Represión en Venezuela
Maduro dinamita la Asamblea opositora y asienta la dictadura
El presidente venezolano, después de destruir todos los canales para el diálogo, envía a las Fuerzas Armadas para tomar hoy el Parlamento
El presidente venezolano, después de destruir todos los canales para el diálogo, envía a las Fuerzas Armadas para tomar hoy el Parlamento.
Un paso más hacia la dictadura constitucional. Una vez cerrada la vía de negociaciones que supuestamente se mantenía en la sombra con la oposición y emisarios internacionales, el régimen ha optado por «tomarlo todo», reprimir y perseguir a la disidencia. El presidente Nicolás Maduro terminará por crear el universo chavista que su predecesor, Hugo Chávez, no pudo terminar. Es por eso que el comandante dejó esa cláusula de escape escrita en la Constitución de 1999, ante posibles crisis: La Asamblea Constituyente. El problema es que su heredero se ha «saltado» los plebiscitos y demás consultas con voto directo, inventándose un sufragio seccionado, de acuerdo a su electorado. Fraude y victoria amañada. Ya no hay quien imponga límites al Gobierno.
Desde la pasada madrugada, agentes de la Guardia Nacional Bolivariana toman posiciones en el Palacio Legislativo de Caracas, sede del Parlamento que el chavismo quiere utilizar para celebrar la sesión inaugural de la Constituyente. En concreto, los 545 delegados electos en la polémica cita del domingo, quieren ocupar el Salón Elíptico, y efectivos de la Guardia Nacional ya se posicionaron ayer en el recinto. La tensión era máxima en las horas previas a la instalación de la Asamblea Nacional Bolivariana. La oposición ha debatido cómo actuar ante un posible asalto violento del chavismo. Los diputados de la MUD, la principal coalición opositora, han adelantado que seguirán celebrando sesiones parlamentarias en otro lugar si son desalojados.
Durante un acto oficial con los constituyentes, Maduro aplazó la inauguración de la ANC hasta hoy, pese a que un principio estaba prevista para ayer. Es un mensaje a la oposición para que no acuda al hemiciclo y evitar un derramamiento de sangre. Es, en otras palabras, una orden de desa-lojo. El presidente venezolano ha pedido «que se organice bien, en paz, con tranquilidad, todo el protocolo necesario». El acto está previsto para las 11 de la mañana (17.00 horas en España).
Además, Maduro afirmó que este retraso permitirá evitar «amenazas» que, afirmó, pesan sobre la instalación de esta junta. Se espera que una de las primeras medidas que tome la nueva Asamblea sea despojar de su inmunidad a los parlamentarios. La próxima en la lista es la fiscal general, Luisa Ortega Díaz, quien ayer solicitó ante un tribunal del país anular la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente y ha anunciado la apertura de una investigación sobre la presunta manipulación de los resultados de la votación para la Asamblea Nacional Constituyente que implica a cuatro rectoras del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Según pudo saber LA RAZÓN del entorno de la propia Fiscalía, se espera que funcionarios del Sebin –servicios secretos– irrumpan en los próximos días en el ministerio. Lo harían después de que el Supremo, finalmente, destituya a la funcionaria a través de un juicio político en curso. «He ordenado investigar si estamos en presencia de un delito, incluso, de lesa humanidad», afirmó Ortega después de que la empresa a cargo del sistema de voto en la elección denunciara una manipulación de las cifras de participación. Según el Consejo Nacional Electoral de Venezuela, 8.089.320 personas –el 41,53% del censo– participaron el domingo, pero Antonio Múgica, consejero delegado de Smartmatic, compañía que instaló unas 24.000 máquinas de voto electrónico en Venezuela, afirmó que las cifras oficiales sobrestiman el número de ciudadanos que acudieron a las urnas en al menos un millón de votos. La fiscal general solicitó además una nueva auditoría con «expertos nacionales e internacionales, pero sin la presencia de las rectoras de CNE porque ellas son las primeras cuestionadas», con el fin de determinar responsabilidades.
Por su parte la oposición venezolana postergó también para hoy la marcha que tenía prevista este jueves en contra de la Asamblea Constituyente, por lo que coinciderá con la toma oficialista. El «asalto» tendrá lugar en medio de un fuerte rechazo de la comunidad internacional a la Constituyente, un suprapoder que regirá al país por tiempo indefinido y reformará la Carta Magna de 1999, impulsada por el presidente Hugo Chávez, fallecido en 2013. El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, anunció ayer que el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela no será convocado a la Reunión Interamericana de Autoridades Electorales de Cartagena de Indias (Colombia) de octubre. «La parcialidad que ha caracterizado al CNE de Venezuela ha dañado las posibilidades de una salida democrática a la crisis. Lejos de ser un garante, ha manipulado resultados y vulnerado los derechos políticos de los venezolanos», indicó Almagro.
Mientras, en las calles, se sigue respirando la tensión y una polarización que puede llevar a Venezuela a una guerra civil. Según se supo ayer, Yonny Colmenares, de 25 años de edad, murió tras un ataque de colectivos chavistas la madrugada del domingo 30 de julio en Lobatera, estado de Táchira.Colmenares fue golpeado por varios hombres, quienes le rociaron gasolina para quemarlo, aunque finalmente no lo hicieron. Al joven lo trasladaron a un centro de salud, donde murió debido a la gravedad de las lesiones.
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