Hope Hicks, la modelo y exsecretaria de prensa de la campaña de Donald Trump, se ha convertido este viernes en la primera integrante del núcleo duro del expresidente de Estados Unidos en declarar en el juicio penal en Nueva York que lo juzga por el pago de presuntos sobornos a la actriz de cine para adultos Stormy Daniels. «Estoy muy nerviosa», confesó Hicks mientras Trump, sentado a escasos metros de distancia, seguía atentamente su intervención. La que fuera directora de Comunicaciones de la Casa Blanca participó activamente en los compases finales de la primera carrera presidencial del magnate, momento en el que se habrían realizado las transacciones a Daniels para que ocultara la relación íntima que ambos mantuvieron tras conocerse en un torneo de golf de famosos en Nevada en 2006.

En el proceso penal, el primero que sienta en el banquillo de los acusados a un exmandatario, Trump está acusado de falsificar registros comerciales para reembolsar a su abogado, Michael Cohen, un pago de 130.000 dólares a la actriz porno pocos días antes de los comicios de 2016 que le enfrentaron a la aspirante demócrata Hillary Clinton. Las revelaciones del juicio, que arrancó la pasada semana, han conmocionado a la clase política y jurídica en un momento en el que Trump, de nuevo candidato republicano, busca arrebatar la Casa Blanca al presidente Joe Biden en la cita electoral de noviembre.

«Estaba a las órdenes del señor Trump» durante la campaña de 2016, arrancó su declaración ante el tribunal Hicks, que llegó a describir a quien fuera entonces su jefe como una persona «muy involucrado» en el proceso electoral que le llevaría contra todo pronóstico a la presidencia. Preguntada por la infame grabación de «Access Hollywood», en la que Trump se jactaba de cómo agarraba a las mujeres por los genitales, la consultora de relaciones públicas dijo que el magnate alegó que el audio «no sonaba como algo que él diría».

Hicks, citada en el juicio por David Pecker, el antiguo editor del tabloide National Enquirer –que se ha convertido en una figura clave en el caso de la Fiscalía contra el candidato republicano a la Casa Blanca–, tuvo que comparecer ante el tribunal después de ser mencionada como una de las participantes de una reunión en la Torre Trump de Nueva York en la que, al parecer, acordó ayudar a la campaña de Trump. Hicks, sin embargo, dijo no recordar aquel encuentro.

A principios de esta semana, los fiscales instaron al juez Juan Merchán a multar a Trump por más violaciones de una orden de silencio impuesta para proteger a los participantes en el juicio. El magistrado de origen colombiano, que amenazó a Trump con penas de cárcel por nuevas violaciones de la orden mordaza, escuchó los argumentos de ambas partes y podría emitir un fallo el viernes.

Merchán arrancó la sesión del viernes dirigiéndose inusualmente a Trump directamente, diciendo que quería «aclarar cualquier malentendido» sobre la orden de mordaza, y subrayó que el magnate tenía «absoluto derecho a testificar» ante el tribunal, y que la mordaza «sólo se aplica a declaraciones extrajudiciales... fuera del tribunal.» Trump, que había afirmado que la orden de mordaza significaba que no podría testificar libremente, respondió «gracias». El juez ya ha multado al exmandatario, que llevaba corbata azul eléctrico y traje oscuro, con 9.000 dólares por incumplir la orden de mordaza hasta ahora.

El jueves el exabogado de Daniels, Keith Davidson, fue interrogado por los abogados del expresidente. Davidson también representó a otra mujer, Karen McDougal, que afirmó haber tenido una aventura de un año con Trump. El interrogatorio de Emil Bove, abogado de Trump, a Davidson se tornó rápidamente acalorado. «Cuando usted estaba negociando en nombre de McDougal y Daniels una de sus preocupaciones era mantenerse en el lado correcto de la ley con respecto a la extorsión», dijo Bove. «Supongo que sí», respondió Davidson. «Hice todo lo que pude para asegurarme de que mis actividades eran legales».

El tribunal también escuchó a un experto forense, Douglas Daus, que examinó los teléfonos móviles de Cohen y recuperó lo que parecían ser grabaciones de Trump, y las llamadas telefónicas de Cohen. «Merchán está haciendo todo lo que está en su poder para hacer este juicio lo más salaz posible», Trump publicó en línea antes de la corte el viernes después de una serie de mensajes mordaces fueron leídos en el expediente judicial el jueves.