Política

Revueltas en Turquía

La fiebre de Taksim enciende Ankara

Gases lacrimógenos y cañones de agua para evitar que tomen una plaza

Un manifestante trata de evitar el chorro de agua a presión de un camión de la policía antidisturbios
Un manifestante trata de evitar el chorro de agua a presión de un camión de la policía antidisturbioslarazon

Los turcos han bajado a la calle de forma masiva con la llegada del fin de semana: decenas de miles de personas abarrotan el centro de Estambul desde el viernes por la noche, comienzo oficial de los dos días de descanso, que están sirviendo para aumentar la presión sobre el Gobierno del primer ministro Recep Tayyip Erdogan y para disfrutar también de una libertad y una unidad jamás experimentadas por muchos de los ciudadanos.

En Ankara, los manifestantes también quisieron aprovechar el sábado para intentar regresar a la plaza Kizilay, de la que han sido evacuados de forma violenta en varias ocasiones desde que comenzaron las protestas, hace más de una semana. Anoche la Policía turca volvía a cargar contra ellos con cañones de agua y gases lacrimógenos, después de que bloquearan las calles adyacentes a la céntrica plaza para concentrarse en la misma. De hecho, decenas de miles de personas bajaron a la calle, pero tuvieron que volver a enfrentarse a la brutalidad policial y varias personas resultaron heridas.

En la capital turca, las Fuerzas de Seguridad están ejerciendo mucha más fuerza, sin miramientos, y han conseguido evitar que los manifestantes ocupen algún espacio público y levanten un campamento, tal y como sucedió en la plaza Taksim y el parque Gezi de Estambul. Ankara, con su carácter simbólico, por ser la capital y la sede de los ministerios y oficinas más importantes del Estado, está siendo celosamente custodiada por la Policía. Además el Gobierno turco está ahora desempeñando sus actividades en Estambul. El primer ministro Erdogan mantuvo ayer reuniones relacionadas con la crisis en esta ciudad y la cúpula de su partido también se reunió aquí, a pesar de que suelen hacerlo en Ankara donde se encuentran los cuarteles generales del Partido Justicia y Desarrollo (AKP).

Las autoridades están intentando mantener el foco de los medios alejado de Ankara y otras ciudades, donde siguen registrándose incidentes prácticamente a diario. Mientras, en Estambul las protestas están siendo pacíficas desde que la Policía se retiró del centro de la ciudad el sábado pasado. La zona es ahora territorio de los manifestantes y cada vez se extiende más, a medida que la euforia revolucionaria conquista los alrededores de la plaza Taksim y el parque Gezi.

Anoche, los ultras de los principales equipos de fútbol de Estambul, hicieron su aparición en la plaza, en una muestra de fuerza y con un espectáculo pirotécnico estremecedor.

Los hinchas lanzaron decenas de bengalas, que tiñeron de rojo y llenaron de humo todo el perímetro de la plaza Taksim, mientras ondeaban banderas y coreaban sus gritos de lucha, mezclados con los de los manifestantes. Todos juntos, y con una sola voz, volvieron a pedir de nuevo la dimisión del primer ministro Erdogan –«¡istifa!»– y su Gobierno «fascista».