Argentina

Kirchner se libera de la denuncia del fiscal Nisman

Desestimada su imputación por encubrir a los terroristas del atentado de la AMIA

Kirchner afronta la recta final de su mandato con una baja aprobación. En la imagen, la presidenta anuncia la nueva remodelación gubernamental en la Casa Rosada
Kirchner afronta la recta final de su mandato con una baja aprobación. En la imagen, la presidenta anuncia la nueva remodelación gubernamental en la Casa Rosadalarazon

La Justicia argentina desestima la denuncia presentada por el fallecido fiscal Alberto Nisman contra la presidenta, Cristina Fernández, por presunto encubrimiento a terroristas.

Pese a las continuas embestidas contra los fiscales, parece que la Justicia sonríe a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. El juez Daniel Rafecas rechazó ayer la denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman contra la mandataria por presunto encubrimiento de terroristas iraníes acusados del atentado antisemita de AMIA, en el que murieron 85 personas en 1994. En la misma resolución, Rafecas rechazó las denuncias contra el ministro de Exteriores, Héctor Timerman, el activista político Luis D’Elía; el secretario general de la Presidencia, Eduardo «Wado» De Pedro, y el líder de la organización sindical Quebracho, Fernando Esteche. «Resuelvo desestimar la denuncia por inexistencia del delito», dijo Rafecas en su dictamen sobre la imputación a la presidenta presentada por el fiscal Gerardo Pollicita, quien va a apelar esta decisión.

Con respecto a las evidencias en contra de Kirchner, el juez sostuvo que después de un análisis de rigor de la documentación y de las escuchas telefónicas (de las cuales no surge la intervención de ningún funcionario nacional), concluyó que «no hay un solo elemento de prueba, siquiera indiciario, que apunte a la actual jefa de Estado respecto a una instigación o preparación (no punible) del gravísimo delito de encubrimiento de terrorismo por el cual fuera no sólo denunciada, sino también su declaración indagatoria requerida».

Cuatro días antes de morir con un disparo en la cabeza en su apartamento en misteriosas circunstancias, Nisman acusó a Fernández, al ministro Timerman y a allegados del Gobierno de haber encubierto a los sospechosos iraníes por el atentado contra la mutua judía AMIA de Buenos Aires, con un saldo de 85 muertos y 300 heridos.

La muerte de Nisman ocurrió el 18 de enero, la víspera de una comparecencia en una comisión del Congreso para sacar a la luz su investigación del caso, en el que el ex presidente iraní Ali Rafsanyani figura como uno de los imputados en la causa.

Este asunto dividió al país entre quienes piensan que Nisman fue una víctima del Gobierno y los que denuncian un complot internacional para desacreditar a Kirchner impulsado por poderosos ex agentes de los servicios de inteligencia echados de sus puestos el 17 de diciembre pasado. El pasado 18 de febrero, fiscales, oposición y miles de argentinos indignados salieron a las calles para protestar por la intromisión del Gobierno en la causa. Rafecas juzgó a militares de la dictadura (1976-1983) por delitos de lesa humanidad y fue distinguido por sus estudios sobre el Holocausto (Shoá) que perpetraron los nazis con varios premios de gran relieve. «Es un juez respetado, idóneo, de solidez profesional», opinó Luis María Cabral, ex presidente de la Asociación de Magistrados, al conocer su designación en enero pasado en medio de la conmoción nacional por la muerte de Nisman en circunstancias que aún son investigadas por la Fiscalía. Jorge Knoblovits, secretario general de la DAIA –Asociación de Delegaciones Israelés–, dijo que «todas las decisiones llaman la atención» y que se conociera dos días antes del discurso de apertura de las sesiones ordinarias que dará la presidenta Kirchner en el Congreso constituye «un acto jurídico y político importante».