
Seguridad
El enorme aumento del gasto en Defensa marca el desfile de la Fiesta Nacional de Francia
El país ha pasado de los 32.200 millones de euros (2017) en gasto militar a los 67.000 millones previstos para en 2027

El tradicional desfile militar del 14 de Julio, Fiesta nacional en Francia, ha vuelto a su escenario habitual de los Campos Elíseos después de que el año pasado fuera desplazado por los Juegos Olímpicos. 7.000 militares han recorrido la mítica avenida con Indonesia este año como país invitado, uno de los grandes compradores de material de Defensa producido en Francia. Jakarta firmó recientemente un contrato de 17.000 millones de euros para la compra de aviones Rafale.
Precisamente es el aumento del gasto en Defensa el gran protagonista de este 14 de Julio. Ya se sabía que Francia iba a incrementar, como la tendencia general en la mayoría de países, esta partida del presupuesto. La novedad es que lo va a hacer en un plazo aún más corto del previsto. Macron dijo en la víspera de la Fiesta nacional que el presupuesto de Defensa de Francia debería aumentar en 3.500 millones de euros en 2026, y luego en otros tres mil millones de euros en 2027. Esto supondrá que París doblará este gasto en una década y pasará de los 32.200 millones de euros en 2017, cuando Macron llegó al poder, a los 67.000 millones de euros en 2027. Inicialmente, se había previsto duplicar el presupuesto para 2030, pero ahora se hará para 2027, lo que implicará una actualización de la ley. “La libertad en Europa enfrenta un peligro mayor que en cualquier otro momento desde el final de la II Guerra Mundial”.
Con esta tesis Macron justificaba ante los franceses en su discurso ante las fuerzas armadas el domingo por la tarde el notable aumento del gasto en Defensa. “Estamos viviendo un momento crucial”, afirmó el mandatario denunciando las “políticas imperialistas”, la “anexión de potencias” y la noción de que “la fuerza hace el derecho”, todo en referencia a Rusia.

Francia debe "enfrentar numerosos desafíos para mantenerse libre, dueña de nuestro destino". Sin embargo, "para ser libres en este mundo, debemos ser temidos. Para ser temidos, debemos ser poderosos", concluyó Macron en su discurso del domingo. Ahora, falta que salgan las cuentas no sólo presupuestarias sino también parlamentarias.
Si bien el primer ministro François Bayrou tiene previsto presentar sus directrices presupuestarias hoy martes con el objetivo de lograr un ahorro de 40.000 millones de euros a partir del próximo año, Macron insistió en que el esfuerzo financiero para defensa no debe implicar deuda, sino que se financiará mediante un incremento de la actividad económica y la producción. Todavía quedan muchas incógnitas a despejar sobre la financiación de este fuerte incremento en un contexto en el que el gobierno francés tiene que hacer equilibrios para que en otoño no sea derrocado por una moción de censura entre la izquierda y la ultraderecha.

Por si acaso, Macron ya ha querido mandar un mensaje de aviso a la oposición. “Depende de todos asumir la responsabilidad para el próximo año. Depende de los parlamentarios garantizar que el presupuesto se apruebe a tiempo (...) Porque la censura de fin de año tiene una consecuencia simple: retrasa el presupuesto militar", recordó el presidente de la República, refiriéndose a la caída del anterior gobierno de Michel Barnier en diciembre pasado, tras solo tres meses en el poder.
Pero más allá de rearme, el mensaje que ha intentado trasladar Macron en este 14J también tiene una dimensión simbólica y cultural: la conciencia nacional. Macron instó a todos los sectores –incluidos los jóvenes, las empresas, los hospitales y los medios de transporte– a prepararse para un entorno de seguridad más hostil. Precisamente, y coincidiendo con la fiesta nacional, 589 personalidades han sido condecoradas con la Legión de Honor, la distinción más importante en Francia, con el objetivo de ser un ejemplo de servicio para la ciudadanía en diferentes campos de la sociedad.

Gisèle Pelicot, símbolo del feminismo mundial que encarna el combate contra la violencia sexual contra las mujeres, ha sido una de las condecoradas. Gisèle fue aplaudida mundialmente el año pasado por su valentía al testificar públicamente durante el juicio contra su exmarido, quien la drogó durante una década para violarla junto a decenas de desconocidos. Su decisión de hacer público el proceso judicial, pidiendo que el juicio en 2024 contra sus decenas de violadores fuese de puertas abiertas, la convirtió en símbolo de la lucha contra la violencia machista. En la lista destacan igualmente Yvette Levy, de 99 años, superviviente del campo de exterminio de Auschwitz o la historiadora Mona Ozouf, de 94 años, especialista en la Revolución Francesa y el laicismo.
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