mantener los territorios ocupados bajo control, utilizando todos los recursos para frenar una nueva contraofensiva ucraniana en 2023. Optaron por una guerra de desgaste a largo plazo tras el fracaso de la estrategia "Blitzkreig" [guerra relámpago]. Esperando que nuestros socios occidentales y sus sociedades se cansen y pierdan el interés por la guerra tras el fracaso de la contraofensiva.

Desafortunadamente, la euforia del éxito de Ucrania en 2022 hizo que nuestros socios cayeran en la autocomplacencia lo que nos ha constado miles de vidas y posiblemente ganar la guerra en 2022 o la primera parte de 2023. En lugar de dar más armas, tanques, aviones de combate, misiles y proyectiles en otoño de 2022, después de que las Fuerzas Armadas ucranianas rompieran la línea de defensa en el este y el sur, la Administración estadounidense decidió hacer una pausa en el suministro a Ucrania para repensar la estrategia y prepararse para la contraofensiva en 2023, iniciando conversaciones a largo plazo con nuestros aliados europeos sobre cómo suministrar a Ucrania las armas necesarias y preparar nuevas brigadas en sus territorios.

De este modo, permitieron a Putin y a su ejército preparar y construir una defensa de tres líneas con campos de minas de miles de kilómetros cuadrados imposibles de atravesar sin grandes pérdidas. El segundo error capital de los occidentales fue olvidar sus propias doctrinas militares, en las que está prohibido incluso iniciar cualquier operación ofensiva sin tener superioridad aérea. Este error también ha costado miles de vidas de soldados ucranianos durante la contraofensiva del verano en el sur y el este de Ucrania. E incluso esas armas, que se prometió que serían suministradas a Ucrania durante el invierno de 2023, se retrasaron o no se realizaron. La falta de recursos impidió el avance de Ucrania.

El mejor ejemplo de las promesas incumplidas es el anuncio de la UE de suministrar a Ucrania 1 millón de proyectiles de artillería hasta marzo de 2024. Ucrania únicamente ha recibido 600.000 municiones. El 60% de lo prometido.

Al mismo tiempo Rusia negoció con Corea del Norte el suministro de 2.000.000 proyectiles durante unos meses en otoño de 2023. Además, empezaron a enviar a sus misiles balísticos, utilizados ya en ataques contra Jarkiv este enero. Irán, a su vez, ha vendido cientos de misiles balísticos de corto y medio alcance a Moscú que pronto se utilizarán en el campo de batalla.

Al mismo tiempo, a la campaña electoral, EE UU ha dejado de suministrar armas y proyectiles a Ucrania y los contratos para el envío de los sistemas de defensa aérea terminarán en marzo según los cálculos de la inteligencia estadounidense. Así que el número de misiles rusos y aviones no tripulados iraníes que utiliza para alcanzar sus objetivos aumentará significativamente. No sólo destruyendo las fabricas militares de Ucrania, sino también aumentando el número de civiles muertos durante sus ataques, igual que hace dos años.

Este año mi hijo vino a visitarme a Kyiv para pasar Año Nuevo y celebrar su cumpleaños. Dos días después de su llegada, el 29 de diciembre, me desperté por la explosión de unos misiles rusos que cayeron a pocos kilómetros de mi casa. Por suerte, mi hijo dormía bien y no se alteró. Pocos días después, el 2 de enero, se repitió el ataque. La mayoría de los misiles balísticos fueron interceptados por los sistemas de defensa antiaérea. Pero, créanme, el ruido cuando un cohete golpea a otro en el cielo es el doble de fuerte. Y cuando los cohetes del sistema Patriot impactan contra el misil supersónico aerobalístico "Kinzhal", las casas y las paredes tiemblan incluso a quince kilómetros de distancia. Durante los últimos dos años todos hemos aprendido a identificar en los sonidos el trabajo de los sistemas de defensa aérea, si hay proyectiles o cohetes que vuelan hacia nosotros, o hacia el lado opuesto... Los calibres de los proyectiles utilizados o el tipo de sistemas de defensa antiaérea que protegen el cielo de Kyiv de los misiles rusos o los drones iraníes.

Ya sea para correr a refugio antiaéreo, o para permanecer en el cuarto de baño / pasillo , utilizando la regla de dos paredes.

Pero una cosa es vivir solo, como yo, y ser responsable de tu propia vida. Y otra cuando debes velar por la seguridad de tu familia. Mi hijo quiere regresar en primavera. Todavía no se da cuenta de los riesgos ni de la peligrosidad.

El año pasado, con la ayuda de los sistemas Patriot estadounidenses, los NASAMS europeos y otros tipos de sistemas de defensa antiaérea, y las habilidades de los soldados ucranianos, Kyiv se convirtió en la ciudad más segura de Ucrania. Pero el parón de los envíos nos va a dejar sin capacidades por lo que no pondré en riesgo al vida de mi hijo. Por mucho que le eche de menos y esté dispuesto a quedarme con él...

Me decepciona la estrategia occidental contra Putin, el cansancio de sus poblaciones ante una "guerra larga" y la vuelta a los negocios con Rusia de una forma indirecta. Vemos cómo se venden los productos occidentales a Armenia, Kazajstán, Kirguistán, Georgia, Turquía y, que luego estos reexportan a Rusia ganando miles y miles de millones. Mientras Moscú utiliza estos componentes para fabricar misiles que utiliza para matar a más soldados ucranianos, pero también mujeres y niños. Todos vimos y recordamos lo que hicieron en Bucha, Mariupol, Bajmut, Severedonetsk y muchas otras ciudades y pueblos, barridos de la Tierra.

Todos sabemos que lo mismo ocurrirá con otros pueblos y ciudades muy pronto si nuestros socios occidentales siguen concentrándose en sus propios problemas y siguen reduciendo la ayuda militar a Ucrania.

Los políticos europeos todavía no se han dado cuenta de que Putin no se detendrá en Ucrania si la derrota y la ocupa. Seguirá violando todas sus promesas con Occidente. Al igual que Hitler hizo en 1939. La historia se repite. Igual que los europeos repiten sus errores intentando no "mirar hacia arriba" como en la famosa película de Hollywood. El precio de estos errores será finalmente demasiado alto para todo el mundo, como en la década de 1940, no sólo para Ucrania, que oficialmente fue el país que más sufrió durante la Segunda Guerra Mundial y que ahora vuelve a revivir esta tragedia.