Récord
La increíble historia de Mahmoud Wael, el niño que con once años se convirtió en el más inteligente del mundo
Con un coeficiente altísimo, el joven llegó a ser incluso técnico de Microsoft con su poca edad
La edad no define la madurez o inteligencia. La relación entre estos parámetros de cada persona es un tema complicado, aunque estudios han demostrado que una no es directamente proporcional a la otra. Así, se han dado casos de niños inteligentes que han sorprendido al mundo por su coeficiente intelectual y gran capacidad para gestionar la vida. Pequeños, pero genios, como el caso de Mahmud Wael, el joven egipcio que con once años ya fue considerado como el niño más inteligente del mundo.
La capacidad intelectual generalmente se considera estable a lo largo de la vida adulta, pero es importante tener en cuenta que la inteligencia es un concepto multidimensional y existen diferentes tipos de habilidades intelectuales. Asimismo, la experiencia y el conocimiento, tal como la memoria o la variedad individual, juegan un papel muy importante, pero solo complementan a la inteligencia de la persona.
Esta es la historia de Wael, el niño prodigio que llegó a ser técnico de Microsoft
Así lo demostró Wael. Actualmente tiene 24 años, pero cuando tenía once, ya contaba con una inteligencia fuera de lo común, pues se le había descubierto un coeficiente intelectual de 155. La prueba de CI, aunque no define completamente a una persona, es un tipo de evaluación psicométrica diseñada para medir la capacidad intelectual de una persona. Se considera que una persona está por encima del promedio cuando, al menos, consigue 130 puntos, y más allá de ese umbral, se puede hablar bajo el término “superdotado”.
Aunque otros como William James Sidis, Terence Tao o Marilyn Vos Savant, con 250, 230 y 228 respectivamente, habían obtenido un mayor CI, lo cierto es que la historia de este niño egipcio sorprendió al planeta. A esa edad, su pasión por las matemáticas e informática le permitió tener una alta capacidad para resolver complejos cálculos en cuestión de segundos y moverse sin problemas por las redes informáticas, algo que le llevó a convertirse en técnico de Microsoft. "Mi padre descubrió mi habilidad a los tres años, cuando resolví una multiplicación de mi hermana", contaba en 2010 Wael a la agencia EFE.
Pero hay más. A los nueve años, se matriculó en la Universidad Americana de El Cairo. Muchos le empezaron a describir como “un regalo de Alá”. Y es que, además de sus habilidades informáticas y matemáticas, el niño hablaba varios idiomas, entre ellos inglés, francés y árabe. Fan del FC Barcelona e hincha del fútbol, explicaba que en sus vacaciones se dedica “solo a jugar”. "Los chicos de mi edad están orgullosos de tener a un amigo como yo en el barrio, pero otros piden que nadie juegue conmigo".
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