Francia

Macron rechaza la dimisión de su ministro del Interior tras el fracaso de la ley de inmigración

La Asamblea Nacional tumba los planes del Elíseo y el presidente francés pide a su Gobierno «salir del punto muerto»

El ministro del Interior, Gérald Darmanin, era muy próximo al ex presidente Nicolas Sarkozy
El ministro del Interior, Gérald DarmaninMichel EulerAgencia AP

El ministro del Interior, Gérald Darmanin, ha presentado este lunes su dimisión después de recibir el primer gran revés parlamentario para el Gobierno desde que Emmanuel Macron fuera reelegido el pasado mes de abril. La Asamblea Nacional tumbó en una votación ajustada el debate del proyecto de ley de inmigración presentado por el titular de Interior, uno de los hombres fuertes del Ejecutivo, que sonó como primer ministro en la última remodelación de Gobierno. El presidente francés, sin embargo, ha rechazado su salida del gabinete, del que lleva formando parte desde 2017.

El proyecto de ley de Darmanin, del que ha hecho una batalla política personal, pretendía acelerar los procedimientos de examen de las solicitudes de asilo, facilitar la expulsión de los extranjeros considerados peligrosos y simplificar la regularización de los trabajadores indocumentados en profesiones con poco personal. El texto suprimía, además, las protecciones de las que gozan en particular los que llegaron a Francia antes de los 13 años o que residen en Francia desde hace más de veinte. La proposición vino motivada por el asesinato en Arras de un profesor de secundaria a manos de un islamista checheno.

El paquete de medidas obtuvo un voto favorable en el Senado a principios de noviembre, y otro en la Comisión de Derecho de la Asamblea el 2 de diciembre. Las victorias parlamentarias llegaron a costa de cesiones importantes que le han hecho perder finalmente el respaldo de la derecha tradicional de Los Republicanos (LR), el grupo parlamentario que sostiene la mayoría presidencial. «No hay valor en este proyecto de ley del Gobierno, sólo comunicación», declaraba su líder Eric Ciotti días antes de la votación. «Imaginemos por un momento que, dentro de unas semanas, una vez que este texto haya sido rechazado por la derecha, un delincuente extranjero, un criminal, llevara a cabo un acto y matara a otras personas: la responsabilidad de los diputados de LR sería absolutamente enorme», respondía Darmanin en los micrófonos de FranceInfo.

La mayor parte de la derecha conservadora ha acabado uniéndose este lunes a la ultraderecha de Marine Le Pen y el resto de las formaciones de izquierda –La Francia Insumisa (LFI), socialistas y comunistas– alrededor de la moción de rechazo presentada por los ecologistas, que permite devolver un texto sin discusión detallada en la Cámara. Aunque algunos diputados de Los Republicanos rompieron la disciplina de partido, un factor que provocó que la votación se decidiera por solo cinco votos.

«Independientemente de mí, lo que es preocupante para nuestra democracia es que la inmigración, que es crucial en nuestro país, haya sido tomada a guasa en el debate democrático. La alianza de contrarios de LR, RN y NUPES se han unido para tumbar el texto del Gobierno por razones políticas», subrayó Darmanin. «Duele a todos los electores republicanos ver al partido LR actuar como muleta de RN. Hoy, la mayoría de los diputados no representa a la mayoría de la opinión pública. La opinión pública apoyó este texto». Por su parte, la líder de Reagrupamiento Nacional, Marine Le Pen, se jactó durante el fin de semana en la cadena de televisión CNews que su formación estaba ahora «en el centro de gravedad de las ideas políticas en Francia».

El Elíseo no cuenta en esta ocasión con el artículo 49.3, un as bajo la manga que ya utilizó para sacar adelante la polémica reforma de las pensiones sin la aprobación de la Asamblea Nacional. Aunque el grupo parlamentario de Macron rechazaba de plano esta vía. «El proyecto de ley de inmigración es muy útil, pero no creo que sea lo suficientemente vital como para activar el 49.3», explicaba hace unos días el ponente general de la ley, Florent Boudié. Sin embargo, el hecho de que el proyecto de ley no fuera debatido impide a la primera ministra, Élisabeth Borne, activar la cláusula.

En una entrevista en el canal de televisión TF1 emitida en la tarde del lunes, Darmanin confirmó que Macron le había pedido que propusiera el martes «una continuación» de la ley de inmigración. «Mientras sea ministro, asumiré mis responsabilidades para proteger a los franceses (...) si no tenemos estas medidas, nos esperan tragedias», remató. El Elíseo demuestra así que quiere enterrar el texto. Hacerlo supondría reconocer un contundente fracaso político. Por lo tanto, el Ejecutivo de Borne puede optar por llevar a la Asamblea el texto que se había aprobado en el Senado, cuya versión es netamente más conservadora del propuesto por el Ejecutivo, u optar por una comisión paritaria de ambas cámaras, en la que seguiría habiendo una mayoría conservadora.