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La UE acelera la creación de una Defensa común

Bruselas apuesta por reforzar la capacidad de despliegue en operaciones civiles y pactar un fondo común

El Eurocuerpo, en uno de los últimos cambios de mando en Lehbach (Alemania) / Foto: Eurocorps
El Eurocuerpo, en uno de los últimos cambios de mando en Lehbach (Alemania) / Foto: Eurocorpslarazon

Bruselas apuesta por reforzar la capacidad de despliegue en operaciones civiles y pactar un fondo común

La Unión Europea reaviva uno de sus proyectos fallidos y deja de lado sus complejos. Veinticinco países del «club» comunitario aprobaron ayer 17 nuevos proyectos comunes en materia de defensa hasta elevar la lista a 34, como parte del empeño de la mayoría de los socios por avanzar en la integración europea reforzando operaciones civiles. Francia y Alemania propusieron la iniciativa hace casi dos años como parte de sus esfuerzos para dar nueva vida al proyecto europeo después de que Reino Unido votara a favor de abandonar el bloque.

El Brexit facilitó la puesta en marcha del proyecto, ya que Londres se había mantenido tradicionalmente escéptico respecto a la nueva Cooperación Estructurada Permanente (PESCO), al considerar a la OTAN como el principal vehículo de defensa europea. Fuentes comunitarias aseguran a LA RAZÓN que no se trata «de reducir la dependencia de la OTAN» porque los Estados miembros dentro de PESCO y que al mismo tiempo forman parte de la Alianza Atlántica pueden compartir las capacidades. Esto no quiere decir que la UE quiera establecer un ejército. «La UE no va a tener un ejército», afirmaron fuentes diplomáticas. Cuando se creó la PESCO el año pasado, la Unión no tenía intención (ni tiene) de duplicar la Alianza. Lo que se pretende es generar capacidad en materia de gestión civil, «una fuerza europea de intervención» para estos casos. En las conclusiones adoptadas ayer, los ministros de Defensa y Exteriores de la UE recuerdan que «el desarrollo de las capacidades de los Estados miembros en el marco de la UE también ayudará a reforzar las capacidades disponibles con la ONU y la OTAN».

La ampliación de los nuevos proyectos se materializa en diferentes áreas y los países cooperarán en los proyectos en función de sus necesidades. De los 17 proyectos nuevos, España, por ejemplo, formará parte de siete, relacionados con operaciones de socorro en caso de desastres, ciberseguridad y sistemas de misiles en el campo terrestre, en el ámbito de formaciones y sistemas. También cooperará en actuaciones relacionadas con la Fuerza Aérea para compartir capacidades y en política aereoespacial para la cooperación en el sistema europeo de satélites Galileo. A los Estados miembros que participan (todos salvo Dinamarca, Malta y Reino Unido), se les pide una rápida ejecución de los proyectos de la Cooperación Estructurada Permanente, a fin de obtener «resultados tangibles en relación con las necesidades operativas». «Se trata de una apuesta clara, firme y decidida por esa política de defensa común», defendió la ministra española de Defensa, Margarita Robles. Los ministros de Exteriores y de Defensa de la UE, reunidos ayer en Bruselas, defienden la «coherencia» entre tales iniciativas, y que tanto la Cooperación Estructurada Permanente como el Fondo Europeo de Defensa tienen el objetivo de respaldar la aplicación de las prioridades de las capacidades de la UE e intensificar los esfuerzos con ese fin.

Otro tema que abordaron los ministros es el refuerzo del cuartel militar de la Unión Europea para planificar y conducir misiones no ejecutivas (no de combate). La UE también sigue adelante con sus planes para el centro de operaciones de la UE en la Capacidad Militar de Planificación y Ejecución (MPCC, por sus siglas en inglés), con el objetivo de estar operativo, como tarde, a finales de 2020. En la conclusiones, señalan que debe dotarse de los recursos humanos e infraestructura necesarios, con «efectivos debidamente formados y entrenados».

Además, los ministros han pactado las bases de un fondo europeo de defensa, «con el fin de estimular la competitividad mundial, la eficiencia y la capacidad de innovación de la base industrial y tecnológica», y que incluye la colaboración con pymes y empresas. Falta todavía por cerrar cómo será la participación de empresas de terceros países en determinados proyectos, como será el caso de Reino Unido cuando abandone la UE. La reunión de los ministros de Defensa de la UE continúa hoy y se tratará la cooperación con la OTAN para la lucha contra las amenazas «no convencionales, sino híbridas, que exigen una labor conjunta», apuntó Robles. También adoptarán conclusiones sobre directrices para las misiones, en el marco de la Política de Seguridad y Defensa Común dedicadas a reforzar el Estado de derecho.