Bruselas

Los chipriotas votan a favor de la austeridad

El conservador Anastasiades vence en las presidenciales

Nicos Anastasiades celebra con sus simpatizantes su victoria electoral en la capital chipriota, Nicosia
Nicos Anastasiades celebra con sus simpatizantes su victoria electoral en la capital chipriota, Nicosialarazon

Los chipriotas eligen al conservador Nicos Anastasiades para negociar el inminente rescate financiero de la isla mediterránea, al borde la bancarrota por el contagio de la crisis griega. El candidato de la Coalición Democrática (DISY) se impuso ayer, con el 57,4% de los votos, en la segunda vuelta de las presidenciales al candidato del comunista Partido Progresista del Pueblo Obrero (AKEL), Stravros Malas, que sumó el 42,5%.

Abogado de 61 años y diputado desde 1981, Anastasiades promete «lograr restablecer el prestigio, la credibilidad y el vigor de la economía chipriota» mediante las reformas y los recortes que el Gobierno saliente del comunista Dimitris Christofias se negó a poner en marcha. En la agenda del líder conservador, que reúne la presidencia del Gobierno y del país, se incluye la reducción del salario de los funcionarios, la subida del IVA y la creación de nuevos impuestos.

Tras conocer su derrota, Malas felicitó a Anastasiades y prometió apoyarlo en «las políticas que vayan dirigidas al bien de la patria», porque, subrayó, «ahora urge la unidad de nuestro pueblo». Precisamente, el nuevo presidente, que tomará posesión el viernes, ha prometido poner en marcha un Gobierno de unidad nacional que negocie con la «troika» (FMI, Comisión Europea y Banco Central Europeo) el memorándum que le permita recibir 17.500 millones de euros, de los que 10.000 millones irán a parar al sector bancario. «Invito a todas las fuerzas políticas y a los ciudadanos a abrir, a través de un Gobierno de unidad, un nuevo y prometedor camino, caracterizado por la unidad y la cohesión, y ante todo con fe en un futuro mejor para nuestro país», aseguró a sus seguidores. Sin embargo, en un inequívoco mensaje a la UE, advirtió de que el rescate debe «salvaguardar a los grupos vulnerables, la cohesión social y las relaciones laborales».

Desde Bruselas, el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, deseó «éxito» a Anastasiadis, al que «le he asegurado que puede contar con el continuo compromiso de la Comisión para ayudar a Chipre a afrontar los desafíos que enfrenta». El Eurogrupo aguardaba a que se despejara la incertidumbre política en la isla antes de tomar una decisión sobre un rescate sobre el que pesan las dudas de si los oligarcas rusos, que suman el 35% de los depósitos bancarios del país, serán los verdaderos beneficiados.