Oriente Próximo

Israel e Irán mantienen las espadas en alto

Tras décadas evitando un choque directo, Tel Aviv y Teherán miden sus fuerzas bajo la amenaza de un conflicto regional

Iranian army members march during Army Day parade at a military base in northern Tehran, Iran, Wednesday, April 17, 2024. In the parade, President Ebrahim Raisi warned that the "tiniest invasion" by Israel would bring a "massive and harsh" response, as the region braces for potential Israeli retaliation after Iran's attack over the weekend. (AP Photo/Vahid Salemi)
Combatientes del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, brazo militar del régimen iraní, desfilan por las calles de TeheránASSOCIATED PRESSAgencia AP

«Otra vez casi nos morimos. Pero al final no», dice Carla H., bibliotecaria en Tel Aviv, relatando el ataque iraní del sábado pasado. «Yo creía que era el fin. Nunca había pasado tanto miedo, aunque sí que había pasado miedo en el pasado, pero esta vez era diferente porque era la tan anunciada amenaza iraní, enorme y desconocida. Y, la verdad, me siento un poco idiota por haberme dejado arrastrar por el terror». O.A, una terapeuta consultada por este periódico, no quiso dar su testimonio del miedo que pasó porque le parece que es conceder a los iraníes lo que buscaban, «y porque estoy paranoica. Creo que lo leen todo y lo saben todo», acaba diciendo.

Después del ataque de los cientos de drones y misiles con sus 60 toneladas de explosivos volantes repelidos por el Ejército israelí junto con los medios y personal de una coalición internacional que devolvió a los israelíes la sensación de no estar solos en el mundo, llegaron otros días pesados de espera al contraataque israelí. Las advertencias internacionales de moderación para evitar una hecatombe mundial todavía no se han apaciguado después de que el viernes de madrugada, el día en que el ayatolá Alí Jamenei cumplía 85 años, hubo una acción ofensiva sobre Irán muy específica y limitada. Atribuida a Israel.

Según informes provenientes de la República Islámica, fue atacada una instalación militar cerca de la ciudad de Isfahán, que también alberga algunas instalaciones nucleares. También fueron destruidos radares, en Siria e Irán. Esta acción es la primera de su tipo. Anteriormente, Israel había sido acusado de atacar una fábrica de drones en Kermanshah hace dos años, así como de una serie de asesinatos de altos cargos del programa nuclear iraní.

Y el que dos horas después del ataque los medios iraníes dijeran que en realidad no había pasado nada, tal vez indique la intención de Teherán de no tomar represalias. «La respuesta israelí es “llegamos a donde queremos” y es muy diferente al ataque que lanzó Irán contra Israel, que con esa cantidad de misiles, drones y explosivos podría haber resultado en una catástrofe», cuenta el profesor de Sociología y Ciencias Políticas Luis Fleischman.

A juicio de Fleischman, si el ataque iraní demuestra algo es que «Israel realmente está en una situación muy precaria frente a Irán. Si Irán no ha tenido ningún escrúpulo a la hora de llevar a cabo un ataque de esa magnitud, si tuviera una bomba atómica, no creo que tampoco tuviera ningún recato». Y el hecho de que Irán haya atacado directamente a Israel no cambia las reglas del juego. «Sólo se descubre y se agrava su peligrosidad», asegura.

El bombardeo de misiles y aviones no tripulados de Irán hace una semana fue un cambio estratégico por parte de Teherán. Durante años, el régimen de Jamenei ha seguido una política consistente de atacar indirectamente a Israel, pero también demostró paciencia. «Desde que era pequeña oigo a que Irán quiere acabar con nosotros. Esa posibilidad se ha convertido en un mantra que estamos acostumbrados a oír, pero precisamente porque no ha ido más allá de los ataques de los proxies, siempre me he preguntado hasta dónde están realmente dispuestos a llegar los iraníes», dice Carla.

Hasta ahora, Irán ha respaldado a milicias y organizaciones terroristas que han creado un «anillo de fuego» alrededor de Israel, según explica Amos Harel. Esta era la visión del comandante del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán (CGRI) eliminado por Estados Unidos, Qasem Soleimani, pero han evitado una confrontación directa.

Según el analista iraní israelí Meir Javedanfar, en esta ocasión los iraníes se vieron impelidos a responder argumentando que Israel había atacado en territorio soberano iraní cuando sucedió el ataque del 1 de abril en su consulado en Damasco, pero en verdad lo hicieron como gesto a su público: porque la maltrecha economía iraní y la falta de legitimidad del régimen necesitaba un golpe de efecto como el del sábado.

Dispararon cientos de misiles estimando que Israel no entraría en una guerra total mientras luchaba en Gaza y Líbano. «Irán creyó que Israel era vulnerable por las críticas de casi todo el mundo y lo aprovechó, pero lo que resultó, tras el ataque, es una unidad con Israel, de los países del G-7 sobre todo», indica Fleischman. Según Harel, a Irán no le preocupa que su ataque contra Israel haya sido frustrado, ya que ha tenido éxito al añadir más amenazas contra su enemigo e incluso ha sugerido la posibilidad de avanzar con su programa nuclear.