Política

Bruselas

La UE y Bélgica ofrecen ayuda a Turquía por el accidente

Las instituciones de la Unión Europea (UE) y el Gobierno de Bélgica ofrecieron hoy su asistencia y ayuda a Turquía por el accidente ocurrido en una mina de carbón en el extremo oeste del país y en el que murieron al menos 205 personas.

El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, expresó en nombre de la UE sus "más sinceras condolencias y más profunda compasión"al Gobierno de Ankara y a todos los afectados por el "trágico"accidente en una mina en Soma.

"Mis pensamientos están con las víctimas y sus familias y con los trabajadores de rescate que luchan duramente para salvar vidas"entre los obreros que están todavía atrapados en la mina, dijo.

Van Rompuy aseguró en este sentido que la "UE está preparada para asistir a Turquía de cualquier forma que pudiera requerir en este difícil momento".

El presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, se declaró igualmente "profundamente consternado"por el número de obreros muertos y heridos en la "terrible"explosión ocurrida en la mina, en un mensaje dirigido al Gobierno turco.

También transmitió su pesar a las familias de las víctimas del trágico accidente y su apoyo a aquellos que todavía esperan noticias de los suyos.

Por su parte, el primer ministro belga, Elio Di Rupo, trasladó sus condolencias a las familias de las víctimas y expresó la "profunda solidaridad"de Bélgica con los ciudadanos turcos, al tiempo que afirmó que su Gobierno "está preparado para estudiar cualquier solicitud de ayuda por parte de las autoridades turcas".

Se estima que unos 787 trabajadores estaban en la mina de carbón cuando se inició un incendio que fue seguido de una explosión en una unidad de distribución de electricidad.

De ellos 363 hombres se habían puesto a salvo, pero algunos trabajadores de la mina han señalado que aún podía haber entre 300 y 400 personas en la mina y que era poco probable encontrarlas con vida.

La explosión tuvo lugar a unos 200 metros de profundidad, pero a una distancia de dos kilómetros desde la boca de la mina, mientras que los mineros atrapados se hallan a entre uno y dos kilómetros del lugar de la detonación.