Elecciones en Estados Unidos
Melania Trump, la maniquí que soñó con ser Michelle
Continuará poniendo por delante de sus obligaciones políticas la crianza de su hijo Barron, de 10 años
Nacida en Eslovenia, Melania disfrutó del éxito como modelo antes de mudarse a Estados Unidos y conocer a su marido
No había terminado su ya célebre discurso de la convención republicana cuando todos comparaban a Melania Trump, la nueva primera dama, con Michelle Obama. Ahora que ocupará su lugar en la Casa Blanca las diferencias y similitudes entre ellas no dejarán de salir a colación. Desde los proyectos que Melania apoye en su nuevo rol hasta las marcas de ropa que utilice serán escrutados bajo la sombra de una primera dama que hizo historia por su activismo y su impecable estilo. Aunque durante la campaña electoral mantuvo un perfil bajo, la mujer de Trump se vio obligada a pronunciarse públicamente en varias ocasiones –por ejemplo, para tratar de defender los comentarios misóginos de su pareja–, lo que la habrá preparado para su nuevo estilo de vida, en el que su presencia sin duda será requerida en múltiples ocasiones. Sin embargo, seguramente continuará poniendo por delante de sus obligaciones políticas la crianza de su hijo Barron, de 10 años.
De hecho, una de las dudas que ha surgido es si Melania cambiará realmente su dirección de la quinta avenida de Manhattan –donde vive en un ático de tres pisos repleto de candelabros de cristal y decoración rococó en la que abunda el oro– por el 1600 de la avenida Pensilvania en Washington. Ante la pregunta, formulada hace poco por una periodista que comentó a la pareja que, para ellos, mudarse a la Casa Blanca sería como dar un paso hacia abajo, Melania guardó silencio. Su esposo, en cambio, aseguró que la residencia presidencial es «un lugar espectacular» que «representa algo muy especial». Sería inusual que la primera dama viviera en otra ciudad, pero un punto medio favorable para todos podría ser que Melania se alojara en el lujoso hotel que su esposo acaba de inaugurar en Washington, cerca de la Casa Blanca.
En todo caso, Melania ya ha comentado que tiene intención de dejar una huella durante el mandato de su marido en la Casa Blanca: «Me enfocaré en ayudar a los niños y las mujeres, y también me concentraré en lo relacionado a las redes sociales. Lo que está sucediendo en este siglo es muy doloroso para los niños. También para los adultos, pero tenemos que cuidar de los niños», dijo en una entrevista con ABC News. Se refería, presuntamente, al acoso a través de las redes, un tema que volvió a mencionar en un discurso a principios de mes como su principal preocupación. No han faltado, por supuesto comentarios irónicos de parte de sus detractores, que han recalcado que el propio Trump utiliza Twitter a menudo para atacar a sus adversarios.
Nacida en 1970 en Sevnica, un pequeño pueblo de Eslovenia, Melanija Knavs siempre llamó la atención por su belleza y su esbelta figura. No dudó en utilizar sus mejores atributos para forjarse una carrera como modelo, en la que la ayudó el reconocido fotógrafo Stane Jerko, que la descubrió cuando ella tenía 17 años y la impulsó a trabajar en París y Milán. Luego viajaría Estados Unidos, donde conoció a Trump, 24 años mayor que ella. Se casaron en 2005 tras un año de compromiso en una extravagante boda.
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