Reino Unido
Londres propone una «alineación» en su relación comercial con la UE tras el Brexit
Tanto Bruselas como Londres quieren evitar a toda costa una frontera dura entre la república de Irlanda e Irlanda del Norte, la única frontera física que existirá tras el divorcio.
Tanto Bruselas como Londres quieren evitar a toda costa una frontera dura entre la república de Irlanda e Irlanda del Norte, la única frontera física que existirá tras el divorcio.
El Gobierno británico quiere tener una “alineación” con la UE respecto al comercio de bienes, pero mantener una relación más flexible respecto a los servicios, lo que implicaría la City. No hay confirmación oficial, pero los detalles de este nuevo plan fueron adelantados ayer por la BBC, en la antesala de la reunión que el Gabinete mantendrá esta viernes en Chequers, la residencia campestre que se pone a disposición del premier y donde acuden los ministros cada vez que hay crisis en el Ejecutivo. Está previsto que tras el encuentro, se publique el documento oficial con el que Downing Street defina qué tipo de relación comercial debería tener el Reino Unido con el bloque tras el Brexit.
Tanto Bruselas como Londres quieren evitar a toda costa una frontera dura entre la república de Irlanda e Irlanda del Norte, la única frontera física que existirá tras el divorcio. Pero con la promesa de abandonar el mercado único y la unión aduanera, el margen de maniobra para Theresa May es limitado y sus ministros además se muestran muy divididos.
Hasta ahora se barajaban dos opciones. Por una parte, los proeuropeos, como el titular de Economía, Philip Hammond, apostaban por una “asociación aduanera” en la que Londres recaudaría aranceles en nombre de la UE sobre los bienes llegados a sus puertos, pero destinados a los Veintisiete, lo que evitaría controles en la frontera británico-europea. Por otra parte, los euroescépticos, como el titular de Exteriores, Boris Johnson, defendían la llamada “máxima facilitación”, con la que se pretendía apostar por última tecnología para minimizar la necesidad de controles fronterizos físicos.
En cualquier caso, Bruselas considera ambas imposibles de ejecutar y en la cumbre europea de la semana pasada, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, dio al Gobierno británico un ultimátum para que publicara una opción realista sin falta esta semana para poder cumplir con el calendario oficial, según el cual, el Reino Unido abandonará el bloque el 29 de marzo de 2019.
Según la BBC, con este nuevo plan, May espera que pueda satisfacer a ambos bandos de su Gabinete y, al mismo tiempo, permitir que la frontera irlandesa siendo invisible para no perjudicar el proceso de paz.
Representantes de los unionistas norirlandeses del DUP -partido de cuyo apoyo depende el Gobierno en minoría de May tras perder la mayoría absoluta el año pasado- estuvieron ayer en Downing Street durante más de una hora. Aunque no se desvelaron datos del encuentro, los unionistas ya han advertido a la premier varias veces que la retirarán su apoyo si deja a la provincia británica en un estatus diferente al del resto del país.
Por parte, Jacob Rees Mogg, líder de los tories euroescépticos, aseguró que habrá una rebelión contra May si se limita la capacidad del Reino Unido para hacer acuerdos comerciales con terceros.
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