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Protestas

La fiebre por la Union Jack se extiende en Reino Unido: un hombre pinta la fachada de su casa con la bandera británica

Un vecino de Nottinghamshire transforma la fachada de su casa en la bandera británica como protesta contra la inmigración ilegal

Britain Protest ASSOCIATED PRESSAP

Simon Brocklehurst, un obrero soldador de 41 años, ha provocado un intenso debate en su vecindario tras convertir la fachada de su vivienda en un gran lienzo con la Union Jack. La acción, llevada a cabo en Sutton-in-Ashfield, Nottinghamshire, Reino Unido, surge como un gesto personal de protesta silenciosa contra la inmigración ilegal, tras la retirada de su bandera de Inglaterra por parte de algunos vecinos.

El hombre dedicó cerca de 12 horas a pintar la fachada de su vivienda, transformando en tres días la parte frontal de su casa en un emblema nacional visible desde toda la calle. Brocklehurst admite que su iniciativa lo ha convertido en el “enemigo público número uno” del barrio, aunque asegura que ha recibido más elogios que críticas de quienes han visto la obra.

La acción no ha pasado desapercibida y ha generado opiniones encontradas. Mientras algunos vecinos consideran la pintura “vistosa” o incluso “chabacana” y temen que pueda afectar al valor de sus propiedades, otros defienden la iniciativa, destacando que aporta color al barrio y representa un legítimo ejercicio de expresión personal.

Debate sobre la libertad de expresión

El soldador insiste en que su objetivo es “traer un poco de esperanza” y lograr que al menos alguien “sonría y sienta orgullo patriótico”. En sus palabras, la bandera no es solo un adorno, sino una declaración de orgullo nacional y pertenencia. La polémica ha trascendido las redes sociales, donde Brocklehurst asegura que la mayoría de los comentarios negativos provienen de lo que él llama “Facebook warriors”, mientras que en la vida real la recepción ha sido mayoritariamente positiva.

Su gesto, vinculado al movimiento Raise the Colours, refleja una forma de activismo cívico silencioso desde la propia vivienda, sin necesidad de sumarse a manifestaciones públicas. Para él, la pintura permanecerá hasta que reciba una orden formal de retirarla, subrayando que, más allá de la controversia, representa su derecho a expresar su sentimiento patriótico en su hogar.

Este episodio en Nottinghamshire se ha convertido en un reflejo de las tensiones sociales actuales, donde patriotismo, identidad y respeto por la diversidad conviven en un delicado equilibrio, y donde un gesto individual puede generar un debate colectivo sobre civismo y libertad de expresión.