Corea del Norte

Las dos Coreas retomarán el diálogo el próximo martes

Pyongyang acepta la invitación de Seúl de celebrar una reunión tras dos años de tensiones. EE UU suspende las maniobras con su aliado

Dos turistas se sacan en Seúl una foto con las mascotas de los Juegos Olímpicos de PyeongChang
Dos turistas se sacan en Seúl una foto con las mascotas de los Juegos Olímpicos de PyeongChanglarazon

Pyongyang acepta la invitación de Seúl de celebrar una reunión tras dos años de tensiones. EE UU suspende las maniobras con su aliado.

Han pasado dos años desde la última vez que las dos Coreas mantuvieron un encuentro formal. El martes, si no hay contratiempos de última hora, dos delegaciones de ambos países se sentarán de nuevo en una mesa de la aldea de Panmunjom, una localidad situada en la Zona Desmilitarizada y escenario en ocasiones anteriores de otras conversaciones. Allí se iniciarán unos diálogos que dan un respiro a la escalada de tensión que se vive en la región después de que el reino Ermitaño haya llevado a cabo en el último año numerosas pruebas balística y nucleares.

El miércoles, el «teléfono rojo» que comunica ambos lados de la frontera y que llevaba desde principios de 2016 sin funcionar, sonó en el lado surcoreano aumentando las posibilidades de que se materializara el encuentro que Seúl propuso el día anterior. Ayer por la mañana, el Ministerio de Unificación de ese país confirmaba haber recibido un fax en el que Pyongyang aceptaba la oferta de Seúl. Ambas partes abordarán el envío de una delegación norcoreana a los Juegos Olímpicos de Invierno que se celebrarán en febrero en PyeongChang.

El portavoz del Ministerio de Unificación, Baik Tae Hyun, indicó que en los próximos días se fijará la agenda y la composición de las delegaciones con un intercambio de documentos a través del canal abierto en la frontera. La introducción de algún tema en el orden del día en el que ambas partes no estén de acuerdo o la elección del rango de los oficiales serán dos cuestiones clave que podrán generar desavenencias y ralentizar el proceso como ya sucediera en otras ocasiones, alertaron los analistas. «Los puntos principales de la agenda incluirán cómo mejorar las relaciones entre las dos Coreas, incluidos los Juegos de Invierno», avanzó Baik.

La respuesta del líder del régimen Juche, Kim Jong Un, llegó justo después de que EE UU y Corea del Sur pospusieran sus maniobras conjuntas en la región conocidas como Foal Eagle y Key Resolve y que este año coincidían con el evento deportivo. Estos ejercicios, que movilizan a cientos de miles de militares de ambas naciones, enfurecen cada año a Pyongyang, que las considera un simulacro de invasión de su territorio y suele responder con el lanzamiento de misiles. El presidente surcoreano, Moon Jae In, logró convencer al presidente de EE UU, Donald Trump, de retrasar una operación que China ha considerado siempre clave para hacer volver a Pyongyang a la mesa.

«Sería una gran ayuda hacer que los Juegos Olímpicos de Pyeongchang sean las Olimpiadas de la paz y su éxito quedaría garantizado si aceptas retrasar las maniobras conjuntas durante ese periodo», solictó Moon. Su petición llegaba después de un año en el que Corea del Norte llevó a cabo su sexta y más potente prueba nuclear y celebró el éxito de un misil intercontinental capaz de alcanzar territorio norteamericano. Aquellos hechos y la retórica belicista mantenida entre Kim y Trump hicieron aumentar la tensión en la región. Desde entonces, la política de Trump ha sido la de la máxima presión hacia Pyongyang y la de la amenaza de una guerra nuclear. Mientras, Seúl trata de normalizar con su vecino unas relaciones que se rompieron en diciembre de 2015.