La amenaza yihadista
Éxodo masivo de civiles por la ofensiva en Tikrit
Irán colabora con el Ejército iraquí para liberar la ciudad del Estado Islámico.
Ante la inminente ofensiva de las tropas iraquíes sobre Tikrit, cuna del fallecido líder Sadam Husein, la población civil ha empezado a evacuar la ciudad por el temor a quedarse atrapada en el fuego cruzado. Naciones Unidas envió ayer convoyes de ayuda humanitaria para los civiles que se teme que se hayan quedado atrapados en esta localidad, donde las fuerzas de Bagdad esperan retomar el control tras permanecer nueve meses bajo el yugo del Estado Islámico.
El avance de las tropas iraquíes y de los milicianos chiíes se ha visto impedido por los artefactos explosivos improvisados y trampas bomba plantadas por los militantes alrededor de la ciudad. Es una táctica habitual en los yihadistas colocar bombas y minas en las entradas de las ciudades bajo su control para hacer retroceder a las fuerzas iraquíes y poder ganar tiempo. Esto mismo ocurrió en la provincia de Al Anbar, donde el EI tomó las localidades de Faluya y Ramadi en enero de 2014, y en la que a día de hoy los soldados de Bagdad no han logrado penetrar en las localidades bajo su control. Asimismo, para repeler los ataques aéreos, el Estado Islámico ha incendiado varios pozos petroleros ubicados al noreste de la ciudad de Tikrit. Un testigo explicó ayer a Reuters que combatientes del EI habían prendido fuego en el campo petrolero de Ajil para protegerse de un ataque de helicópteros por parte del Ejército iraquí. «Se podía ver humo negro saliendo del campo petrolero desde el miércoles por la tarde», dijo el testigo, que acompañó a milicianos y soldados iraquíes en su avance sobre Tikrit desde el este.
La batalla por la liberación de la ciudad natal del ex dictador Sadam Husein, que comenzó el pasado día 2, determinará cuán rápido las fuerzas iraquíes pueden avanzar más hacia el norte para intentar recuperar Mosul, la mayor ciudad bajo control del grupo yihadista Estado Islámico. Desde que iniciara la ofensiva hace ya cuatro días, el Ejército mantiene ya el control de unos 20 kilómetros de Tikrit. Las tropas, con la ayuda de milicianos progubernamentales, han avanzado desde tres frentes: desde la ciudad de Samarra, al sur; desde la base militar de Speicher, al norte; y desde la provincia de Diyala, al este. Con el objetivo de cercar a los yihadistas las fuerzas iraquíes han cortando sus líneas de abastecimiento, antes de lanzar el asalto a la ciudad. Las tropas de Bagdad también intentan mantener el control de dos localidades cercanas a Tikrit, Al Alam (al norte) y Al Dur (al sur).
Según un general, de momento se logró «destruir la primera línea defensiva del EI, desde la que atacaban las ciudades de la provincia de Diyala, lo que ha llevado a los yihadistas a huir y a retroceder hacia el interior de las ciudades». Desde el comienzo de la operación el lunes, no ha habido una confrontación directa entre los dos bandos. El portavoz de la Policía, Mohamed Ibrahim, explicó que los yihadistas colocaron bombas en los arcenes de las carreteras y cometían atentados con coche bomba contra las Fuerzas Armadas. El martes, tres kamikazes hicieron estallar tres camiones cerca de Samarra y efectuaron disparos con armas pesadas contra un convoy del Ejército cerca de la base de Speicher.
Mientras tanto, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, a la cabeza declaró ayer vía conferencia de prensa en Riad, donde se encuentra de visita oficial, que existen informaciones que corroboran la participación activa de Irán en las operaciones que buscan liberar a la ciudad iraquí de Tikrit, bajo el control del grupo yihadista, Kerry declaró que «Estados Unidos está al tanto desde hace algún tiempo» de las operaciones, subrayó que la Administración Obama «estaba al corriente desde el incio de la operación. El Gobierno de Rohani también inició acciones militares en el norte de Irak, aunque Kerry señaló que por el momento no hay coordinación entre Washington y Teherán en ese asunto.
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