Moscú

Grigory Klinishov, creador de la bomba termonuclear rusa, se suicida en su casa de Moscú a los 92 años

El científico participó en el programa de creación de la bomba RDS-37, que se probó por primera vez en 1955

La Unión Soviética detonó su primera bomba atómica en 1949 en el sitio de prueba de Semipalatinsk
La Unión Soviética detonó su primera bomba atómica en 1949 en el sitio de prueba de SemipalatinskWikipedia

El físico Grigory Klinishov, de 92 años, uno de los creadores de la primera bomba termonuclear soviética, fue hallado muerto en su casa de Moscú, según informó la agencia de noticias rusa TASS. Los primeros indicios revelan que el científico se suicidó y dejó una nota en la que se despedía de sus seres queridos. Su cuerpo sin vida fue hallado por su hija de 67 años. En el cuello se encontraron lesiones características de ahorcamiento. Algunos medios rusos especulan que su muerte estaría relacionada con "la grave enfermedad" que supuestamente padecía y "la muerte de su esposa".

Klinishov, nacido en 1930, fue reconocido con el Premio Lenin en 1962 por su labor en el campo de la física y de las matemáticas. Además de la bomba RDS-37, el científico también desarrolló varios tipos de cargas termonucleares para la siguiente generación de bombas.

Según los medios estatales rusos, se ha abierto una investigación sobre el fallecimiento de Klinishov, que ha pasado a la historia como el cerebro que ideó la bomba RDS-37, un arma termonuclear que se probó por primera vez en 1955 en Semipalatinsk. A causa de la onda expansiva, los edificios de 59 asentamientos resultaron dañados y los cristales de las casas salieron volando en un radio de hasta 200 kilómetros desde el epicentro de la explosión. Además, varias decenas de personas resultaron heridas.

Klinishov contribuyó al desarrollo de varios tipos de bombas termonucleares de nueva generación, conocidas como bombas de hidrógeno o bombas H.

Su muerte se produce en un clima de sospechas por la muerte de empresarios y altos funcionarios del gobierno ruso, algunos de ellos vinculados a empresas energéticas, como el gigante gasístico Gazprom.

Las autoridades rusas se hallan inmersas en un debate nacional sobre la posibilidad de recurrir al uso de armas nucleares tácticas en el contexto de la guerra de Ucrania. La semana pasada, además, el presidente bielorruso Alexander Lukashenko confirmó la llegada de misiles con ojivas nucleares transferidos por Moscú.

Putin ha afirmado recientemente que la nueva generación de misiles balísticos intercontinentales Sarmat de Rusia, conocidos como Satán en la OTAN, que son capaces de transportar 10 o más ojivas nucleares, pronto serán desplegados para tareas de combate.